✡ Guerra de Dioses y Demonios 1: El Nacimiento del Guerrero Prodigio

✡ III

Capítulo 3: La Verdad

✡

Raidel abrió lentamente los ojos. Estaba acostado en una cama.  

Le dolían los brazos, torso y piernas como si hubiera acabado de recibir cien latigazos. Tenía moretones por todas partes.

El viejo James estaba sentado junto a él con esa perpetua sonrisa tan molesta en los labios.

—Buenos días, muchacho.

—¿Qué demonios...? —empezó a decir Raidel, mirando a su alrededor. Habían camas por todos lados con personas vendadas durmiendo encima.

—Estás en la enfermeria —dijo el viejo James—. Han pasado tres días de tu examen de graduación.

—¡¿Qué?! —saltó Raidel con voz tan potente que despertó a los demás heridos—. ¿Tres días?

James asintió con la cabeza.

Raidel soltó un gemido ahogado.

—¿Y qué diablos sucedió con mi pelea? —lo miró con aprensión—. ¿Gané?

—¿Ganar? —repitió el anciano con tono burlón—. Ya quisieras —sentenció cruelmente.

Tras sus nefastas palabras, Raidel se volvió a recostar en la cama con aspecto abatido.

—Demonios —murmuró—. Eso quiere decir que... eso quiere decir que...

—Eso quiere decir que de todas formas eres candidato para graduarte de la academia —dijo el viejo.

Raidel le regresó a ver rápidamente. Una nueva llama de esperanza brotaba en sus ojos.

—¿Y eso qué quiere decir?

—Que este no era el verdadero examen de graduación —el viejo troll soltó una de sus habituales carcajadas.

Raidel se quedó pasmado. No sabía si reir o llorar.

James recobró la compostura.

—Bueno, la verdad es que quería ver hasta qué punto llegaban tus habilidades, por eso te puse a luchar contra la mitad de la academia, pero ahora que veo que eres más que apto...

—¿Y entonces cuál será el verdadero examen de graduación? —lo interrumpió Raidel, sin importarle lo más mìnimo sus habladurías de viejo senil.

—Despertar tu REM —dijo James con una sonrisa.

Raidel sabía que cada persona era capaz de controlar un único elemento en particular, aunque tal tarea era bastante compleja, y solo pocos lo podían lograr. Algunos podían controlar el rayo, otros el viento, otros el agua, etc. Y a eso se le llamaba REM, a la capacidad de la persona de controlar un elemento. Y a quienes podían controlar un elemento se les llamaba "Usuarios de REM". Aprender a controlar tu elemento, o dicho de otra forma, aprender a despertar tu REM era uno de los requisitos obligatorios para graduarse de la academia, pero al parecer solo ese iba a ser su examen de graduación... si el viejo no le volvía a trollear.

Raidel era consciente de que su REM era el fuego, él tenía la capacidad de controlar el fuego, pero todavía no podía dominarlo por completo. Y claro que debía de poder hacerlo si quería pasar el examen. No obstante, la complejidad que ello suponía era elevadísima... Tal vez si dispusiera de algo de tiempo para practicar... Algo así como dos meses...

—Tu verdadero examen de graduación está programado para esta misma tarde —dijo el viejo James como si le hubiera leído la mente—. Así que descansa por ahora que en unas horas te llamaré al gran salón de entrenamiento —y tras darle unas palmaditas en el hombro, se marchó cojeando gracias a su pata de palo.

Raidel volvió a sonreir lúgubremente.

Quizá y solo quizá este examen iba a ser aún más difícil que el anterior.

✡