CAPÍTULO 37: Indian 1970

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- El grupo encontró cobijo en una tienda de ropa cerca del centro de la ciudad, habían tapado los cristales dejando un poco para ver hacía afuera, Janet no dejaba de mirar por ese hueco, mientras que el grupo descansaba, el grupo militar llevaban dos días buscando a los jóvenes, pero por parte de Janet, solo buscaba a Sasha y ahora no sabia si estaba viva, lo que si sabía es que era la que más deseaba ver a Sasha.

Baeva: No deberías pagarlo con ella...- Dijo ofreciéndole un refresco y mirando a Helen desde lejos.

Janet: Pensé que ella la cuidaria.- Miró a Baeva.

Baeva: Pero ella no tiene la culpa de lo que Sasha haga.

Janet: Si ella la quisiera tanto no la hubiera dejado ir.

Baeva: Mira yo no se cuanto la quiere Helen, ni si tu la quieres tanto, pero...piensa, Sasha es una niña, aún no sabe ni lo que quiere, yo la vi brillar contigo pero no se si ha cambiado de opinión o no.

Janet: ¿Que me quieres decir?

Baeva: Que si le gustas tu, mañana le puede gustar otra persona...

Janet: A cualquiera le puede pasar algo así.

Baeva: Te has encaprichado con ella, mira me gusta verte felíz y nunca te he visto, solo cuando has estado al lado de Sasha y ahora tengo miedo por que no quiero que sufras.

Janet: Entre Sasha y yo solo hubo un beso, nada más, no se si seguirá sintiendo lo mismo y por eso es una de las razones por la que la quiero buscar.

Baeva: Lo sé y te apoyo, pero no estés tan preocupada, es Sasha, la chiquilla loca que cruza la ciudad con una mochila cargada de comida y una pistola con pocas balas.- Janet sonrió.- Sabe salvarse.

Janet: Lo sé, pero también se que necesita ayuda por que lo presiento y tengo que buscarla...

- Baeva sacó unas llaves de su bolsillo y miró a Janet.

Baeva: Tenemos el tanque lleno, vamos a buscarla.- Janet la abrazó.

Janet: Gracias.

Baeva: Chicos, guardia, vamos a salir a por comida, volvemos...

J: oido.

- Helen se levantó y caminó hacía Janet.

Helen: Voy con vosotras.

Baeva: Vamos a por comida.

Helen: Vais a buscar a Sasha, voy con vosotras.- Janet miró a Baeva y asintió.

Baeva: Está bien.

- Las tres chicas salieron con sus armas y se subieron al camión, Janet fue quién tomó el volante y condujo.

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- Sasha caminaba por un camino algo desierto, estaba preocupada, pensaba que si le salía un bicho de la nada no se iba a poder esconder en ningún lado.

- La carretera era desierta desde que salió de la ciudad, necesitaba descansar pero no quería descansar allí en mitad de la carretera, ella veía a lo lejos una gasolinera muy antigua, así que aceleró su paso sin fuerzas hasta llegar allí.

- Una vez que llegó le metió una patada a la puerta sin mirar si había alguien, la gasolinera estaba sucia, llena de humedad y polvo, estaba cerrada mucho antes de que llegarán los aliens, pero había comida que no caducaba y muchas botellas de agua, algo que le vino bien a Sasha que se bebió casi todas las botellas que vio, el resto se la guardo en su mochila.

- Tomó asiento detrás de la caja y comió algo, abrió su mochila y observó todavia aquél paquete de galletas, automáticamente sonrió al recordar a Janet.

- Sasha cerró su mochila y se tumbó encima de unas mantas que encontró en los cristales de la gasolinera.

- Al estar tumbada miró hacía arriba, hasta el techo estaba sucio, no quería agobiarse así que se tumbo de lado, recordó a Helen, cuando dormía a su lado en el yate.

- Se volvía a dar cuenta que pensaba en las dos, un poco más en Janet, pero a ratos un poco más en Helen.

- Sasha miró la pulsera de su mano, la que le regaló la hermana de Helen, esperaba volver a ver a Luz.

