Flatline • jb

Treinta; Regreso

"Rachel está ingresada en el hospital."

Aquellas palabras se repitieron en mi mente, como si de un eco se tratase y cuánto más las escuchaba más me costaba respirar.

—¿Qué? —Mi voz fue apenas un hilo.

—La ingresaron ayer al mediodía. —Me explicó.

—¿C-Cómo? Pero... ¿por qué? ¿Qué le ha pasado? ¿Está bien? —Las preguntas salieron de mi boca sin que me parase a procesarlas siquiera—. Dime que está bien, por Dios. —Prácticamente rogué, como si aquello fuese a cambiar el estado de mi novia.

Podía sentir como mi corazón prácticamente se desbordaba por mi garganta. Si algo le pasaba a Rachel no sabía qué sería de mí.

—Justin, cálmate por favor —Me pidió en un tono amable—. Está bien, bueno... todo lo bien que puede estar alguien con bronquitis.

—¿Bronquitis? —pregunté algo aliviado.

No es que fuese cualquier cosa, pero desde luego no era nada comparado con todas las ideas que habían cruzado mi mente en un momento.

Giré la cabeza y vi a Ethan, mirándome algo preocupado, algo que no me extrañaba dada la reacción que acababa de tener. Alcé mi mano, dándole a entender que esperase un segundo, y me alejé un poco, para poder hablar con más tranquilidad.

—Sí, ¿recuerdas que estuvo resfriada no hace mucho?

—Sí, claro. —Asentí.

Incluso había faltado un par de días al trabajo porque se encontraba realmente mal y tenía fiebre, pero aquello había sido ya hacía casi dos semanas.

—Pues al parecer entonces debió coger algún virus o algo así porque el domingo empezó a encontrarse mal y claro, el asma no ayuda mucho. —Suspiró.

—Ya, claro. —Asentí comprendiéndolo.

Rachel era asmática, pero hacía años que no sufría un ataque; de hecho, en el tiempo que nos conocíamos jamás había sufrido ni uno, por lo que tenía la enfermedad bastante controlada. Sin embargo, aquello era un claro agravante en cualquier tipo de afección respiratoria que pudiese sufrir.

—Al principio ella creía que no era más que otro resfriado, pero empezó a encontrarse peor y al final James terminó llevándola al hospital.

—¿Y los médicos decidieron ingresarla? —Pasé una mano por mi pelo, desordenándolo por completo.

—Querían tenerla controlada, no fuese que la cosa fuese a más.

—Pero está bien, ¿no? —Insistí.

—Te lo diría si no fuese así.

Suspiré y me apoyé contra una columna que había a mis espaldas.

—¿Por qué Rachel no me ha llamado antes? —pregunté ahora algo más calmado, aunque aún tenía un nudo en mi estómago que sabía que no desaparecería hasta que la viese con mis propios ojos.

—Ya sabes como es, si James no fuese el que la trajo probablemente tampoco nos habría dicho nada a nosotros. No quiere preocupar a nadie.

—Pero es que esto no es cualquier cosa... —Negué con la cabeza.

—Lo sé y por eso le dije que te llamase, pero insistió en no hacerlo.

—Es una cabezota. —Negué con la cabeza.

—Te he llamado yo porque no me parecía bien que te enterases al volver.

—Muchas gracias, Claire. De verdad. —Suspiré.