Extra; Te quiero

735 72 22
                                    

Justin's POV:

Mi móvil empezó a sonar y me estiré un poco en la cama para poder alcanzarlo, ya que se encontraba sobre la mesita de noche.

—¿Diga? —respondí sin mirar quien me estaba llamando.

—¿Cómo te encuentras? —preguntó Rachel con una voz que me hizo reír, aunque al instante me arrepentí porque empecé a toser— Bien, mi novio se está muriendo —dijo provocándome un nuevo ataque de risa.

—Pero para ya que al final me vas a matar tú —bromeé cuando me hube recuperado.

—Es que solo tú te pones malo en pleno agosto.

—Soy único hasta para esto, cariño. —Sonreí.

—Y lo dices como si fuese algo bueno... —Me la pude imaginar negando con la cabeza a la vez que sonreía— Va, en serio, ¿cómo estás?

—Bueno, apenas puedo respirar, pero al menos hoy ya no tengo fiebre. —Me encogí de hombros.

—Ya, se te nota congestionado por la voz.

—Mi mejor amigo estos días es la caja de pañuelos —bromeé—. Pero bueno, al menos tengo la casa para mí solo... —Me estiré un poco— aunque no me muevo mucho de la cama, la verdad. —Torcí mis labios en una mueca.

—¿Quieres que vaya a verte? —Se ofreció.

—No, no —Rápidamente negué con la cabeza—. No quiero contagiarte ni nada.

—Oh, venga ya... —Se quejó— Llevamos ya cuatro días sin vernos.

—No puedes vivir sin mí, ¿verdad? —Sonreí arrogante.

—Y tú no puedes dejar tu ego de lado ni estando enfermo, ¿no?

—Es parte de mi encanto. —Me encogí de hombros.

—Ya, será eso... —Rió—. Pero en serio, déjame ir anda... No puedes verme, pero estoy haciendo un puchero adorable. —Me aseguró y volví a reír.

—Hablo en serio, Rae. Yo también tengo ganas de verte, pero no quiero contagiarte nada, de verdad.

—Si me dejas ir te llevaré algunas galletas que acabo de hacer.

—Hmmm... ¿De esas con pepitas de chocolate? —Entrecerré un poco los ojos.

—Esas mismas.

—Entonces quizás me lo piense —dije con una pequeña sonrisa tirando de mis labios.

—Anda, no te hagas de rogar que sé que te encantan esas galletas —dijo haciéndome reír.

—Está bien, si traes galletas puedes venir. —Asentí.

—A cualquiera que le diga que tengo que chantajear a mi novio con galletas para ir a verle...

—Pero las vas a traer, ¿no? —bromeé.

—Ahora mismo salgo para allí. —Me aseguró.

—Hasta ahora. —Me despedí.

—¡Adiós! —Alargó la "o" logrando hacerme reír una vez más antes de colgar.

Volví a dejar el teléfono sobre la mesita de noche y aparté la sábana que cubría mi cuerpo para poder salir de la cama. Me dirigí hacia el armario empotrado que tenía a un lado de la habitación y saqué unos simples pantalones de hacer deporte y de la cómoda que tenía justo al lado unos bóxers y una camiseta negra; no era un conjunto demasiado arreglado ni nada parecido, sin embargo, era mejor que el pijama viejo que llevaba ahora.

Flatline • jbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora