Parte 44

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Namjoon miraba expectante el teléfono mientras Seokjin secaba su cabello frente al espejo del baño. El director no podía creer que Jungkook no estuviera allí, luego de haberlo enterrado. A pesar de su trauma, estaba aliviado. Todo de cierta forma cobraba sentido: el cuerpo de Park Jimin nunca fue encontrado, por la misma razón que no se encuentra el cuerpo de Jungkook en el cementerio. Ambos cuerpos se encontraban en el mundo de Seokjin, aún con vida. Namjoon miraba una y otra vez aquellas fotos del mojado ataúd que habían visto horas antes de su visita. Sorprendido, así se encontraba. Por su parte, una vez que Seokjin terminó de hacer sus cosas en el baño, se sentó junto a Namjoon.

- Oye... ¿te molesta si me quedo aquí esta noche? a decir verdad, mañana tengo muchas cosas qué hacer, y está muy malo el clima ahora para volver. ¿Puedo quedarme?

- Claro, no hay problema. ¿Yo lo sé?

- Te dije que cualquier cosa que ocurriera, no te preocuparas. Probablemente me debes estar esperando, pero no tengo remedio, necesito quedarme aquí.

- Está bien, quédate. Puedes dormir en mi cama si quieres- Seokjin rió- ¿eso fue un sí?

- No puedes tenerme en este mundo, entonces... ¿crees que puedes tenerme ya que no pertenezco aquí?

- ¿No te aburres de ayudarte? Necesitas distraerte un poco, Jinnie.

- Bueno, tú me das mucho placer, así que no me aburro.

- Mmm... entonces no te importaría si te lo doy ahora, ¿verdad?

- En estos momentos, siento que si acepto, te engaño, pero si no acepto, te rechazo. ¿Qué debería hacer?

- Yo creo que...- Namjoon, suavemente, se acercó al oído de Seokjin, murmurando y poniendo una mano en la pierna de éste- pase lo que pase, no dejo de ser yo.

Con esas palabras, Namjoon no dudó en juntar los labios rápidamente a los de Seokjin. Él lo amaba, lo necesitaba. El agua aún caía sin parar del cielo mojando cada parte de la ciudad, así como también no paraban de golpear los grandes ventanales de la habitación. Ambos hombres, acostados en una cálida y suave cama, comenzaron a desvestirse. Claramente no era su primera vez, Seokjin acostumbraba a hacerlo con Namjoon en su mundo, entonces... ¿por qué debía ser diferente allí?

Con suaves caricias, Namjoon tocaba cada parte de su cuerpo y besaba su delicado cuello. Poco a poco, la pasión y lujuria comenzaron a apoderarse de ambos hombres, y la excitación fue algo inevitable. Los gemidos y jadeos por parte de Seokjin resultaban un gran incentivo para Namjoon, quien se encontraba encima de éste moviéndose rápidamente en él.

A decir verdad, Seokjin siempre era tímido, más con él y en esa situación. Sin embargo, éste Seokjin era un "excelente maestro del placer". Namjoon estaba sorprendido, pues si bien la estaban pasando de maravilla, no paraba de exigir que se mueva más rápido, cosa que hacía volver más loco a director.

Pasaron las horas, y finalmente decidieron dormir. Había sido una noche larga para ambos. Seokjin, entre los brazos de Namjoon, estaba a punto de dormir. Los dos estaban muy cansados por las actividades que habían realizado minutos antes, y por lo tanto no iba a dudar en dormir si tenía esa oportunidad. Sin embargo, no fue por mucho. El teléfono de Namjoon comenzó a sonar.

- ¿Sí?- murmuró despertándose repentinamente, aún abrazando a Seokjin- ¿Qué? ¿Lo dices en serio? ¡No lo puedo creer!

- Namjoon ah, baja la voz, quiero dormir- interrumpió Seokjin algo molesto, mientras enterraba su rostro en el cuerpo de éste.

- Lo siento bebé... ¡Oh, discúlpame, es que me estaba hablando Seokjin! Sí, sí, no te preocupes, iré allá enseguida y pasaré por ti.

Tan pronto como la llamada finalizó, miró a Seokjin.

- Seokjin, tienes que vestirte.

- ¿Eh? Son las 5:30 a.m y aún continúa la lluvia, ¿estás loco?

- Es importante, debemos irnos ahora.

La flor de la Navidad; {BTS}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora