CAPÍTULO 14. Escapada nocturna

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-Bien alumnos. Buenas tardes, retomaremos con las clases prácticas que dejamos a medias la semana anterior. Hoy veremos como el Agua, es un elemento de protección. Imaginad que estáis en peligro, os acechan con balas o flechas. ¿Qué hacéis?.

-¿Crear una enorme ola?-dijo alguien del fondo de la clase.

-Podría ser una opción, pero no debemos mandar un tsunami a todo lo que se nos interponga en el camino. Esa no es la solución-respondió el profesor McDenverly.- Lo que debéis hacer es crear un muro de agua de contención, o una cápsula donde resguardaros. Para ello, debéis imaginadlo en vuestras mentes y plasmarlo con vuestras manos. Adelante, intentadlo. 

Mientras practicaba una y otra vez, Emma recibió una pequeña nota de papel que alguien le había lanzado del exterior a través de la ventana. Era de Curtis: "Nos vemos esta noche a las 1:00h en la puerta principal, no me falles."

                              • • •

Llegada la hora de quedada, Emma salió en plena oscuridad de la noche a hurtadillas para no ser pillada.

-Pensé que no ibas a venir.

-Nunca te he fallado, Curtis. A pesar de estar saltándonos las reglas.

Emma se subió a los hombros de Curtis quien la impulsó para poder saltar la muralla. Y acto seguido, ella le ayudó a saltar y así huir en dirección al bosque.

Una vez en las profundidades de la arboleda, se detuvieron tras el tronco de un gigantesco árbol.

-Aclaremos un par de aspectos. ¿A quiénes estamos persiguiendo exactamente?.

-A los veteranos, Emma.

-¿Y si esas reuniones son para volver a retomar los juegos? ¿Podría ser no?.

-No lo creo. De ser así contarían con la colaboración de todos en el campamento, en lugar de escaparse por las noches hasta aquí.

-Hagamos una cosa, dividámonos para buscar más información.

-¿Qué dices? ¿Y si nos descubren?. Es mejor que lo hagamos juntos.

-Escúchame, confía en mi. Todo saldrá bien.

Y sin escuchar lo que le estaba diciendo, Emma se marchó precipitosamente por uno de los senderos del bosque alejándose de su amigo.

Estuvo caminando durante una larga hora y no encontró ni rastro de ninguna persona, reunión o algo que se le pareciese. Pero, a lo lejos pudo divisar una clara luz blanca en plena oscuridad.

Sigilosamente se dirigió hacia ella y se topó con la orilla del mar. Desembocó en el mismo lugar en el que había estado la noche anterior con sus amigos.

Emma estaba completamente absorta con la hermosa luz blanca de luna que iluminaba toda la costa. Se reflejaba en la superficie del agua creando una hilera brillante cuya vista no lograba alcanzar en la larga distancia.

De repente, escuchó como una pequeña y suave voz pronunciaba su nombre, casi como un susurro que llevaba el viento. Era música para sus oídos, no estaba asustada; sino todo lo contrario, le transmitió una enorme sensación de paz y calma.

El símbolo de su brazo volvió a iluminarse, y en aquel instante tenía la necesidad extrema de tocar el agua que tenía frente a ella. Es como si alguien la estuviese llamando. Como si el agua, quisiese algo de Emma. Sin dilación, se introdujo poco a poco dentro del mar. Estaba completamente hipnotizada con la hermosura de aquel momento. Cerró sus ojos y se sumergió por completo.

Armonía, tranquilidad, paz, plenitud. Miles de emociones afloraron en ella mientras se encontraba bajo las aguas. Notaba como diferentes corrientes marinas, algunas cálidas y otras más frías, rozaban su rostro creándole un escalofriante cosquilleo. Flotaba, su peso no tenía importancia. Sus cabellos se movían despacio, lentamente, formando perfectas ondas. Silencio, un absoluto silencio sobrecogedor que envolvía todo el ambiente.

Por primera vez en mucho tiempo, Emma había entrado en contacto absoluto con su elemento y, comprendió lo bello y poderoso que era. Comenzó a valorar verdaderamente lo que tenía.

Abrió sus ojos, y a pesar de no poder ver demasiado, de entre las profundidades del mar emergió una segunda carta como la que encontró el día anterior. Su símbolo le había guiado hasta ella para encontrarla. Sorprendida, Emma la agarró rápidamente y salió del agua.

Corrió a gran velocidad retomando su camino hacia el bosque para reencontrarse con Curtis. Cuando pudo divisarlo, se aproximó sutilmente hasta llegar a él.

-¿De dónde vienes? Estás completamente empapada.

-Vengo de la playa.

-Ah, muy bonito. Yo aquí preocupado, jugándome el pellejo y tu remojándote con tranquilidad en el agua.

-Préstame atención. ¿Has averiguado algo?.

-Nada. Sólo he visto que estaban recogiendo leña para crear fuego, pero se han acercado a mi zona y he tenido que marcharme. ¿Y tú?.

-He encontrado esto.

-Otra carta, ¿elemento Fuego?

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-Otra carta, ¿elemento Fuego?.

-Exacto, y observa el dorso. Contiene otro mensaje:

"Estad en alerta y tened cuidado, sino queréis hacer arder a todos".

-Emma, volvamos al campamento. Tenemos que pensar en todo lo que está sucediendo.

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