CAPÍTULO 9. La desastrosa competición

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Cuando Emma pudo reconocer lo que tenía frente a ella sumergido, abrió sus ojos ampliamente y la impresión provocó que tragase una gran cantidad de agua, lo suficiente para no poder respirar mientras luchaba por subir a la superficie.

Al fin, logró salir. Tomó un poco de aire mientras se daba golpes en el pecho para poder toser y así expulsar el agua. Era evidente que no había sido la única sorprendida. Más que sorprendida, asustada; y con motivo.

Tardó un par de segundos en recomponerse y concienciarse del peligro. Todos nadaban alborotados de un lado a otro sin sentido, gritaban "¡socorro!, "sacadnos de aquí!", atemorizados de horror.

Emma pudo reconocer de entre todas aquellas voces una en particular. Curtis también estaba allí.

-¡Emma!. ¡Corre aquí con nosotros!. ¡Vamos nada deprisa!

Recapacitó y se apresuró lo más rápido que pudo hasta dar con ellos. Allí estaban todos, arrinconados en uno de los extremos de la piscina. Alice y Curtis, Sullivan y los hermanos Strauss.

-¡Que narices es todo esto! ¡Es un puñetero tiburón! ¡Nos quieren matar!-gritó Margaret desesperadamente.

-Calma chicos, pensemos con clarid...

-¡Curtis como nos vamos a calmar, imbécil!- interrumpió Alice.

En aquel momento, uno de los veteranos que observaba desde arriba se hizo con el megáfono.

-¡Chicos, chicos! ¡No os preocupéis!. No se trata de un tiburón real. En realidad, es totalmente artificial aunque parezca ser auténtico. Los ingenieros han echo un gran trabajo. ¡Escuchad!. No corréis ningún tipo de peligro, no os hará daño. Pero si queréis finalizar con esta primera prueba deberéis derrotarlo. Utilizad cualquier recurso que queráis. Pero recordad, que el ganador o ganadores recibirán un premio al final de los juegos. Enorgullecer a vuestro elemento, Aclaryels.

En cuestión de segundos todos se lanzaron precipitadamente sobre el tiburón robótico, propiciándole todo tipo de golpes.

-¿Son tontos o qué?, es como darle golpes a un coche. No vais a destruirlo de esa manera estúpidos!-gritó Alice hacia la multitud.

-Es mejor eso que nada, ¿no Alice?-añadió Margaret.

-¿Y si esperamos a que lo destrocen a base de puñetazos y nos quedamos aquí?

-¿Enserio, Sullivan?-dijo Margaret con sarcasmo- cuanta más ayuda tengan antes saldremos de aquí. Así que vamos.

Sin dilación, nadó lo más rápido que pudo hasta alcanzar al tiburón. Se posicionó frente a este y de sus manos comenzaron a brotar pequeñas chispas de fuego dirigidas hasta él. Alice, Jake, Sullivan y Curtis siguieron inmediatamente el ejemplo de Margaret, junto con el resto de Aclaryels de fuego que se unieron a la causa. Entre todos, crearon una enorme llamarada de fuego en la aleta dorsal del animal, expandiéndose las llamas por toda la superficie externa al agua.

Los demás no fueron menos y también participaron. Los de Tierra, crearon enormes y grandes ramas de madera con las cuáles pudieron contener los movimientos del tiburón y atraparlo. Por el contrario, los de Aire crearon una gran ventisca que permitió desplazarlo hasta arrinconarlo en aquella fosa y retenerlo. Todos estaban colaborando, menos los de Agua. Por algún motivo, se sintieron impotentes al no saber qué armas aplicar. Sin embargo, Emma actuó rápidamente.

Observó que en lo más profundo de aquella piscina podía apreciarse como una redonda puerta metálica de la cuál estaba claro que había salido la bestia. Allí es donde debía llegar. Sumergida, buceó a gran velocidad a través de la profundidad de las aguas. Jake, quien reconoció su plan, abandonó a los demás para poder ayudarla.

Una vez que los dos dieron con aquella puerta, cogieron de lo que parecía una especie de pomo y al unísono tiraron para ellos con gran fuerza, pero esta no se abría. Lo intentaron en numerosas ocasiones y no hubo resultado.

El tiempo corría y notaban como se iba haciendo evidente la falta de oxígeno. Debían darse prisa si querían acabar con aquella prueba.
Pero, un milagro tuvo lugar. El símbolo en forma de espiral azulado apareció de nuevo en el brazo de Emma, iluminando todo el fondo. De la mano de ella, surgió una burbuja de agua; del tamaño de una pelota pequeña. Su instinto le decía que debía coger aquella gota y metérsela dentro de la boca. Así hizo, y su cara de satisfacción no tenía precedentes.

Podía respirar bajo el agua.

Rápidamente, repitió el proceso con otra gran burbuja y se la introdujo en la boca de Jake. Aquel momento de alivio, hizo que a pesar de la situación se cruzasen sus miradas con una amable sonrisa. Fue, un momento de pura magia.

Volvieron a la tarea, y tras arduo esfuerzo lograron abrirla finalmente. Salieron a la superficie a avisar a todos dónde estaba la salida para encerrar al tiburón. La prueba, finalmente acabó.

Del cielo, aparecieron numerosas escaleras flotantes de cuerda, de donde debían colgarse para ascender a la superficie de nuevo. Una vez estaban todos de nuevo reunidos en estadio, uno de los veteranos se hizo con la palabra.

-¡Enhorabuena chicos! ¡Ha sido espectacular!. Me alegra ver que este año vienen alumnos fuertes. ¡Un fuerte aplauso!

Se creó un gran estruendo de aplausos y risas de alegría. Habían logrado superar la competición.

-Gracias chicos por participar. La primera prueba ha sido finalizada. Sin embargo, aún quedan más. Pero no adelantemos acontecimientos. Antes de marcharnos, debemos hacer una mención honorífica a todos los que habéis usado vuestros elementos para combatir al animal, a pesar de no saber manejarlos aún. Sin embargo, muy a mi pesar, un grupo de Aclaryels se ha mantenido al margen de esta prueba sin participar: elemento Agua.

-¡¿Qué?!- gritó una voz femenina entre el público dejando en silencio a los demás.

Se trataba de Emma, quien estaba demasiado indignada.

-¡He abierto la dichosa puerta metálica para capturar al tiburón! ¿Acaso eso no cuenta?.

-¿Cómo te llamas chica?-preguntó desde lo alto del edificio el veterano.

-Emma Stevenson.

-Emma, recuerdo que otro joven, Aclaryel de fuego, te ha ayudado a hacerlo. Además, independientemente de ti, el resto de tu equipo no ha echo absolutamente nada. Aquí evaluamos el trabajo en grupo y la capacidad de superación, no tu pequeña aportación mediocre. Aprende a perder, no te obsesiones en la victoria y busca mejorar para la próxima vez. ¡Poneos las pilas Agua!.

Emma se marchó disgustada de entre la multitud, no tenía intención de volver a competir por nada ni nadie más.

-Bueno, retomando el asunto. Los claros ganadores de esta primera prueba por ser los primeros en iniciar el ataque son: ¡FUEGO!.

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