Aparcaron el coche en uno de los parking de la pedanía alejado de donde se encontraba el escenario y todo un público adolescente.
Por un momento, se les había olvidado que ellos también lo eran. Eran jóvenes, y a pesar de todo lo que había sucedido tenían que disfrutar. Aunque fuese complicado, especialmente para Emma.
A pesar de todo, estaban expectantes e ilusionados. Iba a ser una noche diferente y tenían claro que lo pasarían genial. Cuando bajaron del coche, la chica repartió las entradas a cada uno de ellos y se dirigieron hacia la multitud. Aquella noche tocaban los "Skeleton Wolfs", un grupo rock de jóvenes músicos que aunque no eran demasiado conocidos, para ella eran los mejores. Solían venir cada año, pero nunca conseguía ir a verlos. Hasta ahora.
Los Skeleton Wolfs aún no habían llegado, pero el ambiente estaba bastante animado gracias a los teloneros. Los jóvenes entraron y buscaron un buen lugar donde asentarse y permanecer toda la noche. Pero, eso no fue así.
-Chicos, voy a por bebidas. ¿Queréis algo?- preguntó Cristine mientras sacaba dinero de sus bolsillos.
-Buena idea guapa, te acompaño- aprovechó Curtis para irse con ella en busca de refrescos.
-Esperad, esper...- ella no tuvo tiempo de responder cuando sus amigos se marcharon.
-Está claro que no les caigo demasiado bien- añadió Jake la conversación.
-Vamos, es normal. Eres el hijo de nuestro enemigo y su antiguo compinche. ¿Tú que crees?.
-Pero, tú si confías en mí. Emma.
De nuevo, no pudo evitar sonrojarse ante aquella contestación. En realidad, él tenía razón. Ella confiaba en él ciegamente y eso, no sabía si sería bueno o no.
-Sin embargo, quieres que confíe en ti. Parece que eso te agrada.
Por primera vez, Jake enmudeció. Sullivan y Lucy vieron la situación y decidieron ir a buscar a los demás para así dejarles solos.
De repente, la música de la batería del grupo de rock despertó una gran admiración en el rostro de Emma. El concierto iba a empezar. Estaba tan emocionada que ni siquiera se percató de que estaba a solas con Jake y sus amigos no estaban.
Comenzó a sonar una de sus canciones favoritas y la alegría la inundó por completo.
No paraba de saltar, bailar y cantar la letra de todas las canciones. Era como una niña pequeña en un parque de atracciones.Llegó un momento en la noche en la que observó que sus amigos tardaban mucho en regresar. Echo un vistazo a su teléfono pero vio que no tenía ninguna llamada perdida o mensaje, así que decidió llamar a alguno de ellos. Pero no recibió respuesta de ninguno.
-¿No contestan?-preguntó intrigado el joven.
-Eso parece. Quizás no nos encuentran. Deberíamos buscarles.
-Es mejor que nos quedemos aquí. Al menos saben que estamos donde antes y así hay menos posibilidad de perderse.
-Tienes razón.
La música seguía sonando a todo volumen, aunque ella ya no le estaba prestando tanto atención a su grupo favorito, pues Jake la estaba mirando fijamente sin decir ninguna palabra. Completamente serio.
-No sabía que te gustaba, Emma.
-¡¿Qué dices?!, tu no me gustas.
-Lo vi en el simulacro.
Con aquel comentario se creó un silencio incómodo entre ambos a pesar del ruido del concierto.
-Y qué si me gustas. Sinceramente, estoy cansada de este jueguecito, porque eso es lo que parece que soy para ti. Mientes y engañas a todos, te haces pasar por alguien que no eres y para colmo te entrometes en mis sueños y sentimientos. Te odio tanto, que no sé porque estoy aquí a solas contigo esta noche.
-He mentido, he engañado y reconozco haber echo cosas horribles de las que me arrepiento. Pero todo lo que está relacionado contigo es real. Siempre lo ha sido.
-Y que hay de Olivia.
-Olivia forma parte del pasado, la olvidé mucho antes de entrar a Homeland. No fue una decisión fácil, pero tuve que hacerlo por muchos motivos y uno de ellos era que no sentía lo mismo por ella que cuando la conocí.
-Creía que fue por obligación de tu familia.
-Eso también influyó.
-Mira Jake, creo que este no es el mejor lugar para habl...
-Me gustas. Y sólo me gustas tú- interrumpió el chico aproximándose hacia ella.
-Cómo puedo fiarme de tu palabra. Cómo sé que no es una trampa.
-Porque yo manipulé tu simulacro. Fui yo quien se introdujo dentro de aquel sueño y te intenté disuadir de la idea de Olivia. Pero como veía que no me creías ni me hacías caso tuve que besarte.
Emma se quedó completamente perpleja ante aquella declaración.
-¡¿Manipulaste mi prueba?!.
-¿Eso es lo único que has sacado en claro de todo lo que te he dicho?.
Jake agarró con fuerza el brazo de la joven para acercarla junto a él y robarle un apasionado beso bajo las luces nocturnas del cielo azul.
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Elementos
FantasySINOPSIS "Nunca subestimes el poder del agua" En el día de su décimo octavo cumpleaños, Emma Stevenson recibe un regalo de su abuela un tanto peculiar. Su apariencia externa es un libro; pero en realidad es mucho más que eso. A partir de él, cambia...