Parte 23

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- ¿Yoongi?- escuchó repentinamente la voz dulce de su querido Park Jimin. De repente, sintió cómo la puerta de la casa se abría, y fue allí donde encontró a Jimin. Yoongi elevó levemente su mirada, aún con lágrimas en los ojos.

- Sabía que estabas ahí detrás- Yoongi sonrió, y procedió a abrazarlo con la mayor fuerza posible. Pero algo provocó que quedara estrellado en el suelo. Yoongi había atravesado a Jimin. Jimin no era una persona, era una especie de espítiru, lo que provocó que Yoongi cayera al suelo ante el intento de abrazarlo.- ¿Ji-Jimin? -tartamudeó, levantándose del suelo.

- Disculpa por eso... Ya pronto podremos abrazarnos. Sólo quería que sepas que te perdono, en serio, yo te amo. Ahora bien... será mejor que nos veamos cuando todo esté solucionado. Seokjin se encargará de eso. Te prometo que sólo será un tiempo... pronto volveré. Sólo quiero que sepas que yo te envié el teléfono por medio del otro Seokjin, y que te amo y eso no cambiará. Bien, se agota el tiempo... Ah, y antes de irme, te diré una cosa más. Cree en Kim Seokjin.- las palabras dolorosas de Jimin desaparecieron instantáneamente, y asimismo Yoongi apreció como Jimin se desvanecía en el aire. No podía creerlo. Él realmente no entendía nada. ¿Creerle a Seokjin? ¿Pronto podremos abrazarnos? ¿Jimin no era una persona? ¿De qué se encargaría Seokjin? Pensaba Yoongi una y otra vez. Estaba muy feliz porque Jimin lo había perdonado, pero nada de ésto le parecía real. Jimin fue como una especie de espectro, o algo así. De alguna forma, creía que fue real. Quizás pudo haber sido una ilusión, pero cómo se explicaba la puerta abierta. Ahora bien... ¿cómo pudo abrir la puerta? Yoongi estaba literalmente en una crisis existencial, sólo quería una explicación lógica de todo ésto. Sin embargo, él quería complacer a Park Jimin, y es por eso que decidió creer en Seokjin. Él lo defendería y lo ayudaría.

Por otro lado, Taehyung se encontraba en su dormitorio. Al haber conversado con los detectives se sentía muy mal. Una lluvia de emociones aparecían rápidamente en él. Él quería mucho a Jungkook, era la mejor persona que había conocido. Sin embargo, él nunca lo quiso como un simple amigo. Kim Taehyung estaba enamorado de Jeon Jungkook, más de lo que creía que era un simple sentimiento de amistad.

- Jungkook- gimió- si tan sólo pudiera escuchar tu voz una vez más...- susurró acostado boca arriba en su cama. Una ancha lágrima comenzaba a bajar lentamente del ojo rasgado de éste hasta llegar a las sábanas de su cama.

- Taehyung...- escuchó. Era la voz de Jungkook.

- ¿Qué?- preguntó Taehyung, mientras miraba hacia la derecha con temor. Era Jeon Jungkook, parado en el medio de su habitación.

- Hola... Bueno, ésto será rápido. No tengo mucho tiempo así que daré lo mejor de mí. Estoy aquí porque quería verte. Sinceramente temía que tú no quisieras, tal vez confundiría más las cosas. Sé que Youngjae era tu amigo, y lamento decepcionarte pero él fue el causante de mi muerte. Todo, absolutamente todo lo que dijo Kim Seokjin fue real. Supongo que pronto lo entenderás... Cree en él, por favor. ¡Mierda, solo tengo 30 segundos! Bien, quiero que sepas que te extraño demasiado, y... desde el primer momento en que hablamos me gustaste.- respondió y asimismo desapareció de la habitación.

Taehyung quedó helado. Él no podía asimilar todo lo que había ocurrido en tal solo un minuto. Todas esas palabras parecían tan reales, al igual que su voz, al igual que Jeon Jungkook. Taehyung comenzó a llorar y se tiró al suelo donde estuvo parado allí Jungkook.

- ¡Jungkook!- gritó, con grandes lágrimas en el rostro, abrazando el suelo- no te vayas, por favor- proclamó entre cortado debido al gran llanto de su parte- yo también sentí cosas por ti, incluso hasta ahora.

La flor de la Navidad; {BTS}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora