Comenzó a caminar despacio entre los árboles del bosque para no ser descubierta cuando vio a un grupo de novatos Aclaryels pasar por su lado. Ella se agachó escondiéndose detrás de un grueso tronco para ocultarse. Aquellos jóvenes portaban armas, trajes militares, y pesadas cajas metálicas con contenido radiactivo en su interior. O al menos eso dejaba ver el símbolo externo que ésta poseía. Era como si estuviesen preparándose para algo grande.
Las sospechas de Emma estaban en lo cierto. Aquello era mucho más que unos simples juegos, tenían un propósito mayor.
Notó como alguien se aproximaba por detrás tapando su boca para evitar cualquier grito. Se giró para comprobar de quien se trataba. El chico retiró su mano para dejarla hablar:
-¡Curtis! ¡No sabes lo que me alegra verte por aquí!.
-Baja el volumen o nos descubrirán. No puedes estar aquí. Debes marcharte, no es seguro para tí.
-¿Por qué dices eso?- preguntó mientras veía detalladamente a su amigo, quien también llevaba puesto aquel traje. -Pareces un guerrero.
-Hay muchas cosas que contar. Pero este no es el mejor momento. Regresa mañana, a la misma hora y en el mismo lugar.
Y Emma cumplió con su palabra. A la noche siguiente, se presentó en el bosque de Kendratán esperando bajo la rama del viejo roble caído. A lo lejos, divisó la imagen de su amigo acercarse.
-Te he echado de menos amigo- dijo al abrazarle.
-Puaf, Emma. ¿Desde cuándo me das esos saludos?. Yo también me alegro de verte.
-Tienes que contarme todo lo que sepas. Además, durante estos días he investigado bastante y no vas a creer lo que he averiguado.
-Oye escúchame, no tenemos mucho tiempo. Así que deja que hable yo primero. En esta semana que has estado fuera de Homeland han pasado muchas cosas. La Subdirectora y todo el equipo directivo de este campamento ha sido despedido. Ahora, es Mike y sus amigos los que regentan esta escuela.
-¿Lo dices de verdad?. ¿Qué idiota dejaría a cargo a Mike de este lugar?.
-Fitzgerald.
-¡Tú también sabes acerca de su historia!.
-Atiende Emma. Fitzgerald escapó de la cárcel hace varios meses junto con sus colegas políticos y empresarios. Ahora son refugiados de la ley y nadie puede tocarles ni un pelo. La policía, también está implicada. No podemos fiarnos de nadie.
-¿Qué es lo que buscan?.
-Crear una rebelión. Él sólo quiere una cosa, hacerse con el control y el mando de toda Kendratán y también, del planeta Tierra. En definitiva, gobernar los dos mundos que nos conectan.
-Puf, por favor. Eso es imposible Curtis- comentó ella entre risas.- ¿El mundo entero contra él?. Creo que está claro quien ganaría.
-¿No has pensado en los elementos?. Cuentan con un enorme ejército de Aclaryels poderosos que con tan solo chasquear los dedos crearía una colisión de gran magnitud arrasando una ciudad completa. Por no hablar de que, Kendratán quedaría bajo su mandato sin apenas hacer nada. Será muy fácil para él.
-Tenemos armas y ejércitos para defendernos.
-Creándose así una guerra civil entre los dos planetas y entre Aclaryels. Todos los humanos, familias, incluidos nosotros seríamos sometidos.
-¿Crees que ha sido Fitzgerald quien ha estado mandando todas esas cartas con mensaje?.
El ladrido de unos perros rastreadores alertaron a ambos.
-¡Mierda! ¡Te están buscando!.
-¿Cómo?. Solo tú sabes que estoy aquí.
-Emma, tienes que ayudarnos. Nos tienen retenidos aquí en Homeland, nos entrenan día y noche como soldados para su ejército. Mike es más que un veterano, es un coronel de la armada de Fitzgerald...
-¡Alto! ¡Quién anda ahí!.
-Vete Emma, yo les distraigo. Corre.
Ella marchó veloz sin poder despedirse de su amigo, buscó su libro entre la húmeda tierra para poder escapar pero una bala se interpuso en su camino tirándola al suelo dificultando su movimiento.
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Elementos
ФэнтезиSINOPSIS "Nunca subestimes el poder del agua" En el día de su décimo octavo cumpleaños, Emma Stevenson recibe un regalo de su abuela un tanto peculiar. Su apariencia externa es un libro; pero en realidad es mucho más que eso. A partir de él, cambia...