CAPITULO XXXVII "UN EQUIPO DE FÚTBOL"

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— Bueno

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— Bueno... — sacudió la cabeza y subió al auto — ¿Pones la ruta en el GPS? O si lo prefieres me guías.

— Supongo que es igual. — susurré, Bárbara encendió la radio y para mi mala suerte, salió una de nuestras canciones, que dé tiempo a la fecha, me irritan; cambié la canción sin mirar a Bárbara.

— ¿Amor?

— Ya me estoy desesperando, y no tomes eso como que me arrepiento, hubiera dado mi vida por ti, pero esto me está rebasando. — acepté y sentí como si hubiera lanzado la lápida que cargaba en mi espalda a otro lugar.

— Nadie nunca dijo que esto sería fácil, mi amor — dijo tomándome de la mano —. Ya pronto verás que esto sólo será una anécdota más para nuestros hijos.

— Vi como la mirabas, a la mujer embarazada.

Tragó saliva poniendo más atención de la necesaria al camino — Con los ojos ¿qué no? — bromeó en una vago intento por disimular.

— Vamos a buscar nuestro bebé hoy después de la cita. — afirmé.

Pisó el frenó y de milagro no terminé estampado en el vidrio — Repítemelo.

— Vamos a tener sexo hoy, si quieres ser madre, serás madre.

— Pero... Creí que no querías tener un bebé.

— Yo nunca dije que no quería un bebé, dije que era pronto.

Seguía estupefacta — ¿De verdad quieres tener un bebé conmigo? — cuestionó con ojos brillosos.

— Quiero un equipo completo.

— ¡No me jodan! — me abrazó por el cuello y comenzó como si no hubiera mañana — Gracias, te amo, te amo, te amo infinitamente.

— Yo también te amo, hoy vas a quedar embaraza. — dije con cierto ego.

— Gracias por la confirmación — dijo riéndose

— De nada cielo, a tu derecha.

— Cierto, la clínica — rió estacionando el auto —. Ahorita te ayudo con la puerta ¿okay? — me dio un beso —. Eres asombroso.

— No te preocupes, si te puedo embarazar puedo bajarme.

— Descuida, me gusta echarte la mano.

— Yo puedo cariño, en serio, tus espermas están a salvo.

Soltó una carcajada — No vayas a repetir eso delante de tu madre.

— Doña policía, mi madre tan bella. — dije con la mano en el pecho.

— Es la mejor suegra del mundo, aunque admito que doña Victoria es una buena contendiente.

— Es una santa, pero mi mamá tiene cara de mala, la tía Vico no.

▬SHOOT ME DOWN: OR LOVE ME HARDER ▬PARTE 3.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora