La flor de la Navidad; {BTS}

Parte 30

- Oye, despierta dormilón. Hoy no es sábado, ni mucho menos domingo. ¿Creíste que no me daría cuenta que desconectaste el despertador otra vez? Eres tan vago... Vamos que el desayuno se enfría. ¡Y nada de 5 minutos más!

- ¿Mamá?- preguntó frunciendo el ceño mientras se levantaba poco a poco.

- ¿Qué? ¿Soñaste con un extraterrestre?- rió- Despierta ya, que debo irme a abrir el restaurante.

- ¿Qué día es hoy, de qué mes y de qué año?- preguntó confuso, mientras miraba cómo su madre abría las persianas de su habitación.

- ¿Hijo, te encuentras bien, querido?- corrió hacia su cama y comenzó a tocar su frente- No tienes fiebre, qué raro. ¡Ya! Déjate de bromas, ponte el uniforme y ve a desayudar- protestó molesta, y al mismo tiempo abandonó la habitación.

- Qué mierda- murmuró Yoongi, tomando su uniforme y cambiándose de atuendo.

Yoongi, con todo el sueño y fastidio que poseía, tomó su teléfono y se dirigió a la cocina, a tomar el desayuno que su madre le había preparado.

- ¿Desde cuando me preparas el desayudo?- preguntó molesto mientras tomaba su taza de Kumamon con ambas manos. Ella rió.

- Bueno... Supongo que desde que no quieres levantarte para hacerlo. Nos vemos a la noche.- respondió con algo de... ¿nervios? Y asimismo salió de la casa. Algo parecía no andar bien para Yoongi, y fuera lo que fuera, debía saberlo.

Cuando terminó el desayuno, tomó su mochila y salió de la casa. Los vecinos lo saludaron alegremente. "¿Qué carajo pasa hoy?" Pensó molesto, y se dirigió a la escuela con el mismo fastidio de siempre. Subió las interminables escaleras e ingresó al aula, en donde podía notar a distancia la enorme sonrisa de Jung Hoseok.

- Perdón por llegar tarde.- realizó una reverencia.

- No te preocupes, ve a sentarte.- respondió el profesor.

Yoongi miró hacia los estudiantes y se dirigió a sentarse donde siempre solía hacerlo, al lado de Taehyung. Sin embargo, notó algo extraño. Había alguien más sentado en el banco que compartía con él. Alzó la vista, y pudo observar cómo Taehyung conversaba con un chico que se encontraba a sus espaldas.

- ¡Oh, Yoongi!- dijo precipitado Taehyung, mientras lo veía parado en el medio de la clase- Perdón, pero hoy él se sentará aquí. ¿Supongo que no te molesta, verdad?- sonrió.

Yoongi miró a Taehyung y miró a la persona que tenía enfrente. No podía ser. Era Jeon Jungkook.

- ¿Jungkook?- preguntó confundido Yoongi.

- En serio lo siento- sonrió- espero que me perdones, pero Tae quería que me siente aquí hoy. ¿No estás molesto, o sí?

- C-claro que no...- respondió en tono bajo, pero antes de que pudiera seguir hablando, una voz llamó su atención.

- ¡Hey, Yoongi, siéntate conmigo!- "oh dios, no puedo creerlo, no puedo" Pensó, y al mismo tiempo tragó saliva. La persona que había llamado su atención poseía una enorme sonrisa, era esa sonrisa que había enamorado todos los días a Min Yoongi.

- Jimin...

- Bueno Yoongi por favor toma asiento, la clase ha empezado 10 minutos antes de que vengas.- interrumpió Hoseok.

Yoongi, con la boca completamente abierta, se sentó al lado de Park Jimin. La hora pasó, y Yoongi no despegó los ojos de su compañero. Repentinamente el timbre sonó y todos los estudiantes salieron del aula, incluyendo a Jungkook y Taehyung. Jimin se levantó, y cuando se estaba por apartar del banco, sintió un pequeño tironeo en su muñeca. Yoongi, que aún permanecía sentado, lo detuvo.

- ¡Ya! Me muero de hambre. ¿No quieres ir a la cafetería?

- Jimin...

- Mmm... Hoy amaneciste muy misterioso- rió- ya vamos Min- sonrió y juntó rápidamente sus sabrosos labios con los de él.

Jimin, con toda la alegría que el mundo podía ofrecerle, corría feliz por los pasillos mientras tomaba la mano de Yoongi y lo hacía correr junto a él. Luego de unos segundos, llegaron a la cafetería y se dirigió junto con Yoongi hacia la mesa en donde estaba Taehyung y Jungkook.

- ¿Es un nuevo postre?- preguntó curioso Jimin mirando a Jungkook con asombro.

- Sí, te dije que hablé con el vendedor la semana pasada. Cumplió su palabra- rió- ¿quieres?

- ¡Sí!- respondió feliz mientras probaba el postre como un niño pequeño.

- ¿La semana pasada?- murmuró Yoongi confundido- Pero si la semana pasada...

- ¿La semana pasada qué?- preguntó Jimin con toda la boca llena y todos los labios manchados de chocolate.

- Olvídalo... Taehyung, ¿tienes un minuto?

- Claro.-respondió, y ambos se apartaron de la mesa y fueron a un rincón de la cafetería.

- ¿Qué pasa?

- ¿Qué pasa? ¿Acaso no sabes que pasa? Jungkook y Jimin están... muertos. ¿Qué carajo hacen aquí?

- Oye... No sé si has tenido una mala noche o qué, pero eso no debes decir eso. Además, Jimin te quiere demasiado como para que lo des por muerto. ¿Qué te pasa? Seguro te cayó mal el desayuno.

- No, no fue un sueño. Escúchame, ellos no son reales, realmente no están aquí. ¡Tienes que creerme!

- Eres un payaso- rió- ¡Oh, Seokjin, ven! ¿Ya has probado los nuevos postres?

- Seokjin...- dijo repentinamente Yoongi- Taehyung, vete, quiero hablar con Seokjin.

- Está bien, como sea- respondió y al mismo tiempo volvió a sentarse junto a los dos chicos de Busan.

- Seokjin... ¿Sabes qué está pasando?

- Hola Yoongi. ¿A qué te refieres, a los postres? Si me preguntas eso, mi respuesta es no, aún no los probé- rió.

- No, eso no. Hablo acerca de... Espera, ¿qué haces aquí? ¿te has escapado al fin del hospital psiquiátrico?

- Yoongi, ¿qué ocurre contigo?

- ¡Por favor, no estoy loco, carajo! ¿Qué hay de Youngjae?

- ¿Youngjae? Él está en otra escuela ahora.

- Lo sé carajo, ¡lo sé! Pero hablo de... su crimen.

- ¿Su crimen? ¿Hablas de por qué fue expulsado?

- Está bien, estoy entendiendo todo. ¿Me quieren ver como loco, es verdad? No sé qué te pasa Seokjin, ¡tú mismo dijiste que Youngjae asesinó a Jeon Jungkook y a Park Jimin!- gritó de repente, logrando captar la atención de todos.

- Oh, mi niño... Tranquilo...

- No, tú no eres real, nadie de aquí lo es, ni yo.

- Oh, Yoongi- escuchó una voz detrás de él, y claramente no dudó en girar. Era Jungkook- claro que no. No somos reales, ni tú lo eres.