- Como dije antes, debemos salir de aquí. ¿Recuerdan lo que vi la última vez que pude hablar con ustedes? El ángel sigue allí, nos está esperando afuera de este lugar, afuera, en el mundo exterior. Tenemos que hacer algo, queda poco tiempo.
- ¿Y cómo haremos eso?- preguntó precipitado Jackson, mientras los demás lo seguían y preguntaban lo mismo que éste.
- Tenemos que crear un plan.- respondió Seokjin, mirando a todos. Él sabía que con su gran imaginación, podían lograrlo.
- Quizás podemos tomar una soga y tirarla hasta que toque las rejas, y allí deslizarnos en ella hasta llegar a la vereda donde ya seremos libres- dijo uno de los pacientes de repente, logrando captar la atención de todos.
- Bueno... no está mal, pero el jardín que hay entre el edificio y las rejas siempre está custodiado, será muy fácil que nos vean y atrapen sin dudarlo. ¿Se les ocurre otra cosa?
- Que tal si... Cuando los médicos vengan.... ¿los golpeamos y salimos cantando una canción mientras vamos como en un tren y tenemos el hombro de quien está delante nuestro?
- Eso podría ser una opción, pero lo del tren... Creo que no tendremos tiempo, tendríamos que correr e irnos rápidamente para que no nos atrapen.
- ¿Por qué el tren no?- escuchó cómo todos los pacientes que se encontraban allí lo preguntaban en un tono alto como si hubieran ensayado años para que puedan coordinar perfectamente.
- Creo que el tren está bien- rió nervioso. En ese instante, recordó que los demás no tenían por qué huir, ellos realmente tenían problemas, por eso creía que cuando saldrían haciendo tal ridículo, podría tener una oportunidad para escapar él mismo con sus propias fuerzas, cosa que lo ayudaría a mezclarse entre la gente que se encontraba fuera del establecimiento, logrando que pueda llevar a cabo su misión.- ¿Alguien sabe cuándo vienen los médicos nuevamente?
- En 5 minutos. Las pastillas se han acabado y ellos vendrán para repartirnos las nuevas.
- Perfecto. Entonces debemos apurarnos y pensar con claridad lo que debemos hacer.¡Carajo, la cámara!
- Tranquilo, me encargué de eso mientras no estabas- respondió Jackson con un cierto tono de relajación- la noche después de que te llevaron me sentí culpable por no haber hecho nada por detenerlos, y pensé que todo fue culpa de la cámara, ya que gracias a ella, ellos podían observar todo lo que ocurría. Por eso, decidí tomarla y tirarla por la ventana. Quedó hecha trizas. Inmediatamente, al día siguiente se dieron cuenta y no dudaron en llamarme la atención. Para mi tortura, me dejaron dos noches enteras sin comida ni mis preciadas pastillas. Yo no quiero estar aquí, pero realmente amo mis pastillas. Por eso, cuando trajeron una nueva cámara, quien se encargó de deshacerse de ella no fui yo, sino Youngmin. Él entendió mi situación de desesperación y necesidad a mi droga, y me vio todas las noches que pasé sin mis pastillas sudando frío mientras repetía a cada rato el nombre de ellas. Youngmin volvió a romper la cámara, pero ésta vez por dentro, lo que por fuera parece estar totalmente sana y salva. ¿Ves?- señaló a una esquina del techo, indicándole a Seokjin en donde se encontraba- Allí está y allí estuvo hasta ahora. Aún no se han dado cuenta, pero temo que algún día lo harán.
- Increíble...- murmuró Seokjin, pero antes de continuar hablando, una voz detrás de él lo interrumpió. Era Youngmin.
- Sí, yo lo hice, pero lamento interrumpirles, contaste la historia en un mal momento. Sólo quedan 3 minutos y no nos hemos preparado aún.
- ¡Mierda! Tienes razón. Debemos organizarnos.- respondió Seokjin.
