Parte 3

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- Namjoon, cálmate, alguien puede venir...-dejó salir algunos gemidos de su boca.

- Te amo Seokjin, por favor, no interrumpas algo tan lindo como es estar contigo- Namjoon tomó con delicadeza la cintura de Seokjin y depositó varios besos en su cuello hasta llegar a las clavículas de éste.

Sí, aunque intentaban negarlo y esconderlo, Namjoon y Seokjin se amaban mucho. Se encontraban en el escritorio de su oficina, cuando de repente se escuchó un ruido en la puerta. Alguien quería entrar.

- Espere un segundo- suspiró frustrado incorporando a Seokjin mientras se dirigía a abrir la puerta.

- Disculpe molestarlo, sólo venía para hablar acerca del siguiente concurso literario- sonrió Hoseok mientras ingresaba la sala- lamento interrumpir... ¿estaban haciendo algo importante? Porque si lo hacían, claramente me puedo retirar y dejar esta conversación para más tarde...

- Claro que no, no ha interrumpido nada.- respondió Namjoon algo tenso- Por favor, dígame en qué puedo ayudarlo este año.

- Bueno... Este año he pensado que quizás podríamos cambiar algunas estadísticas durante el concurso. Quizás, podríamos...

- Disculpe, pido permiso para retirarme- interrumpió Seokjin, mientras que con una reverencia salía de la dirección.

Seokjin se sentía muy nervioso, había pasado tiempo desde la última vez que se encontró en una situación igual con Namjoon y un alumno los había visto, por ello no dudó en irse cuando el profesor Jung Hoseok se presentó en la oficina. Se dirigía por el pasillo, sin un destino fijo. Sus manos y piernas temblaban, aún no podía olvidar la cara del alumno cuando los vio en tal situación. Sin embargo, la relación que tenía con los alumnos era muy buena, y siempre hacía sociales con los estudiantes.

- ¡Seokjin!- escuchó de repente una voz que provenía desde el final del pasillo. Con cierto cuidado, Seokjin dió una vuelta. Era Taehyung.

- Hola Taehyung. ¿En qué puedo ayudarte?- respondió algo nervioso.

- ¿Ya has conocido a los nuevos estudiantes que ingresaron desde Busan?

- No. Los he visto, pero no he hablado con ellos. Se ven amables. ¿Son amigos?

- Sí- respondió emocionado- deberías conocerlos.

- Yo creo lo mismo... En el próximo receso intentaré hablarles- Seokjin sonrió, y con una reverencia continuó su camino. No estaba seguro de a dónde ir, pero estaba seguro que no quería estar cerca de la oficina del señor Kim.

Era una tarde de lluvia. El viento y las gotas inofensivas golpeaban con delicadeza el rostro de Seokjin. Se dirigía por el patio destechado hacia un lugar en donde pudiera estar solo y pensar. Él quería pensar acerca de la relación escondida que tenía con Namjoon. Le dolía tapar tal amor ante la sociedad, pero creían que era lo mejor por hacer. Sin embargo, Seokjin se sentía algo afortunado, ya que se habían presentado muchos amores ante Namjoon, pero éste siempre lo quiso a él. Con cierta precaución, se dirigió a un banco cerca del lugar de entrenamiento de los estudiantes y tomó asiento. Sí, su perfecta cabellera se encontraba algo húmeda, y sus ojos algo brillantes. Hace mucho tiempo que no se detenía a reflexionar acerca de lo que ocurría a su alrededor, y por ello se sentía muy relajado. Mirando hacia un lugar que ni él conocía, comenzó a pensar, pero no fue por mucho. Alguien o algo había interrumpido su palacio mental, pero... ¿qué era?

La flor de la Navidad; {BTS}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora