Capítulo 7: Windel
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Raidel se demoró unas cuatro horas en llegar al pueblo más cercano, el cual era mucho más grande de lo que jamás se podía haber imaginado. Carromatos cargados de mercancía iban de un lado a otro, cientos de personas se movilizaban por las grandes calles del lugar, y las innumerables viviendas se desplegaban hasta donde no llegaba la vista. Según había visto en el letrero que se ubicaba al llegar, este pueblo se llamaba Windel.
Raidel pasó por un concurrido mercado en el que vendían toda clase de alimentos, ropa, adornos herramientas y hasta armas. Le llamó la atención una bonita daga de acero negro, pero sospechaba que no tendría el dinero suficiente para comprarla. Vio como la gente del lugar, compradores y vendedores, regateaban los productos.
Saliendo del mercado, Raidel vio una interminable columna de casas y edificios, y se preguntó hasta dónde llegaría ese pueblo. Más adelante, se topó con una plaza casi abandonada. Por allí se sentó, bajo un árbol y notó al instante el hambre que tenía. No había comido nada desde que había salido de la academia. Debía de encontrar algo de comida y refugio, dado que ya estaba oscureciendo. Se preguntó qué haría a continuación para ganar dinero, ¿a dónde iría? Las monedas que tenía en la bolsa no le iban a durar para toda la vida.
Reemprendiendo su marcha, Raidel se dirigió hacia el otro extremo del pueblo, buscando un hotel en donde pasar la noche. Diablos, no habìa pasado ni medio día y ya estaba extrañando la academia de nuevo...
Hubo un momento dado en el que al cruzar uno de los callejones más estrechos y oscuros, dos tipos vestidos de negro y encapuchados salieron rápidamente de uno de sus escondrijos y se pusieron enfrente de Raidel, cortándole el paso. Uno de ellos le enseñó un cuchillo, y dijo:
—Si cooperas, esto terminará rápido —y a continuación cogió la bolsa que llevaba Raidel en la espalda. Al revisarla, se topó con la placa que le había dado el viejo por su graduación. El ladrón la quedó mirando fijamente. Luego se volvió a su compañero, y gritó:
—¡Es la placa de la Academia Legacy! —acto seguido tiró la bolsa al suelo y salió corriendo como alma que lleva el diablo.
Pero su compañero, un sujeto gordo y maloliente, se quedó justo donde estaba, fulminando a Raidel con la mirada.
—¡Pero si solo es un maldito niño! —estalló de la risa—. Es imposible que sea un graduado de la legendaria Academia Legacy. De seguro la placa es falsa —sus carcajadas eran estridentes y parecían que no se iban a detener nunca. Esa risa molesta hizo que el pelirrojo recordara al viejo.
Sin embargo, a Raidel le bastó un único golpe en el diáfragma para que aquella bola de grasa cerrara el ocico y cayera inconsciente ante sus pies. Y entonces Raidel continuó con su paseo, imperturbable.
Y tras media hora de haber buscado, al fin halló un hotel decente en el que quedarse.
El comedor de la sala principal estaba repleto de gente. Allí Raidel pidió algo para comer. Estaba pensando en cuál sería la mejor manera de ganar dinero, cuando la respuesta le vino directamente a los oídos: A tres mesas de su posición, un par de borrachos estaban hablando acerca de que mañana mismo se celebraría un torneo en la plaza central en donde los mejores guerreros del pueblo lucharían en combate. El premio al ganador, según dijeron, era de quince monedas de oro.
Sonriendo de la alegría, Raidel ya sabía de qué forma iba a ganar dinero.
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✡ Guerra de Dioses y Demonios 1: El Nacimiento del Guerrero Prodigio
Avventura✡ Primer volumen de la saga "Guerra de Dioses y Demonios" Esta es la legendaria historia de Raidel, un muchacho con grandes poderes y habilidades que irá a recorrer el mundo entero en busca del mayor y más preciado tesoro que la humanidad haya tenid...