Parte 29

112 20 5
                                    

"Todo lo que me interesa parece terminar, todo lo que toco parece destrozarse, todo lo que amo parece desvanecer. ¿Y ahora qué? podría estar muriendo y nadie lo notaría, y nadie se acordaría de mí, y si lo hacen, seguramente se acordarán de lo mierda que fui todos estos años." 

. . .

Todo lo que ocurría en la mente de Min Yoongi parecía no acabar. Si bien había pasado poco tiempo desde la primera vez que vio a Park Jimin, él lo amaba como si lo conociera desde unos cuantos largos años. El hecho de saber que Jimin había muerto por la culpa de la misma persona que asesinó al mejor amigo de éste, sólo provocaba que Yoongi se deprima aún más y quiera hacer, como bien decía Taehyung, justicia por sus propias manos.

Cada palabra, cada mirada, cada sonrisa. Yoongi no dejaba de pensar en lo hermoso que era y que siempre iba a ser Park Jimin. A veces comenzaba a creer que no fue un buen amigo —o un intento de novio— para él, por lo que sólo lograba odiarse a sí mismo. Enormes sentimientos de angustia se apoderaban cada vez más de él, provocando que la ira y la venganza tomen el primer lugar en la lista de Min Yoongi.

"Si tengo que dar mi vida para que Choi Youngjae pague por todo el daño que causó, lo volvería a hacer una y otra vez"

Las calles eran largas, o eso parecían dentro de la mente joven de Min. Corría sin parar en dirección fija, ignorando a todas las personas de su alrededor. Para su propio beneficio, había logrado perder de vista a Taehyung. Él lo quería, pues fue el único amigo fiel que estuvo ahí cuando nadie más lo estuvo, pero el hecho de que quiera detener su plan lo hacía fastidiar aún más.

Quizás para cualquier persona sería una locura lo que iba a hacer, como lo pensaba Taehyung. Pero había algo que ninguna persona entendía. Yoongi jamás se había enamorado.

Las 10:30 p.m. Vecindario tranquilo, sin nada de ruido ni gente caminando por los alrededores. Después de una larga búsqueda, había llegado. Caminó mirando hacia todas direcciones, buscando la casa al fin. Allí se encontraba. Una vieja, pero elegante y amplia casa se presentó frente a los ojos cansados de Yoongi. Bajó la mirada y tomó el papel con la dirección. "No puede ser aquí" Murmuró. Pero sí, allí era. Dio un gran gemido y se preparó para verlo frente a frente. Hacía mucho tiempo que no lo veía, pero con el hecho de saber lo que había generado Youngjae, no habían palabras para describir todas las cosas que sentía en esos momentos. Se acercó a la puerta y tocó el timbre, mientras dijo en tono bajo: "Y pesar que fuimos amigos, Youngjae". Sin embargo, todas las palabras desaparecieron de su boca cuando la puerta se abrió. Sí, él estaba allí. Zapatillas gastadas, pantalón y camiseta con agujeros. Cualquiera podía reconocerlo de lejos, era el mismo estudiante que iba a la escuela "Kim&Kim" antes de ser expulsado.

Yoongi lo miró y Youngjae instantáneamente pudo percibir el odio que tenía contenida su mirada, tan penetrante que lograba que comience a temblar poco a poco. Sin embargo, Youngjae sabía que vendría, él lo sabía todo.

- Hijo de...- susurró repentinamente Yoongi, y en ese instante tomó del cuello a Youngjae. Su plan parecía ir bien, ¿verdad? Él quería venganza y ahora lo tenía allí, en el suelo junto a él. Yoongi no parecía ser él mismo. Parecía una especie de animal que quería destrozar a toda costa a su presa- ¡Estúpido! ¿Cómo pudiste?- gritó Yoongi con un gran enojo mientras veía cómo Youngjae iba haciéndose cada vez más pálido. Dentro de toda la furia contenida, mientras apretaba bien fuerte el cuello de éste en el suelo, se podían observar cómo grandes lágrimas comenzaban a aparecer en su rostro. Él amaba, a-m-a-b-a a Park Jimin, y creía que lo que estaba haciendo era la mejor solución. Sin embargo, segundos antes de que Youngjae se quede completamente sin oxígeno, Yoongi fue golpeado brúscamente en la espalda, logrando que quede totalmente inconsciente. Fue Yang mi.

La flor de la Navidad; {BTS}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora