Capítulo 41: El Retorno del Niño Borracho
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Cuando Raidel terminó de hablar, una arruga de irritación había aparecido en el entrecejo de Karson.
Ahora el Capitán del Escuadrón de Asesinato ya sabía por qué Stanferd había pagado semejante cantidad de dinero para verlo muerto.
Sin duda, al reino no le haría ninguna falta aquel payaso.
Ninguno de los presentes entendía cómo el muchacho podía hacer bromas en una situación como esta.
—Bien, ahora que ya dijiste tus últimas palabras... —dijo Karson levantando nuevamente su daga— déjame darte el golpe final.
Se disponía a ir a la terraza en la que estaba Raidel, pero se detuvo al mirar que el muchacho se ponía lenta y dificultosamente de pie mientras soltaba una risita. A continuación el pelirrojo cogió una daga de sus oponentes caídos, y prendió su hoja en llamas.
—¡Intenta matarme si puedes, criatura putrefacta! —dijo Raidel, lanzando la daga en llamas en dirección a Karson, quien la esquivó con un simple movimiento de cabeza, pero cuando volvió a mirar al muchacho, él ya no se encontraba en el mismo sitio en el que había estado hace un segundo atrás.
Raidel, tambaleante y adolorido, corría como podía y saltaba terrazas para alejarse de sus enemigos. Ni siquiera él mismo sabía de dónde estaba sacando las fuerzas para realizar tal hazaña, pero sin embargo lo estaba haciendo. A sus espaldas escuchó que el tipo de la cara quemada gritaba:
—¡Atrapenlo! ¡Atrapenlo! —pero luego se corrigió—: ¡Mátenlo! ¡Mátenlo!
Una lluvia de innumerables flechas salió disparada hacia Raidel, no obstante el impredecible tambaleo del muchacho le fue inesperadamente de gran ayuda para que pudiera esquivarlas.
El pelirrojo saltó una, dos, tres terrazas, pero a la cuarta ya comenzaron a seguirlo de cerca para bloquearle el paso y matarlo.
Raidel golpeó a uno en la cara y pateó a otro en los riñones. El poderoso impacto hizo que ambos cayeran inevitablemente de la terraza con algunos huesos rotos. Posteriormente el muchacho siguió corriendo como poseso, sin saber muy bien a dónde se dirigía. Lo único que quería era alejarse del lugar y perder de vista a sus oponentes. Sabía que eso último era imposible, pero aún así guardaba la absurda esperanza poder lograrlo... ¡No podía morir aquí de esta manera tan miserable! ¡Simplemente no lo iba a permitir!
—¡Aunque logres huir, lo único que conseguirás con ello es aplazar tu muerte por unos cuantos minutos! —gritaba Karson en algún lugar detrás de Raidel—. ¡El veneno te matará de todas formas!
Raidel no le hizo caso y siguió corriendo, tambaleante como un borracho, a través de las terrazas y los tejados de las casas. Si había una oportunidad, una sola oportunidad, aunque fuese pequeña y remota, él la aprovecharía con gusto. No podía dejarse vencer por esos inútiles. Estaba seguro de que habría podido derrotarlos a todos en menos de tres segundos si no hubiera estado envenenado... La vida se mostraba tan injusta con él...
Más hombres aparecieron enfrente de Raidel, y se lanzaron hacia él con sus dagas en lo alto.
El muchacho apenas logró eludirlos para luego contraatacar torpemente con ganchos de izquierda. Cuando sus oponentes se derrumbaron sobre el suelo, Raidel continuó corriendo y saltando las terrazas. A lo lejos pudo escuchar que los aldeanos gritaban como locos. No se les entendía mucho, pero decían algo acerca de algún Escuadrón de Asesinato...
Los minutos pasaron, y tras haber derrotado a varios asesinos y haberse desplazado sobre incontables casas, Raidel creyó que podía lograrlo. Podía escapar de ellos. Sin duda lo haría. Escaparía y luego iría a un hospital para que...
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✡ Guerra de Dioses y Demonios 1: El Nacimiento del Guerrero Prodigio
Adventure✡ Primer volumen de la saga "Guerra de Dioses y Demonios" Esta es la legendaria historia de Raidel, un muchacho con grandes poderes y habilidades que irá a recorrer el mundo entero en busca del mayor y más preciado tesoro que la humanidad haya tenid...