La flor de la Navidad; {BTS}

Parte 18

El Hospital Psiquiátrico situado en el Gangnam era uno de los mejores hospitales recomendados por la gente debido al buen estado físico del lugar y, por supuesto, porque era uno de los pocos que quedaban en la zona. Era muy espacioso, y tenía un amplio jardín para que sus pacientes pudieran apreciar el color verde que la naturaleza les brindaba. Sin embargo, la mayoría de los pacientes desde que ingresaron al lugar nunca salieron, así que nadie sabía acerca del trato que les proporcionaban.

Seokjin se encontraba en la habitación 23, en donde compartía su estancia con diversas personas con diferentes problemas psicológicos. Uno de los pacientes que se encontraba junto a él, nombró ciertas palabras que alarmaron mucho a Seokjin. "Cámaras". "Vigilancia". Seokjin estaba helado. Él creía que no tenía ningún problema, por lo cual no debía tomar la pastilla. Alzó la vista hacia la cámara que se encontraba en una punta del techo, y levantó su dedo medio o corazón, ignorando la advertencia de su compañero. Así, tomó la pastilla y la dejó caer lentamente al suelo, donde tiempo después la pisó hasta no dejan nada más que un simple polvo de suciedad.

Eran exactamente las 10:00 pm y Seokjin se acostó. Era todo muy nuevo para él de cierta forma. Él no sentía que debía estar ahí. Todo lo que le había ocurrido en ese momento parecía ser sólo una simple ilusión. ¿Y si en verdad ellos tuvieron razón? ¿Y si realmente estoy comenzando a tener problemas? Seokjin no paraba de preguntarse una y otra vez la razón por la cual estaba allí. Namjoon lo conocía bien, Namjoon pudo haber evitado la actual situación de Seokjin. Pero no lo hizo, y eso logró sólo empeorar la depresión que sentía Seokjin en aquellos momentos. Nadie de los que conocía le habían creído, sólo quería llorar. Él no paraba de pensar, pero algo logró que pare repentinamente. Un ruido. La puerta estaba abierta. Seokjin dio la vuelta y lo último que vio fue a un médico junto con un saco de fuerza. Él había sido llevado a otra habitación. El compañero de Seokjin sabía que vendrían por él, pero no pudo hacer nada al respecto.

Cuando despertó, lo único que observó fue una habitación en donde sólo habían paredes y paredes blancas en todas partes. Miró su brazo, y vio una pequeña abertura en él. Había sido inyectado quién sabe con qué. Se levantó lentamente y la única puerta del lugar estaba cerrada completamente. Ahora estaba en una sala diferente, alejada de todas las otras habitaciones. Era una sala especial, en donde sólo estaba él y una pequeña ventana en la puerta. Se dirigió a aquella ventana y miró hacia su alrededor. Era un pasillo completamente vacío, y frente a él, otra puerta.

- ¿A dónde mierda estoy?- preguntó asustado a la nada misma. Nadie podía escucharlo. La habitación era tan especial, que aunque gritara y se quedara sin voz, nadie lo escucharía.- ¡Carajo, ábranme!- protestó, pero nuevamente nadie contestó.

Seokjin miró a su alrededor y sólo logró que su nerviosismo aumente. Él era claustrofóbico. La habitación cada vez para él comenzaba a parecer más y más pequeña, se estaba volviendo loco. Comenzó a gritar con desesperación, y a medida que el tiempo pasaba y no obtenía respuesta, sus minutos ahí parecían alargarse.

- Deja de quejarte y hacer el ridículo, ¿quieres?- escuchó de repente una voz. Seokjin, que aún continuaba en el suelo, alzó la vista hacia la persona que de alguna forma ingresó a la habitación. Por un momento se detuvo a mirarlo detenidamente. No podía ser cierto. Refregó sus ojos una y otra vez. Volvió a mirar a la persona. Era Kim Seokjin.