✡ XXIX

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Capítulo 29: Raidel vs Tres Capitanes de Escuadrón

El día había amanecido frío y nublado. Raidel se había levantado a las seis de la mañana, helado hasta los huesos y con los ojos rojos del sueño. Una vez más, no había podido dormir lo suficiente. Todo era gracias a que la noche anterior había ido con Dantol y Threon a la que ellos habían asegurado que sería una de las mejores ferias de comidas del año. Al principio, Raidel se había mostrado un tanto escéptico ante sus palabras, pensando que sería alguna de sus bromas o que le querían llevar al club de striptease, pero una hora más tarde había podido comprobar con sus propios ojos que esos dos no mentían, ya que, según había observado, los comerciantes y mercaderes habían traído al reino una infinidad de diversos animales, vegetales, frutas e ingredientes, todos ellos extremadamente exóticos y de aspecto apetitoso. Naturalmente, vendían cada porción a un precio exorbitante, pero Threon dijo que había que aprovechar la oportunidad porque quizá nunca más en la vida volverían a ver ni a probar semejantes "delicias". Raidel explicó que no tenía nada de dinero, pero en respuesta Dantol le había sonreído, mientras sacaba y agitaba su gorda billetera.

Compraron entonces medio centenar de alimentos, aderezos e ingredientes variados, y luego fueron a la casa de Threon a prepararlos y cocinarlos. Raidel descubrió que Threon era un excelente cocinero, él no solo sabía lo necesario del arte culinario, sino que parecía que lo sabía todo. Y con razón, ya que dijo que había sido chef en un restaurante bastante prestigioso del reino antes de convertirse en soldado. Dantol bromeó diciendo que ya sabía la razón del por qué era tan mal luchador.

Luego Raidel le prometió a Dantol que le pagaría por la comida ni bien tuviera dinero, pero éste se rió diciendo que no había la necesidad.

—Estamos aquí para festejar por adelantado tu victoria de mañana —dijo—. No tienes que pagar nada.

La noche se había alargado hasta límites insospechables, y Raidel había terminado en su casa a las tres de la mañana. En ese momento se sentía todo un fugitivo. Un prófugo de la ley. Era una sensación bastante agradable. Sin embargo, había llegado tan agotado que al entrar a su habitación, se había tirado sobre las cobijas de su cama y se había quedado dormido al instante.

Solo había dormido tres horas. Cuando despertó, tenía los ojos rojos y le helaba la sangre gracias al frío clima y a que no se había abrigado con las cobijas. 

Fatigado, trasnochado, malhumorado, agotado y letargado, Raidel se levantó de la cama como un sonámbulo para ir a desayunar. Se encontraba temblando de frío. Y lo peor de todo era que su combate contra los tres Capitanes de Escuadrón era hoy mismo, en dos horas.

Cualquiera hubiera dicho que Raidel ya se estaba empezando a arrepentir por haberse trasnochado la noche anterior, pero ese no era precisamente el caso.

La verdad, la pura verdad, era que la comida de ayer había sido tan majestuosa que bien podía haber pasado dos noches enteras sin dormir y aún así habría valido la pena. Oh, sí.

Después de desayunar algo ligero, Raidel se dirigió hacia el pequeño coliseo del reino, en el que se realizaría su combate. Se trataba de una construcción de escalones y gradas ascendentes que rodeaban un gran cuadrilátero de piedra que estaba ubicado en el centro. Cuando Raidel llegó, el lugar estaba completamente repleto de gente, quienes se encontraban sentados en los escalones, deseosos de que el combate empezara ya mismo. De pronto a Raidel le había entrado una especie de pánico escenico. Eran miles de espectadores. Y todos ellos lo estarían observando a él cuando luchara. El muchacho empezó a sentir náuseas que no tenían nada que ver con el hecho de que había dormido poco.

✡ Guerra de Dioses y Demonios 1: El Nacimiento del Guerrero ProdigioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora