- ¿A qué te refieres con lo que dijiste anteriormente?- preguntó asustado, mirando hacia el hombre que, con un intento de sonrisa, movía sus labios hacia arriba mirándolos a todos.
- Taehyung, chicos, yo... debería irme.
- Oh, pero aún no hemos entrado al instituto- protestó Namjoon.
- Si es por Yoongi, él sólo estaba enfadado, siempre actúa así- continuó Taehyung, intentando convencerlo.
- Sí, no te preocupes por eso- siguió Hoseok.
- Creo que ustedes no están entendiendo...- rió apenado.
- ¿Qué cosa?- preguntó Namjoon observando a aquel hombre y viendo cómo éste miraba hacia abajo, nuevamente apenado.
- Hoy será la última vez que nos veamos. Todo terminó.
- ¿A qué te refieres? Ni siquiera hemos vuelto al instituto, Seokjin no ha vuelto y
- Ya hemos terminado- repitió- hemos terminado.
- Pero...
- Lo siento muchísimo. Realmente... odio las despedidas.
- ¿Cuáles despedidas? ¡Aún quedan muchas cosas por resolver!- continuó Namjoon, negado ante lo que decía Seokjin.
- Los quiero muchísimo, chicos- sonrió levemente, mirándolos con cariño y afecto- fue bueno haberlos conocido.
La noche había sido muy buena para todos, menos para Min Yoongi. Estar frustrado y devastado por toda la noche no había sido fácil, pues si bien todos consideraban que siempre tenía la misma actitud, era algo que detestaba. Caminaba silenciosamente por las calles vacías de la ciudad, sin un destino concreto. Pensar en todo lo que había ocurrido le resultaba aterrador. Pero debía mantenerse firme. Él creía que, si nadie haría algo al respecto, él debía actuar. Con esos pensamientos, daba pasos cada vez más largos por las baldosas desgastadas que recubrían el suelo con firmeza. Y gemía. Suspiraba una y otra vez, frustrado por todo. Pero había algo que le había llamado la atención. Una suave y pacífica presencia le impedía seguir sus pasos. Él, irritado y aún con la mirada fija al suelo, levantó levemente su rostro y miró a aquel extraño que, con lágrimas en los ojos, miraba al estudiante con orgullo y emoción.
Nada.
Un silencio inmenso recubrió el lugar y una gran inexpresión salió del rostro de Min Yoongi. Sólo una mirada. Una mirada que de ser fría pasó a ser cálida e iluminada. Una mirada que hacían brillar dulcemente sus ojos, observando detenidamente a aquel intruso que, sin parpadear, le sonreía con delicadeza.
Yoongi no creía estar lo completamente apto para presenciar todo lo que estaba viviendo, creía completamente que estaba soñando. Él se encontraba absorto por semejante situación. Por un segundo creyó que se trataba de una broma de mal gusto, pero cuando giró su rostro hacia atrás, logró darse cuenta que no era así. Él se encontraba solo allí. No estaban los demás miembros, lo que lo hacía pensar que era imposible que fuera una broma. Además, si así fuera.. ¿cómo lo harían? ¿contratarían a alguien igual? ¿usarían los poderes de Seokjin? ¿traerían a un supuesto hermano gemelo? Definitivamente se estaba equivocando. Volvió su vista a aquel hombre y alzó velozmente una brazo hacia su hombro, sorprendiéndose ambos de aquel tacto brusco pero a la vez sutil que había realizado. Era... ¿real? ¿es eso posible, después de tanto tiempo sin ninguna salida.... sin ninguna solución?- Min Yoongi- dijo- yo... he estado esperando mucho tiempo esto.
- Yo....
- Tú... acaso... ¿no me recuerdas?
- ¿Recordarte?- preguntó perplejo.
- Ha pasado ya un largo tiempo...
Yoongi estaba paralizado. Mientras tocaba detenidamente el brazo de aquel hombre, no podía creer que era real. Escuchar su voz después de un largo tiempo, volver a tocar su delicado brazo y... volver a probar sus dulces labios. Sí, eso era lo último y único que necesitaba Min Yoongi para convencerse a sí mismo que no estaba soñando: probar sus labios.
Lo miró detenidamente, y sin decir ni una sola palabra, se acercó lentamente hacia él. El otro, por su parte, correspondió a aquel movimiento y ambos juntaron sus labios cuidadosamente, pero a la vez desesperados por la ansiedad y el deseo.
Era imposible llegar a describir lo que Yoongi estaba sintiendo en aquel momento. Sentía una mezcla de emociones, sentimientos encontrados que lo hacían temblar y abrazar fuertemente al hombre que con tanto esmero besaba bajo aquella inmensa luna que recubría la ciudad. Tenía una especie de alegría, mezclada con nostalgia, desesperación, felicidad, tristeza y... susto. Pero el miedo que sentía no era por su presencia en sí, sino por el miedo a perderlo una vez más. Él no había sido del todo amable la última vez que lo vio, y se sentía un completo fraude cuando, inmerecidamente —según él—, volvía a saborear aquellos dulces y tímidos labios de Park Jimin. No quería perderlo, pero tampoco quería sentirse hasta cierto punto culpable por todo. Pero a pesar de sus sentimientos contradictorios, no podía parar de tomar el cuerpo de Jimin con desespero hasta acercarlo completamente hacia él, terminando aquel apasionante beso con un abrazo con todo el cariño y temblor que podía sentir en aquel instante, mientras pequeñas lágrimas caían de su delicado y amargado rostro.
- Min..., Min Yoongi- susurró Jimin entre sus brazos.
- ....
- Usted... ¿está llorando?
- ....
- Yoon...
- Cállate, idiota- murmuró entre lágrimas, interrumpiendo la voz dulce de su ser amado, mientras volvía su rostro hacia él para besarlo nuevamente.
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La flor de la Navidad; {BTS}
FanfictionUn instituto. Dos estudiantes desaparecidos. ¿Será cuestión de tiempo hasta que los hombres puedan averiguar lo sucedido y rescatar a los cautivos? Bienvenidx a una historia llena de misterios, en donde los participantes no sabrán de los obstáculo...