Capítulo 74: El Buen Rey Lakmar
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Dantol y Threon se encontraban en serios problemas.
Después de una exhaustiva búsqueda, ambos borrachos finalmente habían encontrado a alguien que tenía armas de repuesto. Se trataba del General Kren, quien, entre otras cosas, estaba a cargo del armamento de Ludonia. Era un tipo mestizo que llevaba un parche en el ojo. El General Kren era conocido por ser el mejor Maestro de Armas de todo el reino, el cual repartía sus enseñanzas en la academia más prestigiosa de Ludonia. Su control con las armas no parecía conocer límite alguno, puesto que dominaba a la perfección el uso de cientas de armas distintas. De hecho, este tipo era tan poderoso que se rumoreaba que en una ocasión él solo había vencido a una docena de bandidos utilizando dos palillos como armas. Él era uno de los Generales más temidos y respetados, por lo que Dantol y Threon tuvieron especial cuidado cuando se acercaron a él.
—E-eh... señor... —balbuceó Threon con nerviosismo, una vez que tenía al General enfrente—. ¿P-por casualidad usted tiene armas que le sobren para que pueda prestarnos?
Kren miró a ambos borrachos de arriba a abajo.
—Bonitas pijamas —dijo y luego se dio media vuelta para seguir repartiendo armas a los soldados que tenía al frente.
—Pasaron muchas cosas... —intentó explicar Dantol mientras se rascaba la cabeza—. Solo queremos un par de armas, nada más...
El General soltó un suspiro. Ya conocía la reputación de ambos. Aunque quién no. Eran el hazmerreír del reino. Habían hecho cosas peores que venir a una guerra en pijama. Es más, en una ocasión casi les habían expulsado del ejército por pasarse de payasos, pero el General Sylfer había hablado a su favor, por lo que al rey no le quedó más alternativa que hacerle caso.
—Estas armas solo son para los soldados de reserva —les informó Kren con tono grave—. Los guerreros activos deben traer sus propias armas —soltó otro suspiro—. Pero tienen suerte de que hayan armas de sobra —arrojó dos espadas a los borrachos, quienes las agarraron en el aire.
Dantol y Threon vieron que las espadas estaban algo oxidadas, pero era mejor que nada.
—¿Y las armaduras? —preguntó Threon—. ¿Tienes armaduras?
—¿Qué diablos es esto, una tienda de armas? —dijo Kren con una expresión de fastidio. Ya estaban empezando a molestar más de lo normal—. Hasta los soldados de reserva traen sus propias armaduras, por lo que nadie tiene armaduras de sobra. Lo lamento.
Dantol se encogió de hombros, sin darle mucha importancia.
—Bueno de todas formas te debemos una, General Kren —dijo Dantol con una sonrisita de complicidad—. ¿Cómo quieres que te paguemos? ¿Con unas buenas cervezas en la taberna "Demonios Sexys"?
Kren puso los ojos en blanco mientras volvía a darse media vuelta. Murmuró algo acerca de que los idiotas siempre van a seguir siendo idiotas. Ni Dantol ni Threon entendieron el significado de aquellas palabras, pero igualmente agradecieron una vez más y luego se marcharon.
Mientras los borrachos se dirigían hacia la cima de la muralla, en donde tenía lugar la batalla principal, Threon soltó una risotada irónica.
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✡ Guerra de Dioses y Demonios 1: El Nacimiento del Guerrero Prodigio
Aventura✡ Primer volumen de la saga "Guerra de Dioses y Demonios" Esta es la legendaria historia de Raidel, un muchacho con grandes poderes y habilidades que irá a recorrer el mundo entero en busca del mayor y más preciado tesoro que la humanidad haya tenid...