Cuarenta y siete; Llegada

2.3K 154 68
                                    

—Justin, vete ya. —Me apremió Megan.

—Solo tengo que terminar esto. —Alcé un dedo, indicándole que esperase, sin apartar la vista de la pantalla del ordenador.

—Tienes que coger un vuelo. —Me recordó ahora Brooke.

—Ya está —dije terminando de guardar lo que había hecho.

—Muy bien, pues ahora levanta tu culo y ve a buscar a tu novia para ir al aeropuerto. —Insistió mi amiga.

—Que ya va —Reí mientras apagaba el ordenador—. ¿Vosotros os quedaréis aquí mucho más? —Les miré curioso.

—Una media hora más creo yo —comentó Ethan—. Aún nos queda terminar algunas cosas para el lunes y no me apetece tirarme el fin de semana trabajando. Tengo otros planes. —Se inclinó un poco en su silla, recostándose sobre ésta.

—¿Con Lexy? —Le picó Megan.

Desde que se había enterado de que nuestro amigo se había echado novia no paraba de molestarle con eso.

—Puede. —Sonrió encogiéndose de hombros.

—Quién nos iba a decir que algún día veríamos a Ethan con esa sonrisa de gilipollas. —Me burlé yo ahora.

—¿Qué sonrisa? ¿La misma que tienes tú cada vez que hablas de Rachel desde que te conozco? —Contraatacó él.

—Anda, dejad de picaros —Intervino Brooke—. Nosotros tenemos que trabajar y Justin tiene que irse ya si no quiere perder el vuelo. —Me miró alzando una ceja.

—Cierto. —Asentí y me levanté para empezar a recoger todas mis cosas.

—Pásatelo bien. —Me deseó Megan antes de darme un corto abrazo.

—Lo haré —Le aseguré con una amplia sonrisa tras apartarme de ella—. Tengo ganas de ver a mi familia.

—Normal —Sonrió levemente—. Va, no te entretengo más. —Me dio un pequeño empujón hacia la puerta.

—Adiós chicos. —Me despedí de Ethan y Brooke mientras terminaba de ponerme mi chaqueta.

—Que vaya bien. —Me sonrió ella.

—Disfruta. —Mi amigo chocó su mano conmigo.

—Nos vemos el lunes —dije antes de salir de allí.

Quise dirigirme a paso apresurado hacia los ascensores, pero una voz me detuvo.

—Bieber. —Escuché a mi jefe llamarme.

Al volverme le vi acercándose hacia mí.

—Buenas tardes, señor. —Le saludé.

—¿Te vas ya? —preguntó mirando mi maletín en mi mano.

—Sí, me voy fuera este fin de semana y debo coger un avión. —Le expliqué, con la esperanza de que captase mi indirecta de que no podía entretenerme mucho.

—Oh —Asintió comprendiéndolo—, solo quería comentarte que me gustaría verte el lunes en mi oficina.

Fruncí el ceño algo extrañado.

—¿Ha pasado algo? —pregunté curioso.

—No, no —Negó con la cabeza—. Simplemente me gustaría hablar contigo sobre algunos asuntos. —Agitó su mano, queriendo quitarle importancia.

Aunque aquello no me alivió demasiado, la verdad. Últimamente cualquier cosa relacionada con visitar el despacho de mi jefe no me traía más que quebraderos de cabeza.

Flatline • jbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora