La flor de la Navidad; {BTS}

Parte 6

- ¿"JK"?- alzó una ceja, mirándolo con descaro y despreocupación- Mira, sé que hoy fue un día grave, pero no exageres.

- ¿Qué?- preguntó indignado- ¿No me crees?

- Por favor, seguro fue producto de tu imaginación aquella "voz", y en cuanto a la carta... No significa nada.

- ¿Un "Ayúdame" y las iniciales de la víctima no te parecen nada?- protestó repentinamente- No puedo creer que no creas en mí. Namjoon~ah, sabes que nunca te mentiría, ¿por qué me haces esto?

- Seokjin... Dejemos esta conversación para más tarde, estoy cansado.- gimió- Vuelve a tu casa, mañana hablamos.- y con una reverencia, le entregó el papel con la nota e intentó cerrar la puerta, cuando algo se escuchó, provenía del cuarto.

- Namjoon... ¡Ya ven! ¿Quién es?- sí, era una voz femenina.

- ¿Así que por eso ni siquiera tienes la necesidad de confiar en mí por algo serio?- preguntó Seokjin- No lo puedo creer, Namjoonie... ¿Por qué?- tartamudeó, abandonando el lugar tiempo más tarde al sentir pequeñas gotas en sus ojos caer.

- ¡Jin!- gritó, pero ya era tarde.

Apenado, Seokjin llegó a su casa y se encerró en su dormitorio. Todo lo que había ocurrido ese día era horrible: un ruido extraño, un sueño solitario, un estudiante nuevo muerto, una voz siniesta, una carta de auxilio y el amor de su vida engañándolo. ¿Qué estaba ocurriendo? El mundo en ese momento parecía desmoronarse para Seokjin.

Así, arrepentido por haberle creído todos esos años que pasaron de amor con Namjoon, se acostó. No cenó, no se cambió de atuendo. Simplemente se acostó y comenzó a llorar. Su llanto era como un niño cuando le quitaban un juguete, o peor, un bebé cuando apenas recibía el mundo. Era un llanto desconsolado, con agonía y mucha tristeza. Luego de un rato, con lágrimas aún que llegaban hasta la comisura de su rostro, tomó la pequeña carta, arrugada y mojada por sus propias y tristes lágrimas, que inundaban cada rincón de la habitación. Abriéndola, volvió a leer "Ayúdame" JK. ¿Acaso estaba delirando? ¿Acaso no había despertado aún de una gran pesadilla? No entendía por qué todo esto ocurría ese día. Simplemente no podía comprenderlo. Luego, limpió sus lágrimas y dejó la pequeña nota en el borde de la cama, miró hacia arriba, suspiró y cerró los ojos unos instantes.

- Estúpido. Hubiera deseado nunca haberte conocido. Sin conocernos, no estaría pasando por esto. Sin conocernos, no hubieras creado tu estúpida escuela. Sin conocernos, ningún alma inocente hubiera muerto. Sin conocernos, no me hubiera enamorado perdidamente de ti...

[Silencio]

- Te odio, Kim Namjoon.