Cuando abrió los ojos tras el impacto, su alrededor había sido reducido a cenizas. Todo quedó quemado y abrasado por las potentes llamas. Por no hablar del Árbol Sagrado, el cuál había sido destruido por completo y tan sólo quedaba la parte inferior del tronco arrancado de cuajo. El resto, fue talado.
Emma no daba crédito a lo que veía. En cuestión de segundos todo había cambiado radicalmente. El Árbol Éter estaba muerto junto con su poder, el bosque de Homeland destruido, pero el mayor dolor fue descubrir que Jake era uno de los rebeldes de Fitzgerald.
El fuerte humo inhalado estaba ahogando su respiración, no podía parar de toser mientras intentaba cubrirse la boca en vago intento.
En el silencio de la arboleda escuchó como regresaba de nuevo aquella misteriosa voz:
"Sal de ahí, corre".
Ella no estaba segura de dónde procedía, si era producto de su imaginación o no. Pero tenía muy claro que siempre le daba una respuesta o ayuda para salvarse de cualquier peligro. Así que hizo caso a su consejo y comenzó a correr.
Aunque, a pesar de intentar escapar, el fuego se elevaban cada vez más arriba hacia el cielo y las grandes ramas de los árboles caían desde gran altura cortando su paso. Su asfixia aumentaba a causa del tóxico humo. No tenía ninguna posibilidad.
Pero como si de un milagro se tratase, de entre las llamas emergió la figura de un león. No uno cualquiera, sino un león de fuego. Se asemejaba al mismo que vio la noche de la tercera competición de los juegos, aquella esbelta estatua. Éste se aproximó y descendiendo su abdomen contra el suelo para inclinarse ante ella, Emma subió a su lomo y huyeron del lugar.
Permanecía ligeramente inconsciente durante aquel momento, así que no sabía con certeza si lo que estaba viviendo era real o no.
Cuando llegaron a la entrada del campamento, ella bajó al suelo y escuchando como sus amigos se acercaban en su búsqueda, el león se esfumó con el viento.
-¡Emma!. ¿Estás bien?.
-¡Tienes muchas quemaduras!, hay que curártelas de inmediato.
Todos la ayudaron para moverse rápidamente hacia el campamento sin ser vistos por los guardias.
• • •
Una vez estaban a salvo, tumbaron a Emma en una de las camas libres de aquel cuarto y comenzaron a vendar sus heridas con trozos de tela desgarradas de su ropa.
-Jake, Jake... Jake- no paraba de repetir ella entre sueños una y otra vez.
-Emma, ¿qué ocurre?- preguntó su amiga Cristine.
-Jake... no es de los nuestros, nos ha...traicionado- logró decir con dificultad.
-¿Cómo dices?- intervino Sullivan sorprendido.- Supongo que el fuego la ha desorientado.
-¡Tenéis que escucharme!- exclamó mientras se incorporaba de la cama.- Y su hermana, probablemente sea también su compinche.
-Oye, eso es una acusación muy grave- añadió Lucy quien estaba sentada a los pies de la cama cuidándola.
-Margaret- dijo señalándola con el dedo.- Sé que sabes toda la verdad. Dínosla y no te delataremos. De lo contrario, prepárate para lo peor.
La joven comenzó a llorar desconsoladamente, había sido descubierta y no tenía posibilidades de salvarse.
-Es cierto. En realidad, no voy a esconderme. Jake y yo somos los hijos de Fitzgerald Strauss. Ese es su nombre real- alcanzó decir entre balbuceos.- Pero, a diferencia de mis hermanos, yo nunca quise llegar a esta situación. Jamás he querido el mal o la guerra para mi planeta ni para Kendratán.
-¿Entonces, porqué sigues trabajando para ellos?.
-Ya no más, no quiero seguir formando parte de ese estúpido plan. No quiero seguir siendo responsable de ninguna crueldad. Os ayudaré a librar esta batalla. A ponerle fin.
-¿Cómo podemos confiar en tu palabra, Margaret?.
Ésta, se puso en pie y señalando el símbolo de fuego de su muñeca el cual estaba iluminado dijo:
-Moriría por mis amigos, por mi elemento, por salvar todo aquello que amo. Por Kendratán.
Nunca supieron que la certeza que aquellas palabras fueron muy auténticas, pues de repente comenzó un tiroteo a distancia alcanzando la habitación, rompiendo todos los cristales y destruyendo todo a su paso.
Los veteranos habían descubierto su paradero desde el otro lado del campamento. Me gustaría decir que sólo hubo daños materiales, sin embargo una de las balas atravesó el pecho de Margaret mientras su sangre se esparcía por todo el suelo.
ESTÁS LEYENDO
Elementos
FantasySINOPSIS "Nunca subestimes el poder del agua" En el día de su décimo octavo cumpleaños, Emma Stevenson recibe un regalo de su abuela un tanto peculiar. Su apariencia externa es un libro; pero en realidad es mucho más que eso. A partir de él, cambia...