Elementos

CAPÍTULO 8. Juegos y novatos

"Menudo comienzo he tenido, aunque podría haber sido peor" - se dijo para sí misma.

Después de perderse por el campamento unas cinco veces, por fin dio con su Sección. Digamos que, al igual que en las películas, las Secciones tendrían equivalencia a las hermandades. Solo que aquí, todos estaban distribuidos por elementos y todos eran tratados por igual. En la entrada había un gran edificio de 10 plantas, todo construido de cristales, color celeste y decorado con dibujos de burbujas de agua que parecían crear un efecto de movimiento. Una auténtica obra de arte.

Al entrar, quiso informarse en recepción:

-Perdone, mi nombre es Emma Stevenson. ¿Sabría indicarme donde están las habitaciones?.

-Claro Emma, subes por ese ascensor y todo recto a la derecha las encontrarás- contestó amablemente la recepcionista- Ten, aquí tienes tu llave. Habitación 605.

"¿605?. ¿Pero cuántos somos?"- pensó mientras cogía la llave de su habitación.

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Cuando fue a abrir su habitación, encontró que en la puerta había pegado un cartel en el ponía: "Sed bienvenidos a los juegos, novatos".

Con cara de sorpresa, Emma entendía de lo que iba aquello. Las novatadas habían comenzado.

-¿A los juegos, del hambre?. Espero que no- dijo entre risas.

Al parecer, quienes estaban dentro de la habitación escucharon su voz porque no tuvo tiempo ni de introducir la llave cuando la puerta se abrió de repente.

-¡Genial! ¡Otra compañera de habitación!

Salió una chica pelirroja a su encuentro. Era bastante pequeña de estatura y con sus pecas en las sonrosadas mejillas la hacía muy entrañable.

-Me llamo Lucy. Es un placer conocerte.

-Emma, que tal.

-Parece que ya somos tres en la habitación, pero según parece no creo que tengamos una cuarta compañera. Ya están casi todos instalados. ¡Ven!, te enseñaremos el cuarto.

Al entrar, observó que aquello no estaba nada mal. Era de color azul, para variar, que contenía 4 literas y un aseo; tal y como dijo la profesora Meredith.

Emma se dirigió a unas de las literas de la parte de abajo cuando se topó con una joven que allí estaba oculta, leyendo un libro.

-Pensaba que no había nadie. Disculpa.

-Soy Cristine, hola-comentó la joven con una tierna voz fina y suave.

Tenía el cabello de color azul. Que combinación. Más azul no por dios.

-Bueno, pues supongo que mi cama es la litera de arriba. Por cierto. ¿Sabéis de que van a tratar esas novatadas?

-Mi hermano es veterano. Este es su último curso aquí en el campamento y dice que son una pasada. Se hacen juegos entre los novatos de distintos elementos, como una competición. Al parecer cada año es distinto, pero siempre suelen ganar los de fuego- informó Lucy, la pequeña pelirroja.

- Y, ¿se sabe cuando se dan comienzo?.

- Dicen que ya nos irán informando, nos contarán cuales son las normas y lo que debemos hacer.

Sólo llevaba un día en el campamento y ya tenía miles de cosas que contar a su familia. Emma estaba deseando que llegase el fin de semana para volver a casa.

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Eran las 8:00h de la mañana cuando sonó el toque de llamada. Una alarma que sonaba a través de unos altavoces casi provoca un infarto a todos los que dormían. Menuda forma de despertarse.

Nada mas incorporarse de la litera y poner los pies en el suelo, Emma vio una nota en el suelo que alguien había introducido por debajo de la puerta. En ella, ponía de título "Primer juego". La abrió para ver su contenido:

"Buenos días novatos, en nombre de todos los veteranos de Homeland, debéis asistir a las 16:00h al estadio de Aéreo. Os recomendamos ropa cómoda y deportivas. Eso es todo. El resto lo descubriréis allí. Suerte."

-¿Ropa cómoda? ¿Nos van a hacer correr?-preguntó Emma dirigiéndose a Lucy
-Imagino que sí, de todos modos; es mejor seguir las instrucciones. Créeme que he intentado averiguar que es lo que podría ser, pero mi hermano no suelta palabra.

Después de darle miles de vueltas a la cabeza durante toda la mañana, Emma no logró averiguar de qué podría tratarse ese primer juego. Simplemente hizo caso a lo ordenado, se enfundó en un chandal de deporte y se fue en dirección a Aéreo.

Una vez llegó la hora, todos los novatos estaban reunidos en el centro del estadio. Nerviosos y expectantes miraban de un lado para otro por si obtenían alguna pista. De repente, un gran grupo de veteranos aparecieron en el tejado del edificio que estaba justo frente a ellos. Uno de ellos se hizo con el megáfono y comenzó a hablar:

¡Enhorabuena muchachos!. Si estáis aquí, es porque sois merecedores de este puesto en Homeland. Pero no os confundáis, aún os quedan por aprender muchas cosas e ir ganando experiencia. Para ello, se celebran estos juegos. Aquí deberéis mostrar vuestro máximo potencial como Aclaryels, demostrar lo que valéis y haced respetar vuestro elemento por encima de todo. Estos últimos años, el fuego ha ganado por encima de los demás. Luchad por el primer puesto y arrebatárselo a los de Karjal.

Emma tragó saliva, respiró profundamente, porque imaginó que aquello sería difícil de superar.

-¡Que comiencen los juegos!

De repente, el suelo del estadio en el que estaban todos comenzó a dividirse en dos separando el terreno. Todos salieron despedidos al precipicio, cayendo sobre una gran fosa oscura llena de agua.

Cuando Emma abrió los ojos, se encontró flotando bajo el agua. No se podía ver nada hasta que unos enormes focos iluminaron aquella especie de piscina. Pero no fue una buena idea ver lo que ésta contenía.