- Sasha cerró los ojos, fue un parpadeo para algunos, pero un gran sueño para ella, ella se quedó dormida profundamente, llevaba días sin dormir y estaba muy cansada de caminar.

- Dormio hasta que amaneció, una vez que amaneció cosa que no se dio cuenta por que no salió el sol, solo que lo notó...Sasha se puso en pie, sintió ganas de ir al baño y buscó uno dentro, hizo pis y se lavó la cara con el poco agua que salía del grifo, ella volvió hacía la caja y se puso su mochila, observó la tienda por si iba a necesitar algo más, pero no, se dio cuenta de una puerta de hierro, ella se acercó y no pudo abrirla, buscó una palanca y encontró una llave perica, con eso golpeo la manilla de la puerta y la consiguió abrir.

- Era un despacho, con muchas cajas de papeles, ella entró y observó cada rincón, miró la mesa y abrió los cajones, vio un arma...Una pistola alemana semiatumatica, para ser exactos una Luger P08.

- Sasha tomó asiento en la gran silla de cuero y agarró la pistola, estaba sucia y habia algunas balas alrededor, le gustó aquél arma, aquél arma parecía que contaba una historia y ella la quería guardar, ella agarró las balas y el arma para meterlo en su mochila, la metió y volvió a cerrar la mochila.

- Sasha volvió a mirar el cajón y vio unas llaves, unas llaves de algún vehículo, ella no sabía conducir, pero ahora necesitaba un coche y podría aprender de alguna manera, esa fue la idea que se le ocurrió.

- Agarró las llaves y salió del despacho, después de la gasolinera, miró alrededor pero todo estaba desierto, ella caminó hacía la parte trasera de la gasolinera y vio como un cuartillo de madera, estaba cerrado pero le dio una patada y la puerta se cayó sola, allí vio algo tapado con una sabana llena de polvo, sin pensarlo levantó la sábana y observó alucinada aquella moto que le iba a salvar de aquél camino tan largo.

- Una indian del 1970 más o menos, de color azul oscura casi negra, con unas ruedas finas y grandes a la vez, con un casco antiguo que llevaba unas gafas de aviador de la primera guerra.

- Sasha le quitó el caballete a la moto y la sacó afuera, sacó las llaves que cogió del despacho y la metió en la moto, obviamente la moto no arrancó y ella comenzó a darle patadas a una especie de palanca de arranque, la moto hacía el esfuerzo de arrancar pero le faltaba vida.

- Sasha se llevó la moto hasta uno de los grandes tanques de gasolina, la aparcó allí y cogió una manguera, de primeras el aceite se calló y tuvo que volver a colgarla, no sabía donde tenía que meterla.

- Ella dio una vuelta por alrededor de la moto y vio un pequeño tubo con tapadera, lo abrió y pudo percibir el olor de la gasolina, supo que era ahí.

- Sasha volvió a coger la manguera y lo metió en aquél tubo que olía a gasolina, la moto comenzó a llenarse hasta que rebozo, ella enseguida corrió con la manguera para colgarla.

- Volvió a la moto e intentó arrancarla de la misma forma que antes, pero la moto no arrancaba, seguía fallando algo.

- Ella necesitaba esa moto, necesitaba arreglarla aunque no supiera.

- Volvió dentro de la gasolinera y buscó un destornillador, tuvo suerte y encontró una caja de herramientas, volvió a la moto con la caja y comenzó a destornillar para quitarle la poca chapa a la moto, observó muy detenida cada angulo, cada cable y cada tubo.

- Vio un cable quemado y liado con otros cables, ella cogió aquél cable y lo separó de los otros, comenzó a tirar de el hasta que consiguió sacarlo entero, después agarró el montón de cables y los unió a otros que colgaban, hizo un empalme sin saber de que eran.

- Sasha se levantó e intentó arrancar la moto, después de darle repetidas veces a la palanca de arranque la moto arrancó y Sasha comenzó a saltar felíz, le puso rápidamente la chapa y se subió a la moto, nunca se había subido en una pero si en bicicletas asi que el equilibrio lo aguantaba.

- Sasha aceleró y salió de aquella gasolinera, una moto antigua y estropeada pero que le iba ayudar muchísimo...

Los Aliens y la Limerencia [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora