Por fin las cosas parecen estar tomando el lugar que le corresponden; sin embargo, el proceso no será fácil para ningún miembro de Carta Blanca ni aliados.
Gibrán y Samantha por fin están juntos después de haber ideado un plan perfecto para escapar...
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Tras haberles sacado una foto a dos de mis amores caminé despacio con tal de no despertar a Curly, me le acerqué a Gib y me tomé la libertad de darle un pequeño beso sobre sus labios
— Gibby... — rocé mi nariz sobre su mejilla —... Gib, mi amor necesito que despiertes.
Se movió suavemente, abrió los ojos y me buscó el cuerpo. — ¿Estas bien? — susurró.
— Lo estoy pero, aunque no quisiera, tengo que pedirte que te muevas — le respondí acariciando su cabeza.
— Creo que fui suficientemente aburrido para que durmiera. — sonrió mientras se quitaba la mano de mi hermanito del abdomen, se deslizó de la cama y finalmente se puso de pie.
— Despacio — le dije tomándole de ambas manos.
— Lejos de dolerme menos, me duele más ¿Que rayos? — dijo mientras se frotaba las costillas.
Hice una incómoda mueca — Quizás sea por el proceso de recuperación — le dije guiándolo a la puerta, le di un vistazo a Tony para asegurarme de que todo quedara en orden con él, salimos de la habitación e hice que Gib se apoyara en mí.
— No lo sé, siento como si me hubieran pegado otra vez. — se frotó el cuello. — ¿Por qué tanto misterio?
— ¿Misterio? ¿Cuál misterio?
— Si, me sacas toda sospechosa de la habitación de tu hermano.
— Oh, bueno mi tía me recordó de que había que cambiarte los vendajes — le besé en la mejilla —. Quiero a mi esposito, eso es todo.
— Oh, alguien me extraña. — me besó la frente con precisión. — yo también te extraño cielito.
Sonreí — ¿Cómo no he de extrañarte? Eres de lo mejor que me ha pasado en la vida — sonreí aún más imaginándonos con el bebé — y ahora será al doble.
— Eiden, lo llamé Eiden y ni cuenta te diste, si Maga dice que es un niño, lo será.
— Me gusta. Suena elegante, como su padre.
— El otro nombre puedes elegirlo tú, no voy a protestar a menos que quieras llamarlo Dennis, eso será sobre mi cadáver.
Me reí — No quiero ofender a papá, pero no le voy a poner así. En todo caso creo que suena mejor Eiden Isaac, ¿tú qué opinas?
— Vas a elevar el ego del viejo. — sonrió. — No lo sé, el segundo nombre será el que tú quieras, excepto el de tu papá o alguno de su pandilla, ahí sí, tendrías que matarme o algo así.
— ¿Sería tan malo? — le pregunté sin perder lo divertido del tema.
— ¡Oh, claro, claro que sí, es como si quisieras llamarlo Ryan Emir! — dijo un poco irritado.
— Relájate, era una broma.
— Piensa bien el segundo nombre de piolín, ese apodo va de generación tras generación.
