Los Aliens y la Limerencia [TERMINADA]

CAPÍTULO 36: Encuentros...

- Sasha se puso a caminar y llegó a la montaña en dos días, solo se detuvo a descansar media hora, no quería parar, debía de llegar.

- Y llegó, llegó a una especie de fortaleza, no era una gran casa, tenía más pinta de castillo de hormigón, ella se detuvo cuando llegó a una gran puerta de hierro o de algo más duro que el hierro.

- Había una especie de timbre con una cámara, ella lo tocó y una voz salió de aquél timbre...

"Levante sus manos para comprobar que está limpia."

- Sasha levantó sus manos y un minuto después las puertas se abrieron, ella entró algo tímida y tardó en llegar hasta otro control, continuó caminando y llegó aquella fortaleza, vio unas iniciales grandísimas en su fachada de hormigón..."C.MA.L."

- Ella no supo el significado y entró, una ultima puerta y ya estaba dentro, allí se encontró con un chico que llevaba una camisa desabrochada que dejaba ver su pecho, vio su pelo que estaba despeinado.

- Ella entró y las puertas se cerraron.

"Me alegro de que siga habiendo vida, mi nombre es Rodrigo...- Le ofreció su mano y Sasha la agarró, se saludaron."

Sasha: Yo soy Sasha.

Rodrigo: Puedes acompañarme, estarás cansada y hambrienta...

- Sasha acompañó aquél hombre de treinta años aproximadamente, el la llevó a un gran salón donde había gente de todo tipo, no tanta gente como en el hospital pero si más de cincuenta.

- El tomó asiento en el centro de aquél salón, encima de una mesa.

Sasha: ¿Que es esto?

Rodrigo: Estás en CMAL.

Sasha: Vale, gracias.- Dijo irónica.

Rodrigo: Medio Ambiente y Laboratorio.

Sasha: ¿Y la C?.- Rodrigo bajó su mirada.

Rodrigo: Contaminación o Comunicación.- Volvió a mirar a Sasha.- Pero no sirve de nada la comunicación si están todas las antenas quemadas.

Sasha: Lo entiendo...Este debe ser el laboratorio de Noster.- Rodrigo comenzó a reir.

Rodrigo: ¿Noster?...- Sasha le miró extrañada.- Noster esta a...- El pensó.- Por lo menos ochocientos kilometros.- Sasha se sorprendió...- ¿De donde vienes?

Sasha: ¿Ochocientos kilometros?.- Preguntó sorprendida.

Rodrigo: O un poco más.

Sasha: Dios...- Sasha tomó asiento.- Necesito ir allí.

Rodrigo: Sea lo que sea puede esperar.- Dijo desde el lado de Sasha.

Sasha: No, no puede esperar, tengo que ir allí.- Rodrigo le miró.

Rodrigo: Tal vez alguien de aqui se ofrece voluntario pero es dudoso.

Sasha: He visto un helicóptero llegar aquí...¿vienen soldados?

Rodrigo: No...vienen a traer a gente.

Sasha: Ah ya entiendo, para alejarlos de la ciudad.

Rodrigo: Si, de la ciudad y de todos.- Sasha le miró.- Gente enferma o gente que esos bichos han manejado y manejan.

Sasha: ¿Tenéis a personas que trabajan para los bichos?

Rodrigo: Si, hacemos pruebas con ellos intentando buscar una cura para los infectados.

Sasha: ¿Habéis encontrado solución?

Rodrigo: Aun no...- Miró hacia abajo.

Sasha: Hay más vida.- El chico miró a Sasha con media sonrisa.- Hay un campamento en los Angeles, hospital militar, allí hay bastante gente y hay una lista para llevar algunas personas a una isla donde los bichos esos no han llegado y dudan de que lleguen ya que es muy pequeña.

Rodrigo: Me alegro, pero nadie puede salir de aquí, todos estamos enfermos y preferimos morir aqui que en manos de esos bichos.

Sasha: Lo entiendo.- Sasha se puso en pie.- Yo tengo que seguir, tengo que llegar.

Rodrigo: Puedes descansar aquí, te daré comida y una habitación.

Sasha: Gracias pero no puedo parar ahora.

Rodrigo: ¿Por que te urge ir tanto allí?

Sasha: Voy a buscar a mi madre.- Rodrigo sonrió.

Rodrigo: Que tengas suerte.

Sasha: Gracias.- Sasha hizo media sonrisa.- ¿Y tu?¿No dejas nada afuera?

Rodrigo: He pedido a mi mujer y mi unica esperanza de vida que es mi hija, la veo más a salvo afuera que aquí.- Sasha bajó su mirada triste.- No puedo elegir, pero si evitar que mi hija me vea morir.

Sasha: Lo se...Lo entiendo.

Rodrigo: Va, pero no hablemos de esto, son cosas que no deberíamos ni pensar.

Sasha: Si, yo ya me voy, gracias por todo.- Rodrigo sonrió.

- Rodrigo acompañó a Sasha hasta donde la calle y una vez allí Rodrigo le dijo la dirección que debía tomar, la rubia comenzó a caminar.

---

- Melania, Miguel y Helen acaban de poner sus pies en tierra, en un embarcadero de Noster, Miguel y Helen con sus armas cargadas y protegiendo a la pequeña.

Miguel: ¿Donde vamos?

Helen: No lo se, preguntando se llega a roma.

Miguel: Ya pero...no hay mucha gente.- Dijo algo bromista.

Helen: Sigamos un camino y veamos si tenemos suerte.

- Miguel, Helen y Melania caminaron y llegaron a una especie de parque, vieron un camión militar venir a toda velocidad, Helen no lo pensó y corrió hacía la carretera sin importar quién fuera, se puso delante del vehículo y el vehículo hizo una larga distancia de frenado...

- Tan largo fue el frenazo como de potente era su velocidad.

- El conductor miró asustado a Helen, ambos ya se conocían, más tarde llegó Miguel y del camión bajaron armados J, K y Janet.

- Helen miró fijamente a Janet y sus miradas lo dijeron todo.

Janet: ¿Donde está Sasha?.- Miró a Helen.

Helen: No lo se.

Baeva: ¿Como que no?, estaba con vosotros.- Dijo tras bajar del camión.

Miguel: Estaba en el yate y al despertar ya no estaba y nuestro barco estaba a mil kilómetros de tierra.

Janet: ¿Pero llegó aquí?

Helen: Se supone que si.

Janet: ¿Se supone?, DEBERÍAS SABERLO.- Dijo enfadada, todos le miraron.

Helen: NO LO SÉ....- Le respondió de igual manera.

- Janet se dio la vuelta y subió al camión.

Baeva: Subid, no podemos quedarnos aquí.- Todos volvieron a subir al vehiculo, Moisés puso de nuevo el camión en marcha.- Bueno y esta chica hermosa...¿Como se llama?.- Pregunto mirando con una sonrisa a Melania.

Melania: Yo soy Melania.

Baeva: Bonito nombre, yo soy Baeva.

Melania: Baeva...nunca lo he escuchado.

Baeva: Bueno, por que es un apellido.

Melania: ¿Y conoces a mi padre?

Baeva: Pues no sé.

Melania: El también es militar.

Baeva: ¿Como se llama?.- Janet miraba a la pequeña.

Melania: Rodrigo Casasol.

Baeva: No me suena, somos muchos...pero seguro está trabajando duro para protegerte.

Melania: Lo sé.- Dijo con media sonrisa.