La oficina del director se encontraba en silencio. Habían dos personas allí: Kim Namjoon y Kim Seokjin. Ambos no hablaban, sólo hacían sus quehaceres sin ni siquiera expresar un gemido de cansancio o estrés. Todo en aquel instante era muy incómodo para ambos. La dirección parecía estar completamente vacía.
- ¿Qué es esto?- preguntó repentinamente, leyendo la nueva carta de Jungkook. Namjoon la había encontrado en la carpeta de trabajo de Seokjin, ya que como era el director, siempre revisaba las carpetas de sus secretarios.
- No tiene por qué preguntar si ni le importa.- había olvidado que dejó el papel en la carpeta de trabajo.
- ¿Desde cuando me hablas con desconfianza? "si ni le importa" ¿Por qué?
- ¿Acaso tengo que darle explicaciones? Usted es mi jefe, tengo que respetarlo y hablarle correctamente, aunque sea en las horas laborales.
- Jin...
- Mi nombre es Seokjin- interrumpió en tono seco. Empoderado.
- Lamento lo que pasó ayer. Mi mejor amiga Sun hee se sentía muy mal, pasó por mi casa y
- Y tuvo que consolar a la pobre persona ¿no es así? cuanta bondad tiene, Kim Namjoon.-volvió a interrumpirlo, mirándolo fijamente.
- La situación que pasó ella fue delicada. Su abuela falleció y necesitaba a alguien que la escuche y comprenda, sólo fue eso, te lo juro.
- Oh, pero claro, pobrecita. El director Kim Namjoon piensa tanto en el bienestar de la gente que se quedó una noche consolando a una pobre amiga que sufría por la muerte de su abuela.- dijo irónicamente- Pero claro, a nuestro querido director no le importó que mis padres hayan muerto cuando sólo tenía 5 años, y tampoco pensó en su pareja a la hora de consolar. ¡Más personas como Kim Namjoon!
- ¡Seokjin!- elevó la voz y golpeando el escritorio se levantó- Como tu jefe, te ordeno de que dejes de decir cosas absurdas.
- ¿Es absurdo hablar de lo que usted mismo ha hecho? Claro, lo comprendo. Fui un irrespetuoso, perdone si lo ofendí. Ahora bien, tengo unos asuntos pendientes, si me necesita, llámeme- con una reverencia, salió de la oficina y se fue directamente por el pasillo para dirigirse hacia la policía a informar lo sucedido sobre la muerte de Jungkook.
- ¿Qué?- preguntó Yoongi, tragando saliva.
- Sé que no es un buen momento para esto, pero con Jungkook planeábamos decírtelo. Cuando te vi por primera vez, me gustaste mucho. Yo suelo ser muy tímido con las personas que no conozco, pero cuando estaba contigo todo era diferente. Parecía como si tú me brindaras protección, me sentía seguro a tu lado. Jungkook fue el único en saberlo, pero él quería que te lo diga. Por eso lo hice, porque fue lo que él quería. Sé que ahora nunca más me hablarás, pero tenía que hacerlo. Estoy seguro que Jungkook, donde quiera que esté- comenzó a llorar- donde quiera que esté... está orgulloso de mí.
- Jimin...- fue la única palabra que salió de la boca de Yoongi en ese instante, se sentía muy incómodo, ya que nunca nadie se le había declarado, ni nunca llevó adelante una relación. La mayoría de los estudiantes solían creer que Yoongi no era una buena persona debido a su personalidad un poco seria, y eso a él le afectaba. Ahora se encontraba parado frente a Jimin, a pocos centímetros de sus labios. Él estaba paralizado y Jimin lo miraba, con esos ojos tan dulces que hacían de una forma u otra enamorar cada vez más a Yoongi. Sin pensarlo más, tomó con delicadeza con ambas manos la cintura de Jimin y lo apegó a él. Lo miró por unos instantes, y pudo notar algo de asombro en el rostro joven de éste, pero sin embargo, antes de que el rubio pudiera hablar, chocó cuidadosamente los labios gruesos y carnosos de Park Jimin. Min Yoongi lo había besado. Lo había besado en el pasillo de la escuela, olvidando a todos los que se encontraban a su alrededor más que Jimin y él.
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La flor de la Navidad; {BTS}
FanfictionUn instituto. Dos estudiantes desaparecidos. ¿Será cuestión de tiempo hasta que los hombres puedan averiguar lo sucedido y rescatar a los cautivos? Bienvenidx a una historia llena de misterios, en donde los participantes no sabrán de los obstáculo...