Me quité la camisa y la aventé lo más lejos que pude, bajé las escaleras preparando el arma.
— Gib, chaleco. – era protocolo, yo había escrito el protocolo y sería muy malo que el autor se lleve la contra así que me lo puse, Danthe me dio un transmisor y un auricular.
— Querrás escuchar esto. – me coloqué el auricular.
— Adelante cisne. – elevé las cejas ¿Qué hace Elizabeth aquí?
— Mago, lince está herido y perdimos a la reina. – el corazón me latió en la boca, intenté calmarme pero la verdad es que no tengo fama de eso, me ajusté las musleras donde portaba dos armas mientras Josh y demás cubrían la parte baja.
— Se quedan, yo voy por ella. – Salvador se quitó el auricular y se acercó a mí. –
— Estás muy pendejo si crees que irás solo. – me advierte.
— Lo estoy, encárguense de esos pendejos, iré por mi esposa, los veo a las afueras de Roma, consigan transporte para volver.
— Gib ¿Qué hacemos cuando tú mismo violas tus leyes?
— El derecho de autor incluye la modificación y las excepciones hermano, tengan cuidado. – soy el rey trepa muros y no lo iba a dejar en entredicho ahora, así que en cuanto me ajusté los guantes y el pasamontañas estaba ajustado, salté por la ventana y fue así como logré bajar hasta la motocicleta mientras los míos evitaban que me disparasen desde otros ángulos. La realidad es que estaba demasiado molesto, estaba realmente molesto y eso se tenía que notar, suspiré profundo mientras corría hasta la moto, saqué mis armas y disparé al que se me atravesó, le busqué los cables a la moto y la encendí de la manera rudimentaria y aceleré a fondo mientras sentía los disparos rozarme la piel, tal vez acertaban, tal vez no, eso era lo de menos porque Sam no estaba a salvo, no podía siquiera morir ahora, ella me necesitaba y yo mucho más a ella, aceleré tratando de pensar que el tiempo se detendría mientras yo llegaba hasta ella. En el camino me encontré con Tuddor que tenía a mi primo en el suelo, se veía angustiada.
— Ve por ella antes de que sea tarde.
— Encárgate. – ella asintió, volví a acelerar mientras miraba el edificio de cristal, aceleré de nuevo y al escuchar bullicio, entré con todo y motocicleta al lugar. — ¡Salgan! ¡Rápido! – le ordené a la gente que se encontraba aún dentro, subí algunos pisos con la motocicleta. – si subí montañas con moto que no pueda subir unas escaleras con la motivación del mundo ¡Ja! Continúe subiendo hasta el tercer piso en donde me recibieron con disparos, dejé la moto ahí, revisé mi cargador y disparé. Lanzaron algunas botellas hacia mi posición y todo comenzó a incendiarse.
— ¡Bienvenida a la fiesta, rey negro!
— Te equivocaste de chica, pudiste tomar a cualquiera pero no, tenías que tomar la mía.
— Me debes varias, es genial que tenga la oportunidad de verte morir de dolor cuando le disparen en tu cara. – cuando estoy atento a lo que la gente dice puedo sacar maravillas de conclusiones que ustedes no creerían, entrecerré los ojos y volví a disparar, Sam no está aquí. Suspiré mientras observaba, tengo que seguir subiendo. El fuego se propagaba con velocidad por el piso y corrí hasta las escaleras que me llevarían al cuarto piso perseguido por las balas, dicen que de los errores a veces salen cosas maravillosas y este era mi caso, mientras corría tropecé como un verdadero bobo y caí sobre una granada quitándole el seguro, abrí mucho los ojos, la deslicé por el suelo lo más rápido que pude y me levanté torpemente para volver a las escaleras, el piso explotó mientras yo subía al cuarto piso, un sujeto me recibió arriba con una patada en la cara ¿Y este imbécil quién es?
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▬SHOOT ME DOWN: OR LOVE ME HARDER ▬PARTE 3.
Novela JuvenilPor fin las cosas parecen estar tomando el lugar que le corresponden; sin embargo, el proceso no será fácil para ningún miembro de Carta Blanca ni aliados. Gibrán y Samantha por fin están juntos después de haber ideado un plan perfecto para escapar...