Todos los pacientes de la habitación 23 se encontraban en el medio del lugar en una ronda, mientras se organizaban rápidamente cómo actuarían cuando los médicos vinieran. Quedaba sólo un minuto. Los chicos se prepararon y fueron a cualquier rincón del lugar como de costumbre para no levantar ningún tipo de sospechas. Seokjin por un lado estaba sorprendido, pues fue demasiado fácil lograr que personas con serios problemas mentales lo ayudaran a llevar a cabo un plan, y que encima de todo, lo cumplan. Ellos se veían muy concentrados y Seokjin sólo esperaba que todo salga bien.
Pasaron unos minutos, más de lo que ellos esperaron, y finalmente los médicos aparecieron. Impuntuales, pero aparecieron. Como de costumbre, todos se posicionaron uno al lado del otro mirando a los médicos, pues además de traer las pastillas, siempre sin ninguna razón se llevaban a un paciente quien sabe a donde. Todos miraron a los médicos, que se encontraban con sus respectivos uniformes y una lista con sus nombres. Luego de unos segundos, uno de ellos habló, logrando romper el silencio que había generado.
- Hwang Jackson- dijo sin expresión alguna el hombre parado frente a ellos con una libreta en su mano y un barbijo en su boca.
- Está bien, está bien- respondió Jackson sin negarse al llamado de los médicos. Así, dos médicos se acercaron y tomaron de los brazos a Jackson, llevándolo a una camilla. El causante del llamado, que anteriormente se encontraba a un costado de los otros profesionales, se encontraba con una enorme jeringa en su mano derecha, que pronto iba a ser inyectada en el cuello del pobre Hwang. Sin embargo, antes de que todas las teorías fueran acertadas, Jackson giró bruscamente y golpeó a ambos médicos, y todos se apuraron a continuar con el plan, claro, cada uno a su manera.
Youngmin, quien fue un nuevo paciente de habitación mientras Seokjin no estuvo, tomó la jeringa del médico y se la inyectó a él, logrando que el médico suelte su libreta y cayera al suelo adormecido. Otros hombres se treparon a la espalda de otros médicos que aparecían poco a poco, y comenzaron a golpearlos violentamente.
Cuando todo acabó, Seokjin no dudó en darles la inicial de retirada. Todos escondieron a los hombres que yacían en el suelo bajo las camillas, y Seokjin tomó un traje de médico e inmediatamente se lo puso. Todos aplaudieron felices y salieron de la habitación, aún faltaba salir de allí de una vez por todas. Seokjin iba adelante, con la libreta del anterior hombre simulando ser el médico. Los demás, como bien habían prometido, iban detrás de él haciendo un tren, con los brazos en los hombros del de adelante, mientras todos a la vez repetían en tono feliz y alegre "que llueva, que llueva, la vieja está en la cueva". Fue algo ridículo, pues llamaban la atención de todos los que iban caminando por el pasillo. Por otro lado, Seokjin se mantuvo firme y continuaba con su papel de médico. Sin embargo, algo hizo que se detuviera.
- ¿Qué está pasando aquí?- proclamó una mujer. Era una compañera de trabajo de los otros médicos.
- Estoy llevando a estos imbéciles a caminar un poco al jardín. ¿No le molesta?
- Claro que no, de vez en cuando deben tomar un poco de aire fresco. Por cierto... ¿Eres nuevo? No te había visto antes.
- Sí, lo soy- respondió Seokjin mientras tragaba saliva y se acomodaba el barbijo.
- ¡Excelente! Buena suerte con estos dementes- rió.
- Claro- rió igual con algo de nervios hasta que la mujer se fue- Ahora sí, basta de tonterías.
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La flor de la Navidad; {BTS}
FanfictionUn instituto. Dos estudiantes desaparecidos. ¿Será cuestión de tiempo hasta que los hombres puedan averiguar lo sucedido y rescatar a los cautivos? Bienvenidx a una historia llena de misterios, en donde los participantes no sabrán de los obstáculo...