CAPÍTULO 60. La profecía

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-¿Una profecía?.

-En efecto. La profecía de los elementos. Aunque deduzco que no tienes ni idea de lo que estoy hablando, ¿cierto?. Cuentan que cuatro jóvenes Aclaryels se diferenciarán de los demás por ser superiores en poder y en magia. Cuatro Aclaryels cuyo elemento y su control sobrepasa lo inimaginable. Y por ello, son muy peligrosos. Al menos, eso es lo que dice.

-Nunca había oído hablar de ella. Aunque, parece una ridícula leyenda que cuentan a los niños pequeños para asustarlos.

Rem se incorporó de su sitio y se aproximó hasta la joven sentándose a su lado.

-Deberías creer en ellas, Emma. No son ninguna tontería. Son sabiduría. Son memoria- respondió con gran seriedad mientras miraba al frente.

-¿Por qué te pones tan serio?- comenzó a reír a carcajadas durante unos instantes hasta percatarse del silencio de la noche y el eco de su voz.

-¡Cállate insensata!, ¡nos vas a delatar!- exclamó entre susurros.- No quería que lo supieras aún pero veo que no me dejas otra opción.

Emma observó la intensa y fija mirada de Rem hacia ella. La miraba furioso, y al mismo tiempo con cierto temor por el secreto.

-¿De qué estás hablando Rem?.

-Piénsalo un poco Emma. ¿Cómo es que puedes comunicarte con tu elemento y el contigo?, ¿por qué escuchas voces que proceden del mar?, ¿por qué tu símbolo del agua que llevas en tu brazo se ilumina?. Todo tiene una explicación. Tú formas parte de esa profecía, tú eres un Aclaryel especial.

Perpleja, se levantó sobresaltada del suelo y se retiró a unos cuantos metros de su compañero.

-¡No estoy para bromas!.

-¡No es una broma, cabezona!, ¡yo también formo parte de esa profecía!, ¡y no eres la única!. No te creas el ombligo del mundo.

Boquiabierta y con los ojos bien abiertos, comenzó a dar patadas contra la torre de vigilancia. Estaba sorprendida ante la noticia, ¿cómo iba a esperar aquello?.

-El muro no tiene la culpa, déjalo en paz. Ven- se acercó hasta ella y la abrazó por la espalda.- Te lo contaré todo con tranquilidad si me dejas explicarme y me escuchas con atención. ¿Vale?.

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