Flatline • jb

Cuarenta y tres; Secuelas

—¿Seguro que estarás bien? —preguntó Rae mirándome de pie frente al sofá.

—Cielo, no te preocupes —Negué con la cabeza—. Me duele un poco, pero me acabo de tomar el calmante así que se me pasará.

Ella suspiró y mordió su labio.

—Deberías estar reposando en la cama. —Frunció el ceño cruzándose de brazos.

—La doctora dijo que debía guardar reposo y estoy sentado en el sofá, no haciendo deporte. —Rodé los ojos.

—Sí, pero vas a trabajar. —Señaló mi portátil sobre mi regazo.

—Nena, sabes que mi trabajo no implica ningún esfuerzo físico. Tengo que acabar esto sí o sí, no puedo dejar a los chicos tirados.

Ella abrió la boca, probablemente para replicarme, pero el sonido de su teléfono la interrumpió. Miró la pantalla un segundo antes de volver a bloquearlo y meterlo en el bolsillo de su abrigo.

—Me tengo que ir ya, si necesitas cualquier cosa no dudes en llamarme. —Se agachó para poder besarme.

—Estaré bien Rae, si incluso mi madre nos hizo comida para que solo tuviese que meterla en el microondas —dije divertido.

—Bueno, por si acaso...

—Anda, vete ya si no quieres llegar tarde. —Hice un gesto con la cabeza hacia el pasillo.

—De acuerdo. —Suspiró cogiendo su bolso.

Observé como se alejaba y poco después escuché el ruido de la puerta cerrándose, indicando que me había quedado allí solo. Bueno, en realidad contaba con la compañía de Bailey pero ahora mismo dormía plácidamente en su cama. Así que, sin ninguna distracción, me dispuse a terminar con lo que había dejado el lunes a medias.

No pasó ni una hora antes de que recibiese una videollamada por Skype por parte de Megan. Tras aceptarla mis tres compañeros aparecieron en la pantalla, con rostros preocupados.

—Hola chicos. —Sonreí levemente.

—Dios mío, Justin... —Megan llevó una mano a su pecho— Menos mal que estás bien.

—Menudo susto nos diste cuando Megan nos contó lo que había pasado —continuó Brooke.

—Estoy bien, solo un poco dolorido, pero podría haber sido mucho peor.

—Tío, pero ¿qué pasó? —El rostro de Ethan pasó a ocupar gran parte de la pantalla.

—No lo recuerdo muy bien —Negué con la cabeza—. Estaba hablando con Rachel y de repente apareció un coche frente a nosotros, al parecer había perdido el control por la lluvia.

—Por lo que cuentas podría haber sido peor. —Brooke esbozó una mueca.

—Sí, por suerte no ha sido nada demasiado importante.

—¿Y cómo está Rachel? —preguntó Megan.

—Físicamente bien.

—¿Físicamente? —Mi amiga alzó una ceja.

Sabía que Rachel intentaba aparentar que todo estaba bien, pero yo notaba algo distinto en ella. Suponía que era algo normal, habíamos tenido un accidente de coche, pero aún así no podía simplemente ignorarlo, me preocupaba.

—No importa —Agité la cabeza—. No es momento para hablar de eso, quería hablar con vosotros sobre el trabajo.

—¿El trabajo? —Brooke frunció el ceño—. Se supone que debes descansar, no pensar en el trabajo.