Parte 73

25 5 3
                                    

Las despedidas nunca era algo que personalmente les gustaba a los hombres que se encontraban en esa noche oscura de Seúl. Pero mucho menos le gustaba a Taehyung que, sabiendo su propia personalidad, acababa llorando en el hombro del señor Kim rogando abrazar a su madre. El hecho de que Kim Seokjin se haya ido dejaba a todos desconcertados. Ya no había ninguna ayuda, pero tampoco ninguna respuesta. O por lo menos eso creían, ya que claramente Yoongi estaba presenciando otro hecho inverosímil al mismo tiempo en un lugar diferente. Y en ese caso... ¿Taehyung también sería capaz de presenciar algo similar?

Él se encontraba perdido. Perdido por todo.

Absolutamente por lo que tanto había luchado parecía llegar a su fin, o por lo menos eso creía al observar al hombre que se marchaba a sus espaldas con una enorme sonrisa en su boca.

Ninguno podía comprender exactamente lo que estaba ocurriendo, pero Taehyung hasta un punto comenzó a cansarse. Se estaba fastidiando y culpando una y otra vez por todo. ¿Es que acaso se iba, así como así? ¿Acaso nada de lo que habían investigado les serviría de algo?

Frustrado, y aún con esos pensamientos en mente, abandonó a los hombres y llegó a su casa. Sus padres no estaban, pues se habían ido a festejar un matrimonio y lo habían dejado a cargo de todo. Pero a él no le importaba. A pesar de que quería un abrazo de su madre en esos momentos, sentía tanta angustia en su pecho que lo mejor para él sería estar sólo.

Así, se recostó boca abajo en su cama y cerró los ojos con fuerza, creyendo que la ida de Seokjin solo había sido una broma de mal gusto. Seokjin se iba, pero el secretario no aparecía. ¿Acaso querían volverlo loco?

Pero ya nada importó en aquel momento. Ya nada. Sólo un sonido proveniente de su ventana, que hacía sobresaltar a aquel depresivo cuerpo tumbado bajo las sábanas.

Escuchó unos cuantos golpes, y luego de sus insistentes llamadas, se levantó rápidamente de allí y se asomó a la ventana. Pero para su desgracia, nadie se encontraba allí.

Nuevamente, Taehyung se sentía estafado. Frustrado ya que esperaba que Seokjin vuelva a aparecer con una explicación lógica para lo que estaba pasado, volteó su cuerpo y volvió dirigirse a su cama, pero unos nuevos golpes volvieron a aparecer. Ante esta situación, Taehyung volvió a asomarse a aquella ventana desesperado, enojado y sobre todo, frustrado. Nadie.

Ante su nuevo intento de fracaso por descubrir quién estaba acabando su paciencia, abrió su ventana y salió de la habitación, encontrándose en el patio de su casa con un enorme cielo estrellado a la vista.

- ¿Hola?- preguntó mirando hacia todos lados.

Para su desgracia, no escuchó ni vio nada. Tanto el silencio como la oscuridad casi absoluta reinaban en aquel momento para el pobre joven asiático.

- Mierda...- murmuró para sí mismo, rindiéndose ante su idea por descubrir qué o quién estaba intentando llamar su atención.

Ante la inexistente presencia de un cuerpo capaz de matar su curiosidad, decidió volver a ingresar a su habitación. No era la primera vez que se desilusionaba por algo, y cada vez que algo así le pasaba, su madre le recordaba:

"No tienes por qué seguir atormentándote por algo que quizás no tenía que ser, solo sigue adelante y deja que todo pase de acuerdo a como tenga que ser, no intentes apresurar las cosas. Espera y verás lo bonita y positiva que puede ser la vida."

Claramente él necesitaba respuestas. Pero... ¿Qué podía hacer? Min Yoongi, su mejor amigo, se había ido por las oscuras veredas de la ciudad enojado hasta quizás consigo mismo, y él, desesperado, necesitaba a alguien con quien pueda hablar y compartir su frustración. Quería abrazar a su madre, estar solo pero a la vez tener a alguien con quien compartir todo lo que sentía en aquel momento.

Por un momento pensó en llamar a su amigo, pero decidió que lo mejor iba a ser volver a su habitación e intentar dormir un rato.

Las horas ya habían pasado, se encontraba en plena madrugada en el patio de su casa, y siendo de noche con Yoongi enojado, no era una buena opción molestarlo en ese contexto.

Así, se dispuso a ingresar a su habitación, intentando olvidar aquella misteriosa manera en la que algo o alguien había golpeado insistentemente su ventana, con el fin tal vez de que salga a las afueras de su casa para jugarle una broma de mal gusto a esas altas horas nocturnas.

Cuando abrió el vidrio de su ventana para abandonar el solitario y oscuro lugar, alguien lo tomó del brazo derecho impidiendo que éste lleve a cabo su misión.

En aquel momento, Kim Taehyung se sintió abrumado, asustado y curioso. Sintió que su corazón se paró y no dudó en dirigir su mirada hacia aquella persona que con tanta voluntad sostenía su muñeca con la intensión de que no vuelva a escapar de ella.

- Kim Taehyung- dijo.

Su voz.

Esa voz que tanto había estado esperando escuchar.

Esa voz que había cautivado sus más profundos deseos, y había hecho de ellos fantasías que solo Taehyung sería capaz de contar.

Esa voz que siempre necesitó, y que parecía casi imposible que llegara a volverla a escuchar.

Esa voz que había robado su corazón y no lo había dejado dormir en los últimos meses en el instituto.

Esa voz que había provocado que se haya desvelado unas cuantas veces con el fin de volverla a escuchar.

Esa voz. Sólo esa voz.

- Kim Taehyung- continuó.

Taehyung en efecto, estaba sobresaltado. Tenía una lluvia de emociones y sentimientos que era incapaz de controlar en aquel instante. Esa magnífica voz con la que tanto había soñado, esos ojos penetrantes y dulces que tanto le habían gustado, y esa preciosa y suave piel con la que tanto había deseado volver a tocar se había presentando ante él bajo la luna llena, tan perfecta, tan real.

- ¿Jungkook?- exclamó boquiabierto. Ver después de tanto tiempo a alguien a quien todos lo habían tomado por muerto era algo inexplicable.

- Taehyung- sonrió. Esa hermosa sonrisa que hacía que Taehyung comience a soñar despierto, como si iluminara su alma y bendijera su vida hasta otorgarle inmortalidad.

- Jungkook- susurró entre lloriqueos, abrazando a aquel joven que con tantas ansias había estado esperando- te esperé por tanto tiempo... Te prometo que jamás te dejaré ir otra vez.

La flor de la Navidad; {BTS}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora