Conforme avanzaban por el bosque, el calor del sol caía directamente sobre sus cabezas dificultando el trayecto sigiloso hasta el campamento Homeland. Debían ser precavidos o sino serían descubiertos.
La joven echó un vistazo hacia atrás para vigilar a lo lejos al rubio de quien no se fiaba demasiado. Sin embargo, se topó con otra mirada. Un chico muy alto y delgado, de larga cabellera oscura como el tizón y de piel pálida. Lo reconoció al instante, se trataba del chico que la había rescatado mientras caían del cielo.
-Gracias-pronunció en voz baja para no ser delatada.
-¡Shhh!, ¡silencio!- intervino Meredith.- Nada de hablar durante esta caminata.
Emma no tuvo más remedio que dar la media vuelta y continuar callada durante todo el trayecto.
• • •
Tras varias horas de agotamiento, por fin llegaron a su destino: el campamento Homeland, el cuál estaba completamente en ruinas, tras el paso del tiempo y el abandono. Por no hablar de los desastres ocasionados a manos de los rebeldes quienes empeoraron las infraestructuras.
Todos miraban la fachada con nostalgia y tristeza. El campamento había cambiado demasiado desde la última vez que estuvieron. Lo que había sido de Homeland ya no existía. Ahora, tan sólo eran recuerdos de lo que fue.
-Bien chicos- dijo Meredith.- Tengo entendido que este territorio está totalmente libre de enemigos. Podemos estar tranquilos en principio, pero aun así, haremos guardias y nos turnaremos para mantener vigilado Homeland y nuestra seguridad. Por ello, estad en alerta.
Los Aclaryels entraron de uno en uno en el interior del campamento. En lugar de distribuirse por elementos como en antaño, decidieron escoger el edificio más estable y seguro para poder refugiarse todos juntos. Tres personas por habitación, esa fue la asignación.
-¡Qué bien!, ¡como en los viejos tiempos!- exclamó Lucy con gran entusiasmo.
-Me temo que no, señorita Darling- respondió Meredith.- Usted, dormirá con Sullivan y Eleiya. Cristine Harrenhal dormirá junto con Curtis Glowen y Jake Strauss.
-Tengo que soportar a este tío hasta en la sopa.
-Curtis, cállese y atienda.
La Subdirectora Parker prosiguió dando habitación a todos los Aclaryels. Hasta llegar al nombre de Emma, quien siempre era de las últimas.
-Y finalmente, Emma Stevenson junto con Reigon Dixon.
La joven miró extrañada a la Subdirectora. ¿Reigon, quién?.
Y de repente, allí estaba. El chico que la rescató del aire, el chico al que le había intentado dar las gracias en vano. Era la primera vez que realmente le conocía.
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Elementos
FantasySINOPSIS "Nunca subestimes el poder del agua" En el día de su décimo octavo cumpleaños, Emma Stevenson recibe un regalo de su abuela un tanto peculiar. Su apariencia externa es un libro; pero en realidad es mucho más que eso. A partir de él, cambia...