CAPÍTULO 11. Desconcertante acercamiento

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El equipo de Agua había ganado la segunda prueba, compitiendo con los de Fuego por el primer puesto de los juegos.

-Mi hermano me contó que este año en particular, las pruebas estaban siendo demasiado duras comparadas con otros cursos anteriores-comentó Lucy llevándose un puñado de palomitas a la boca.

Las chicas estaban sentadas bajo la sombra de un gran árbol que las cobijaba mientras charlaban y comían chucherías. A excepción por supuesto de Cristine, quien permanecía totalmente absorta dentro de la lectura de uno de sus libros escuchando a sus amigas de fondo.

-Oye, ¿no es ese de allí Jake?-señaló Lucy con el dedo en su dirección.

-¡Baja la mano idiota!-dijo Emma retirándosela de un manotazo.

-¿Algún día se lo dirás no?.

-No me presiones.

Un pequeño escalofrío recorrió su espalda al observarle directamente a los ojos.

"Emma no, céntrate"-se decía a si misma.

• • •

Todos estaban preparándose para irse a dormir, pero Emma no tenía ni pizca de sueño. Decidió darse un pequeño paseo nocturno por el campamento antes de acostarse, cuando de pronto escuchó una voz tras de ella. Se trataba de Curtis.

-¡Hey! ¿Cómo va tu herida?.

-Mucho mejor, gracias por preguntar.

-Oye, vamos a hacer una pequeña "excursión", ¿te animas?.

-Si te refieres a escaparnos del campamento, eso se llama "prohibición", no "excursión".

-Vamos Emma, no seas aguafiestas. Vamos a ir todos, a la playa.

-¿Hay playas en Kendratrán?.

-¿Lo ves?. Tienes que salir más de este campamento. Ven conmigo.

La sujetó del brazo arrastrándola consigo hasta llegar al punto de encuentro con los demás, saltaron la muralla de la puerta principal y se marcharon lejos.

Una vez llegaron a la orilla del mar, se sentaron en círculo creando una hoguera a su alrededor. Jake estaba sentado a su lado, y esto la ponía nerviosa. No dejaba de mirarlo por el rabillo del ojo.

"¿No había otro sitio?".

Pensó en lo que Lucy le comentó. Tarde o temprano debía agradecerle lo que él hizo por ella y, cuanto más tardase sería peor. Así que aprovechó que todos estaban distraídos hablando de sus asuntos cuando se dirigió a él.

-Gracias por lo del otro día-respondió tímidamente mirando hacia el suelo.

-¿Eso es todo lo que tienes que decirme?-replicó.

Su cara de sorpresa fue más que evidente.

-¿Y que más quieres?.

-Gracias por salvarme la vida, eres mi héroe y salvador. Eso estaría bien-contestó con una amplia sonrisa pícara.

-¿Por qué debería decirte algo parecido? Yo no pedí tu ayuda, en realidad me las podría haber arreglado yo solita. Recuerda que gracias a mi estamos aún respirando.

-¿No lo dirás por esa ridícula burbujita no?.

-¡¿Burbuj...?!-hizo una pausa para tomar aire porque, claramente ese no era el rumbo adecuado de la conversación- Sólo acepta mis gracias.

-Las aceptaría, pero si reconoces que fue todo por mí. Sé realista, tu poder no es equiparable con el mío ni es tan potente.

-¡¿Cómo eres tan desagradecido?!.

Sus sonrojadas mejillas, respiración agitada, fue obvio para ella que debía calmarse sino quería montar ninguna escenita. Así que clavó sus ojos sobre los de él y respondió:

-Todos los de Fuego sois iguales. Orgullosos y egocéntricos. Sólo sabéis pensar en vosotros mismos, pero todos somos iguales. No lo olvides.

-Pues para ser así, pasas mucho rato con nosotros. Quizás no seas tan distinta a nosotros.

Admitió quedarse totalmente muda, sin palabras. Agachó la cabeza rápidamente y dejo la mirada fija sobre el fuego sin pronunciar palabra en el resto de la noche.

• • •

A la mañana siguiente, todos despertaron sorprendidos. En lugar de recibir una nota sobre la tercera prueba de los juegos, se trataba de una notificación para una reunión obligatoria donde se convocaban a todos los alumnos de Homeland.

Llegado el medio día, se dirigieron a aquella especie de teatro romano donde días antes se había celebrado la famosa Asamblea. Allí, en el centro de la arena estaba de nuevo la Subdirectora Meredith Parker frente a un micrófono. Una vez todos estaban sentados en sus respectivos asientos, comenzó a hablar:

-Buenas tardes lo primero. Siento haberos convocado para esta inesperada reunión, pero la Directiva y yo hemos creído conveniente realizarla. Verán, desde que comenzaron Los juegos, hemos recibido el suficiente número de quejas por parte de muchos compañeros como para replantearnos esta situación. En tan solo dos pruebas, han conseguido que el equipo de enfermería de este campamento esté saturado de trabajo. Como entenderán, esto es algo por lo que no estamos dispuestos a pasar. Es por ello, que Los juegos quedan oficialmente cancelados este curso. Ahora vuelvan a sus respectivas clases. Gracias.

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