Parte 62

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Volver. Esa palabra puede ser tan significativa como inerte. ¿Qué sería de las personas si esa posibilidad fuera nula? La muerte en sí misma anula aquella palabra, la hace carecer de significado, de valor. Cuando la muerte llega, nadie puede volver. Nadie puede volver a la vida, a retomar su rutina... Pero... ¿qué ocurre cuando la misma vida, sea partícipe o no, logra vencer a la muerte? Allí, es cuando la palabra vuelve a tomar un significado. Cuando finalmente sí se puede volver. Así, se puede volver a vivir, a amar, a cambiar...

Nadie determina nuestra existencia, sino nosotros mismos, o eso es lo que creemos. Sin embargo, nunca hay que subestimar a la vida, la cual suele arrebatar a nuestros seres más queridos, o los puede ayudar a volver inesperadamente. Pero si así de fácil y simple fuera... ¿qué serían de las personas que viven en cautiverio, rogando volver, o rogando morir? Finalmente, allí la vida vuelve a abandonarnos. Nos da la posibilidad de vivir, pero no de morir.

Así, en aquel intermedio, es donde se encuentran las personas a quienes la vida misma los ayuda a volver. No obstante, la vida no siempre sale a nuestro favor. Pero la vida es sabia, y hay que saber y a aprender cómo vivir, para así morir. Haga lo que haga el resto, si una persona no se esfuerza por volver... ¿cómo podrá lograrlo? Aunque a pesar de todo, intenten como intenten hacerlo, no pueden lograrlo... las personas en cautiverio deben encontrar una forma, así como quienes no lo padecen también. Jimin y Jungkook estaban desesperados por volver, todos los días buscaban miles de posibilidades, pero era inútil.

Los humanos crean dioses, crean héroes. ¿Acaso ellos realmente requerían de aquella figura, para poder volver a la vida? Más precisamente... ¿volver a retomar su vida? Ellos aún continuaban viviendo, perdidos en un mundo desconocido que parece ser más grande del que normalmente las personas conocen. Pero... ¿qué implica conocer el mundo? Implicaría... ¿tener experiencias en el amor? ¿en las relaciones comunicativas? ¿en los males?

No siempre se llega a conocer el mundo. Más bien, el mundo es quien debe conocernos, y debe incluso tomar decisiones favorables o no con nosotros. Así, es como el mundo también juega su partida, y participa de aquel suceso extraordinario ocurrido con aquellos jóvenes que, forzosamente, intentan hallar una solución a lo que están padeciendo.

Así, el mismo mundo ayudó a Park Jimin y a Jeon Jungkook a vencer la muerte. Pero... ¿si acaso los ayudó, como explicaría el mundo que para todos los seres existentes, menos unos y grandes afortunados, estén realmente muertos?

La vida es más grande e intrigante de lo que creemos. Pero aunque las personas continúen cuestionándola y buscando soluciones o explicaciones a cosas que realmente no las tendrán, ¿creen que obtendrían una respuesta? ¿cambiaría algo?

Sí. Es decir..., no para todos. Pero para ambos estudiantes de Busan, que para todos murieron injustamente, el hecho de hallar una respuesta, una solución, es algo que realmente valía la pena analizar, para así poder cambiar la historia y que finalmente puedan hallar la puerta necesaria para abrir, y puedan volver.

Una tarde fría, con grandes y grandes chaparrones de agua inundaba la advenediza ciudad, que para unos pocos resultaba desconocida.

Jungkook y Jimin se encontraban en la gran sala de estar de la casa del matrimonio Kim, observando cómo las abundantes gotas golpeaban velozmente los ventanales e inundaban en su pecho la desesperación eterna de poder regresar.

- Ya han pasado meses desde la última vez que pude ver a Min Yoongi... lo extraño demasiado, ¿sabes?- gimió Jimin, con lágrimas en los ojos mientras observaba el vidrio mojado por la tormenta- a veces pienso que, intente lo que intente, o ayude lo que ayude Seokjin, es inútil. ¿Y si realmente estamos destinados a permanecer aquí? Y si... ¿no hallamos una solución a tiempo? O...

- Detente- interrumpió Jungkook.

- Pero... quizás hay un límite de tiempo, ¿no has pensando en eso?

- Deja de hablar.

- Jungkook...

- Sé lo mucho que quieres volver, ¿acaso crees que yo no?

- No me refería a eso, sólo...

- ¡Estoy cansado, sabes! ¡También estoy cansado de esperar y de ver cómo los días pasan y no ocurre nada, y nosotros tampoco contribuimos a hacer algo al respecto! ¡Estoy harto de esto! Si hubiera sabido que viviría de por vida en un lugar así, hubiera preferido morir.

- ¡Jungkook, no digas eso! Seokjin está haciendo todo lo posible. Yo también estoy desesperado, ¡pero tampoco desees esas cosas tan trágicas!

- Estoy cansado- volvió a interrumpir Jungkook.

- Jungkook, tú nunca eres así... ¿qué ocurre?

- ¡Te he dicho que estoy cansado, Dios! Iré a la habitación, por favor no me sigas- respondió fastidiado, y asimismo abandonó el lugar.

- ¿Qué ocurrió?- preguntó preocupado Namjoon, que acababa de llegar a la casa con su piloto amarillo mientras dejaba el paraguas en el perchero- ¿se pelearon?

Mientras las incontables gotas continuaban cayendo por la ciudad, Jungkook, estresado, llegaba a la habitación intentando calmar la tristeza y angustia que yacían en su corazón. Así, tomó asiento en la cama y miró a un punto fijo en la pared.

- Si tan sólo tuviera la posibilidad de volver a ver a Taehyung...

Al mismo tiempo que murmuró aquella oración, enormes lágrimas comenzaron a caer alrededor de su rostro.

- Tae... Taehyung.

Continuó. Y volvió a continuar. Él exclamaba su nombre mientras su llanto se hacía escuchar en toda la casa, oyéndose a oídos de los hombres que había abandonado anteriormente mientras la tormenta continuaba su transcurso. Él quería volver a verlo, ya que con Taehyung, sentía que podía ser capaz de cualquier cosa, sin importar lo que fuera. Así, una vez más exclamó su nombre, hasta que algo logró detener su llanto. Era una luz, una gran luz que tomaba forma de destello y se hacía presente en la habitación de aquel lugar.

La flor de la Navidad; {BTS}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora