Seokjin finalmente había vuelto luego de tanto tiempo ausente. Namjoon se sintió muy bien, pues extrañaba demasiado a su querido esposo. Al instante en que lo vio, no dudó en correr a abrazarlo.
- ¡Te habías tardado tanto, amor! Me tenías loco, no sabía si estabas bien, si te había pasado algo... te extrañé tanto mi amor- exclamó Namjoon, envolviendo a Seokjin entre sus fuertes pero dulces brazos.
- Bueno, acabo de estar contigo- rió- pero también me alegra verte.
- Debo ser muy guapo.... ¿verdad?
- Guapo, apuesto y elegante. Lástima que infiel, por lo que escuché.
- ¿Cómo dices?
- Bueno, nuestra relación no anda muy bien por allí- respondió- pero luego te cuento, ahora tengo una cosa pendiente por hacer.
Asimismo, Seokjin se separó de Namjoon y salió rápidamente de la casa. El hecho de que Seokjin no esté tan presente en la casa, en la vida matrimonial sólo lograba que Namjoon se preocupara y quiera averiguar lo que su querido esposo hacía mientras se iba, pero confiaba en él.
Seokjin se sentía muy seguro y listo para poder llevar a cabo su plan. Sin embargo, había un detalle muy importante que a todos se les pasó por alto: ¿a dónde vivía Choi Youngjae en su mundo? Mientras él manejaba, su cabeza de vuelta comenzó a doler. ¿Cómo sabría dónde vivía? En ese instante optó por ir a su casa, la misma casa en donde se encontraba minutos atrás con los chicos. Quizás, después de todo, sus casas aún coincidían...
Al llegar, notó algo extraño. Una camioneta familiar se encontraba en el patio de la casa, y en su interior, se podía observar un pequeño oso de peluche colgando en el espejo. Seokjin comenzó a dudar de su presencia allí, pero ya no había vuelta atrás. Armado de fuerzas, tocó el timbre y esperó unos minutos, hasta que finalmente un hombre de unos 44 años apareció antes sus ojos.
- Disculpe, mi nombre es Kim Seokjin- realizó una reverencia y prosiguió- ¿Por causalidad aquí vive un chico llamado Choi Youngjae?
- Lo siento, no sé quien es ni sé dónde vive- respondió en seco, y se dispuso a cerrar la puerta.
- ¡Espera!- se escuchó una voz femenina, la cual interrumpió el acto de aquel hombre- ¿Choi Youngjae?- preguntó la mujer, asomándose en la puerta. Era Yang mi.
- Oh, sí... ¿lo conoce?- preguntó Seokjin, simulando no conocerla.
- Claro que sí- sonrió débilmente, y al mismo tiempo se acercó a Seokjin, asegurándose de que el hombre que lo había atendido minutos antes no pudiera escuchar- él es mi ex novio. Mi marido es muy celoso, por favor no le digas que éramos amantes en el pasado, o volverá a golpearme- gimió, y antes de continuar hablando, un llanto repentino de un bebé la interrumpió- ¡Mi bebé, lo siento, debo irme!
- ¡Espera! Dime por favor la casa de Youngjae, es muy importante.
- Él vive con sus padres, a tres cuadras de aquí, ahora debo irme, ¡adiós!- respondió brevemente y cerró rápidamente la puerta.
Seokjin se encontraba aturdido. ¿Cómo no se le había ocurrido antes ir a su principal casa, donde Yoongi había consultado en el otro mundo? Debía ir allí, y no dudó en hacerlo. No obstante, todavía tenía ciertas preguntas en su mente que no lo dejaban tranquilo. ¿Por qué una chica tan joven como ella estaba casada con un hombre mucho mayor, y que encima abusaba físicamente de ella? No podía comprenderlo, pero olvidó todo por completo cuando se encontró frente a la casa. Era momento de actuar.
Salió del vehículo cuidadosamente e ingresó a la residencia Choi por la delgada ventana de la cocina. Intentando no despertar a los adultos, subió lentamente las escaleras y se encontró con un amplio pasillo con diversas habitaciones en ambos lados. ¿Cómo sabría cuál habitación era?
Con algo de temor, ingresó a una habitación lo más silenciosamente posible y observó a dos personas acostadas allí, sus padres. Salió rápidamente, y prosiguió por otra puerta. Puerta tras puerta recorrió Seokjin hasta que finalmente lo encontró. La esperada habitación de Choi Youngjae había sido encontrada.
El joven yacía en su cama. Cualquiera pensaría que estaba durmiendo. Sin embargo, no fue fácil despertarlo. Cuando se acercó a él, escuchó un ruido en el pasillo y no dudó en esconderse debajo de la cama. Así, se asomaba una señora a mirar a su pequeño e inocente hijo dormir, mientras sonreía con orgullo. Se quedó parada unos minutos allí, hasta que finalmente se fue. Seokjin suspiró. ¡Eso había sido tan cerca! Pero a pesar de eso, no tenía que distraerse. Una vez que la mujer se fue, salió de su escondite y se sentó en una esquina de la cama, apoyando una mano en el hombro del joven.
- Youngjae, despierta.
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La flor de la Navidad; {BTS}
FanfictionUn instituto. Dos estudiantes desaparecidos. ¿Será cuestión de tiempo hasta que los hombres puedan averiguar lo sucedido y rescatar a los cautivos? Bienvenidx a una historia llena de misterios, en donde los participantes no sabrán de los obstáculo...