Extra; Padres

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Justin's POV:

Observé con una sonrisa como Rachel atravesaba las puertas de su facultad y me levanté del banco en el que estaba sentado cuando vi que se acercaba a mí. Antes de que pudiese decir nada sujeté su mentón y acerqué su rostro al mío para besarla.

—Eres una influencia horrible. —Me reprendió al separarnos, aunque una pequeña sonrisa tiraba de sus labios.

—Aún estás a tiempo de llegar a la asignatura esa de organización de no sé qué. —Agité mi mano, era un nombre demasiado largo para recordarlo.

—Organización del espacio escolar, materiales y habilidades docentes —recitó ella.

—Eso —La señalé—. Si no me equivoco la clase empieza en cinco minutos. —Alcé una ceja.

Ella se volvió, mirando las puertas por las que acababa de salir, antes de girarse hacia mí de nuevo.

—Me sabe mal dejarte plantado después de que hayas venido hasta aquí. —Torció sus labios en una mueca y reí.

—Vale, haré ver que te creo. —Pasé un brazo por encima de sus hombros y empezamos a caminar.

—¿Qué tal tus clases? —Me miró curiosa.

—Como siempre —Me encogí de hombros—. A primera casi me duermo —comenté algo divertido.

—Claro, si te vas a dormir a las tantas es lo que pasa.

—Vale abuela, hoy me iré a dormir a las diez, como tú. —Me burlé ganándome un manotazo por su parte que me hizo reír.

—Pues al menos así prestarías atención en clase y no te quedarías dormido. —Me sacó la lengua y yo reí.

—Apenas llevamos dos semanas de clase, tampoco me pierdo gran cosa. —Me encogí de hombros.

—Si empiezas así ya el último curso mal vamos, eh...

—¿Y eso lo dice la que se está saltando clase? —La miré alzando una ceja.

—¡Oye, que has sido tú el que me ha convencido! —Me recordó.

—Cierto, pero es que... ¿quién podría resistirse a esta cara?

—Eres imposible. —Negó con la cabeza.

—Pero me quieres igual. —Sonreí orgulloso.

—Sí y aún intento averiguar por qué —murmuró.

—¡Oye! —Me quejé haciéndola reír.

—Que es broma, es broma...

—Ya, seguro. —Me aparté de ella y metí las manos en los bolsillos de mis pantalones a la vez que me adelantaba unos pocos metros.

—Ey, no corras —Escuché decir a Rachel a mis espaldas antes de oír sus pasos apresurados acercándose a mí—. No te hagas el duro anda... —Me pinchó el brazo.

—Has herido mis sentimientos. —Le aseguré mirando al frente.

—Menudo dramas estás hecho —Se burló, pero no obtuvo respuesta alguna así que se adelantó un poco y empezó a andar de espaldas para poder mirarme—. ¿Quieres saber uno de los motivos que no —remarcó aquella palabra— hacen que te quiera? —Recolocó su gran bolso sobre su hombro.

—Ilumíname. —Sonreí de lado.

—Que eres peor que un grano en el culo. —Me señaló y yo solté una fuerte carcajada a la vez que ella daba media vuelta para seguir caminando.

Flatline • jbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora