Cincuenta; Serás un buen padre

1.6K 159 57
                                    

Salí del despacho del señor Miller con aquellos papeles que me había entregado guardados en una carpeta.

—¿Más trabajo? —preguntó Rose sobresaltándome.

—Mmm... Sí, algo así. —Le sonreí levemente.

—No paráis últimamente —Negó con la cabeza—, pero bueno... eso quiere decir que lo estáis haciendo bien.

—Supongo —Pasé una mano por mi pelo—. Volveré con el resto. —Señalé hacia el pasillo.

—Claro, claro... No te entretengo más. —Me dedicó una última sonrisa antes de centrarse en su ordenador.

Tal y como le había dicho a Ethan, antes de ir con ellos me dirigí hacia mi despacho.

Me dejé caer sobre mi silla y solté un fuerte suspiro mientras dejaba aquella carpeta sobre el escritorio. Saqué mi portátil del maletín y mientras se encendía dirigí mi vista hacia aquella carpeta de nuevo.

Allí se encontraba toda la información de la oferta que me había hecho mi jefe. Me la había dado para que la sopesase bien y pensase en ello a lo largo de la semana. Agradecía que me diese tiempo para pensarlo, aunque debía admitir que era cierto que era complicado negarse. Pero quería comentárselo a Rachel también, para poder tener una segunda opinión.

Unos golpes en la puerta hicieron que abandonase mis pensamientos y apartase la vista de aquella carpeta roja. Brooke se asomó un poco.

—Oh, ya estás aquí. —Sonrió adentrándose allí.

—Sí, tenía una reunión con el jefe y por eso me he atrasado un poco. —Me acomodé mejor en mi asiento.

—Ya, Ethan nos lo ha comentado —Asintió ella acercándose—. ¿Todo bien en la reunión? Se ha alargado bastante. —Frunció su ceño ligeramente.

—¿Cómo? —La miré extrañado.

—Bueno, son las nueve menos cuarto. —Miró su teléfono antes de mostrármelo.

—Joder... —murmuré.

La reunión con el señor Miller no había durado más de veinte minutos, ya que él tenía varias reuniones, así que al parecer había estado más tiempo del que creía perdido en mis pensamientos.

—Me he pasado por aquí porque tardabas. Tenía que ir a buscar unas cosas a mi despacho y Megan me ha pedido que mirase si ya estabas aquí.

—No tardaré en ir, solo tengo que hacer un par de cosas. —Le sonreí levemente antes de girarme hacia mi portátil.

—De acuerdo —Asintió—, ¿esto es para llevártelo? —Señaló la carpeta.

—Eh... No, no —La cogí—. Esto es otra cosa. —Quise quitarle importancia y lo dejé a un lado.

—Está bien —Frunció el ceño extrañada—. Bueno, pues yo iré a por unos documentos —Señaló la puerta a sus espaldas—. ¿Vendrás luego?

—Sí, sí —Asentí rápidamente—. No tardo, tranquila.

Ella me dedicó una última sonrisa antes de salir de allí, dejándome solo. Dirigí mi vista hacia aquellos documentos antes de guardarlos en mi maletín.

Diez minutos más tarde, tras haber pasado algunas cosas de mi ordenador a mi tablet, salí de mi oficina y me dirigí hacia la sala en la que me reunía siempre con mis compañeros. Al entrar, todos estaban concentrados en sus portátiles.

—Hey —Megan sonrió al verme—, pensaba que hoy ya no te vería —bromeó.

—Lo siento, me he entretenido un poco. —Pasé una mano por mi pelo, despeinándolo un poco.

Flatline • jbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora