CAPITULO XXVII "TOXINA"

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Le sonrió — Acabas de sepultarte tú mismo

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Le sonrió — Acabas de sepultarte tú mismo.

De la nada Jack sacó una daga, la tiró al aire y en su propio eje la clavó sobre el brazo de Noel, este se quejó y Sam aprovechó para torcerle la mano, con un movimiento rápido lo cubrió con su pierna derecha y lo hizo caer al suelo. Los hombres de Varela le quitaron el seguro a las armas, estaba dispuesto a tomar parte en la pelea, sin embargo Jack fue más rápido y sacó varios cuchillos de su espalda que lanzó hacia los hombres de Varela.

Aquellos que no les fue tan mal terminaron sacando lugar con los Anderson. Entre los dos se hicieron cargo de ellos usando piruetas, puntos ciegos y algunas combinaciones más. Sam tomó al último y le clavó el cuchillo justo en el corazón, lo dejó caer y se miró las uñas.

— Ni siquiera me arruiné el manicure.

Jack le puso el pie sobre el cuello a Noel — Déjame adivinar — se inclinó un poco — nadie te dijo que era malo jugar a la fortuna con los hijos de Texas, ¿cierto? — de manera brusca le sacó la daga —. Para la próxima, ya que soy benevolente y te dejaré vivir, cuando alguien te diga "largo" tú preguntarás "¿qué tan rápido?" — con un golpe seco en la cara lo dejó noqueado —. Ya lo pueden sacar tranquilamente.

— Se acabó la tregua, estaremos muertos antes de que amanezca. — dijo Thalía.

— Ya era hora de que alguien tuviera los huevos y ovarios, cuñada, — dijo haciendo un ademán reverente. — ese pendejo ya me tenía cansado.

— Teníamos un trato. — dije. — ellos al venir acá lo han roto.

— Nadie se mete con lo que es mío — me abrazó —. ¿Estás bien?

— Eres una digna señorita de Palacios. — le besé la frente.

— Gib, necesitamos curarte eso. — dijo mi prima Mayra, de pronto todos aparecieron.

— ¿Por qué siempre que asesino a alguien me da hambre? — se preguntó Jack —. Oye, Gib ¿no hay problema si asalto la cocina?

— Adelante.

— Esto no es bueno, colega, matamos a uno de sus esbirros.

— Fue el Sicarii, no nosotros.

— Qué básicamente está con nosotros, Edilson, gracias. — dije.

— Noel no va a dejar pasar esto.

Negó con el dedo — Pup—pup no se vale decir "el Sicarii" ¿okay? — mostró su ante brazo que aún se veía rojizo —. Esto no me lo hice por gusto. Para la próxima un "su majestad2 no estaría mal.

Sam rió — Definitivamente tienes hambre.

— Estén alertas y no sean maricones. — les dije.

— Me basta con un rey fanfarrón Jack, ve a mandar a esos que viven mil años y son expertos en sigilo, yo solo quiero aguantarlo a él, porfa. — dijo Edilson.

▬SHOOT ME DOWN: OR LOVE ME HARDER ▬PARTE 3.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora