Por fin las cosas parecen estar tomando el lugar que le corresponden; sin embargo, el proceso no será fácil para ningún miembro de Carta Blanca ni aliados.
Gibrán y Samantha por fin están juntos después de haber ideado un plan perfecto para escapar...
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— No es lo que crees.
— O puede que sí...
Lo solté con molestia. — Alégrate de que aprecio a Jack, por eso vives. — dije desconectado de mis sentidos, caminé en dirección a Sam. — No lo puedo creer. — dije con un nudo en la garganta, me aflojé la corbata, siento que no puedo respirar.
— S-sé que luce mal, pero te juro que jamás fue en serio, él ni y yo nunca tuvimos una cita ni nada parecido, apenas le di un gramo de mi amistad.
— ¡Oye! — reclamó.
— ¡Cierra la maldita boca! — Suspiró — Yo creía que se trataba de una broma cuando mi madre me lo dijo, ella llegó preguntando si me imaginaba casada con él tras haber jugado a la casita.
— Y me pusiste a hacer la limpieza, eso fue injusto.
— ¿Es mucho pedir que te largues de una buena vez?
— Esto es una puta burla. — me quité el saco y caminé al segundo piso, con Sam detrás.
— Gib.
— Déjame en paz, ahora el que no quiere hablar soy yo, vete. — le cerré la puerta, me froté la cara y me senté en lo primero que vi, gruñí mil veces, me levanté, pateé lo que tenía cerca, me alboroté el cabello, no es posible, no lo es. — ¿Por qué?
— ¿Gib?
— Brady, que bueno que estás acá.
— Deberías estar abajo.
— No me interesa, necesito un cigarro.
— Gib.
— ¡Un puto cigarro! — farfullé, Brady me dio un cigarro, lo encendió en mi boca y le quité la cajetilla. — ve abajo, que nadie suba.
— ¿Estás bien?
— Lo estaré. — susurré mientras fumaba, sentado en la cama. — tráeme una botella de chardonnay francés de mi productora, sé que clase de plaguicidas usamos, por favor, quiero vino, ya sabes, beber mucho sin emborracharme en exceso.
— Si te emborrachas ya es un exceso.
— Te vale, trae mi botella y vete. — dije antes de seguir fumando, no tengo nada en la mente y es una maldita mierda, no puedo evitar pensar que si no fuera porque ese pendejete de Ethan se siente benévolo no podría casarme con Samantha, miré mi anillo y apreté la mandíbula.
— Aquí está tu chardonnay.
— Gracias, sal de acá, que nadie haga nada fuera de lo usual y ponle mucho purgante a la bebida de Becher, hijo de puta bocón. — dije antes de destapar la bebida y servirme en una copa.
— No te excedas.
— No te aseguro nada. — Brady salió de la habitación, y así se me fueron varios minutos, fumando, bebiendo, pensando en todo y nada, miré la copa de la que bebía. — sabe a chardonnay Palacios, el mejor de Francia, hurra por Gael Nemo homosexual. — dije sonriendo; me acerqué al balcón, puse mi copa a un lado, miré la copa ¿Qué hace esta copa acá? Entonces me percaté de que era una copa de colección de mamá. — voy a morir si la rompo, negué con la cabeza y di otra calada a mi cigarrillo, clavé la mirada al infinito cielo de Tequila.
