CAPÍTULO 62. Respuesta encontrada

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Jake desvió la vista hacia el suelo agachando su cabeza. La chica, le había formulado una pregunta bastante incómoda cuya respuesta era evidente que él conocía. Pero de la que no debía aportar nada de información.

-No seas cobarde y da la cara Jake- anunció Emma con ímpetu.- Dime qué es lo que sabes acerca de esa profecía.

El joven alzó la mirada clavando sus ojos directamente en los de ella:

-Si quieres obtener una respuesta verdadera, sólo tienes que visitar al Árbol Sagrado. Él te la concederá.

No tardó ni un sólo segundo cuando la joven salió disparada hacia el interior del bosque corriendo a gran velocidad. Emma debía encontrar una respuesta. ¿Acaso el árbol se la daría?. Sólo había una forma de averiguarlo.

Corría desesperada en plena oscuridad, la luz de la luna y de las estrellas con su tenue luz blanca iluminaban su camino. Todo el sendero parecía exactamente el mismo. Los altos pinos de largas y anchas ramas impedían su paso con claridad. Una de ellas le propició una pequeña herida en el mentón que sangraba ligeramente.

Pero por fin, cuando parecía no hallarlo, lo encontró. El Árbol Sagrado. Allí estaba. Tal y como Curtis le había dicho en una ocasión, el árbol había regenerado. Y además había emergido con una gran cantidad de energía y luminosidad en su interior. El poder del Éter, había resurgido de nuevo.

La brillante y potente luz blanca que irradiaba el árbol permitió a la joven aproximarse hasta llegar a él. Se acercó temerosa de lo que pudiese pasar. Lanzó su mano hacia delante para poder tocar el tronco de éste pero su acción fue interrumpida con la inesperada llegada de Rem.

-¡No lo hagas Emma!, ¡no toques el árbol!. ¡Yo te contaré la verdadera profecía!.

Pero era demasiado tarde. Emma no esperó en apoyar su mano entrando en contacto con la madera de aquel poderoso árbol cuando su símbolo azul del antebrazo se iluminó, sus ojos, volviéndose blancos hacia atrás, su cuerpo comenzó a temblar, a estremecerse. Había conectado con el Éter y ya no había vuelta atrás.

De repente, una cantidad de imágenes sin fin se proyectaron en la mente de Emma. Todo eran recuerdos del pasado vivido en Kendratán. Pero, comenzaron a brotar imágenes nunca antes vistas que no formaban parte de su historia.

En una de ellas, Emma estaba sentada en una elegante y larga mesa de reuniones, en un enorme y lujoso salón con todo tipo de detalles. Estaba hablando con alguien, cuyo rostro y voz no lograba identificar. Ella estaba alterada, de sus ojos brota una simple lágrima que seca con facilidad con la manga de su camiseta. Se alza de la silla, estrecha la mano con la persona desconocida y se marcha de la habitación.

A continuación, se observa a ella misma con un gran sentimiento de maldad, ira y furia. Sentimientos con los que manipula su poder, destruyendo ciudades, provocando el caos, asesinando a miles de inocentes, y enfrentándose a sus propias amistades.

En una de las escenas proyectadas, ella entabla una lucha de vida o muerte con su mejor amigo Curtis, observa cómo éste está a punto de caer y no dudaría en matarlo ni por un instante.

-¡Basta!, ¡basta!- gritó Emma con toda su energía retirando la mano del Árbol.

Asustada y sorprendida, lleva sus manos hacia la boca que no paraba de temblar. ¿Lo que había visto era acaso el futuro que se esperaba?. ¿Acaso iba a pasarse al bando equivocado?.

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