La flor de la Navidad; {BTS}

Parte 39

[POV Namjoon]

Kim&Kim siempre fue un orgullo para mí, para mi familia, para la sociedad. Desde pequeño, siempre soñé con ser astronauta, pero el hecho de que deba continuar con el legado de mi padre, no me dejaba opción. Abrí la escuela con la intención de que cada estudiante pueda tener el valor y el carácter necesario para saber enfrentar la vida. Seokjin... Oh, mi Kim Seokjin. Él siempre estuvo a mi lado, en cada momento, en cada lugar. Éramos como hermanos, nos conocemos de toda la vida. Él fue quien me entusiasmó para que abramos la escuela juntos, yo nunca quise aceptar esas obligaciones que debía enfrentar por parte de mi padre, pero Seokjin siempre quiso lo mejor para mí y mi familia. Él sabía que no era lo que quería para mi vida, pero también sabía que con mi padre, no había opción. La única razón por la cual acepté dedicarme a la institución, fue justamente por Seokjin. Mi viejo amigo que de un momento al otro terminó volviéndose más cercano a mí, al punto de tener una bella y cuidadosa relación, era lo único que me mantenía ligado a todo.

En nuestros comienzos, todo fue perfecto. Los estudiantes siempre fueron muy educados, con familias llenas de amor y que siempre dedicaban todo por su buena conducta. Si bien cada uno tenía su temperamento y personalidad, aunque uno que otro era rebelde, siempre fueron buenos alumnos. Mi vida actual me recordaba mucho a mis épocas escolares, ya que caminar por los pasillos, hablar con los estudiantes y profesores, eran cosas que también solía hacer cuando era adolescente.

A pesar de que al principio no estaba seguro con haber tomado la decisión correcta, con el paso del tiempo pude notar que realmente era lo mejor para mí. Mi familia estaba orgullosa de mí, y Seokjin también. ¿Qué más podía pedir? Todo lo que estaba ocurriendo actualmente parecía un total descontrol. Mi vida utópica comenzó a cambiar repentinamente, dando un giro completo, provocando que hayan muertes, asesinos y dobles. Mi relación también cambió mucho con mi pareja, mi Seokjin. ¿Por qué fui tan tonto? Y para empeorar las cosas, uno de nuestros alumnos se encontraba en el hospital, internado, en estado de coma. ¿Qué más podía pasar? ¿Cómo podríamos explicarles a la policía, al mundo entero lo que ocurría? Si queríamos solucionar algo, debíamos hacerlo con nuestras propias fuerzas.

- Para aquí el auto Namjoon, sólo quedan tres cuadras, iré caminando.

- Pero... es muy tarde para que camines solo. Ya dejé a Taehyung en su casa, puedo alcanzarte también, no tienes por qué preocuparte.

- No es eso, simplemente quiero caminar.- respondió en seco.

- Yo...

- Por favor.

- Quiero hablar contigo, Seokjin, las últimas veces que nos vimos no tuvimos la oportunidad de hablar.

- Quizás es porque no hay nada de qué hablar. Bájame.

- Pero...

- ¡Bájame ahora!- interrumpió gritando, y sin más remedios, abandonó el auto y se fue caminando por las amplias veredas, con la cabeza baja mirando al suelo.

Realmente no fue un buen momento para ambos. No obstante, estaba dispuesto a continuar conduciendo hasta llegar a mi casa, hasta que algo me detuvo. Una mano, luego otra. Ambas manos se apoyaron en el vidrio de mi auto, y pronto, se asomó una persona. Era Kim Seokjin, pero vestía diferente. Golpeó levemente el vidrio, en señal de que le abra la puerta, y al mismo tiempo, obedecí y él ingresó al auto. Abrochó su cinturón de seguridad, acomodó un poco su cabello, y luego de eso, me miró. Dios mío... ¿por qué es tan hermoso?

- Hola, hmm... ¿Namjoon, verdad? ¡Te ves genial!- exclamó. Me miró unos segundos, sonriendo mientras su expresión parecía ser sorprendida, y al mismo tiempo me abrazó. ¡Me abrazó!

- ¿Seokjin? ¿Te encuentras bien? ¿Al final quieres que te lleve a casa? ¿Cómo te cambiaste tan rápido?

- Bueno...

- Espera... no eres Seokjin, ¿verdad?

- Claro que lo soy, pero... no soy el de aquí.

- Mierda... y pensar que Youngjae también tenía a su otro yo.

- Eso es, eso quiero. Llévame a ver a Youngjae, debo verlo.