Parte 8

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- ¡Ey, Jungkook!- gritó exaltado Taehyung- ¿Me puedes ayudar a cantar tan bien como lo has estado haciendo estos días?

- We don't talk anymore, we don't talk anymore...
"We don't talk anymore, like we used to do...

- Jungkookie- rió- exactamente así.

- Simplemente es cuestión de práctica, hay distintas formas de aprender TaeTae- sonrió- pero si estás dispuesto a aprender, claro que te ayudaré.

- ¡Sí! Por favor- suplicó.

- Mmm... bien. Entonces comencemos con un entrenamiento vocal. ¿Te parece?

- Como diga, profesor- bromeó. Ambos rieron.

- Bien, entonces suspira y dí 5 veces con la escala musical "Bla bla bla bla bla bla bla bla bla...."

- ¿Qué?- rió confundido.

- Es un entrenamiento para no desafinar. Ríete, pero es efectivo al 100%- sonrió- si te da vergüenza,  puedo hacerlo contigo, así no te ves tan ridículo- bromeó.

-Hazlo conmigo- y al escucharlo, asintió.

-"Bla bla bla bla..."- comenzaron los dos, desde el "do re mi" hasta el último "do".

- ¿Qué carajo hacen? ¡Taehyung! ¿Cuántas veces te tengo que decir que las drogas hacen mal? ¿Eres estúpido? Claro que sí... ¡Pero no vuelvas pendejo a Jungkook!- interrumpió Yoongi, fastidiado.

- No nos drogamos- contestó Jungkook- estoy entrenando a Taehyung ya que me pidió que le de clases de canto. ¿Te gustaría aprender?

- No. El rap es lo mío.

- ¡Qué genial!

- Hyung... ¿Por qué no me dijiste que rapeabas?- preguntó Taehyung.

- Aishh... ¿Acaso tengo que contarte también las veces que voy al baño?- preguntó irritado, abandonándolos ante el acto.

- Hoy no es su día- se dirigió hacia Jungkook. Volvieron a reír.

Luego de un rato de entrenamiento por parte de Jungkook, se despidió de Taehyung y se dirigió hacia la cafetería. Allí, mantuvo una conversación con el vendedor acerca de los nuevos postres que se presentarían a partir de la semana siguiente. Jungkook era muy sociable con todos los de la escuela. Claramente no hablaba con todos, pero intentaba ser amable con cada persona que encontraba. Se veía muy feliz. Según él, nunca había sido tan feliz como lo era hasta ahora.

- Jungkook, ¿puedo contarte un secreto? Pero por favor, no le digas a nadie...- dijo Jimin, con tono bajo para que nadie escuche más que ellos dos.

- Creo que si lo contaría dejaría de ser secreto, ¿no?- bromeó- claro que puedes. ¿Qué pasa?

- Bueno... Creo que estoy... Estoy enamorado- dijo avergonzado con un leve sonrojo en sus mejillas.

- ¿Enamorado? Uhhh... ¿Quién es él o la afortunada?- preguntó en tono pícaro, haciendo sonrojar aún más al rubio con sonrisa bonita.

- Es... Es Min Yoongi.

- Ya sabía.- rió.

- ¿Qué? ¿Cómo? ¿Lo dije mientras dormía? ¡Lo sabía!- exclamó preocupado.

- Nada de eso. Tu siempre has sido muy tímido con la gente que apenas conoces, y desde que has conocido a Yoongi, supe que tenías algún tipo de sentimiento hacia él. Eras muy atento, y toda la timidez que posees con los demás se va cuando estás con él. Estás tan natural, como si fueran amigos de toda la vida. Nunca creí que diría esto, pero... Me enorgulleces, hyung.

Sí, así era. Park Jimin estaba completamente enamorado de aquel chico fastidioso de vivir. Jungkook se sentía muy bien por él, él sabía que Yoongi era un buen chico, y sabía que no le haría daño a su querido amigo.

Todo parecía bien en la escuela "Kim&Kim". Jungkook, alegre de la vida, caminaba por los pasillos de la amplia escuela, cuando de repente, recordó que había olvidado su teléfono en el salón de clases. En ese instante, no dudó en dirigirse a buscarlo. Ingresó al aula y comenzó a buscar en su mochila su teléfono. Probablemente tendría llamadas perdidas de su querida madre, y por ello lo buscaba con cierta desesperación.

- ¿Buscabas esto?- oyó una voz misteriosa por detrás de él. En ese instante, no dudó en darse vuelta.

- ¿Qué?

La flor de la Navidad; {BTS}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora