Capítulo 51: La Parca Negra
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Raidel se despertó muy temprano en la mañana. Hubiera querido dormir un poco más porque hoy era su día libre, pero su mente, siempre tan inquieta y preocupada, se lo impedía.
De modo que el muchacho se preparó algo para desayunar y luego fue a darse una vuelta por los alrededores, principalmente por las tiendas y los puestos de venta para ver si había algo nuevo; algo que le interesara comprar.
Cuando llegó al mercado de artesanías, reconoció dos figuras inesperadas a lo lejos. Sin pensarlo siquiera, el muchacho se dio la media vuelta, dispuesto a marcharse del lugar, pero ya era demasiado tarde:
—¡Oh, pero si es Raidel! —dijo uno de ellos con gran emoción.
Sin tener más opción, Raidel dio un suspiro y luego volvió a darse la vuelta para encontrarse con los borrachos.
—¡Vaya, qué gran coincidencia encontrarnos aquí! —dijo Dantol yendo directamente hacia él con Threon a su lado.
Raidel observó que ambos tenían una gran cantidad de moretones, magulladuras y rasguños por toda la cara. Al parecer, la pelea del día anterior se había alargado hasta límites inimaginables.
Naturalmente el muchacho ya sabía lo que había pasado, pero, por cortesía, tuvo que preguntarlo:
—¿Qué les ocurrió? —sus palabras no reflejaban sorpresa alguna.
Threon se encogió de hombros.
—La verdad es que no lo sabemos. Simplemente ayer despertamos así.
Dantol asintió con la cabeza.
—Creemos que un ladrón apareció en mi casa y nos dejó insonscientes a ambos. Cuando despertamos, estábamos tirados en el suelo y mi comedor estaba completamente destruido —entrecerró los ojos, furioso—. Solo que lo raro es que el ladrón no dejó huellas y tampoco parece haberse llevado nada.
—¡Lo espantamos! —gritó Threon con el puño levantado en señal de victoria—. Le debimos haber dado una paliza tan brutal que no tuvo más remedio que retirarse sin robar nada antes.
—¡Nos dio muchos golpes, pero nosotros le debimos haber dado muchos más! —gritó Dantol con el puño también levantado.
—¿Así que no recuerdan nada? —preguntó Raidel sin poder ocultar una pequeña sonrisa de la ironía de todo este asunto.
—No, nada de nada —dijo Dantol.
Creyendo que la sonrisa de Raidel era de compasión, Threon también sonrió.
—No te preocupes, ya estamos más que acostumbrados a este tipo de cosas. No es la primera vez que nos pasa —se encogió de hombros—. Una vez despertamos casi desnudos.
Raidel se preguntó qué cara pondrían si supieran la verdad. Sin duda sería gracioso verlos, pero, por piedad, prefirió no decirlo.
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—Bueno, entonces yo me retiro —dijo Raidel después de haberse dado una vuelta entera en el mercado de artesanías y no encontrar nada de su agrado—. Tengo que arreglar mi casa así que...
—¡Pero si ya son casi las diez de la mañana! —lo interrumpió Dantol con incredulidad.
—¿Y qué pasa con eso? —dijo Raidel un poco molesto, sospechando que su compañero seguía medio ebrio.
—¡La subasta comienza en una hora! —exclamó Threon con una sonrisa de expectación.
—¡Ah. es verdad, me había olvidado de la subasta! —gritó Raidel como si fuera el final del mundo.
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✡ Guerra de Dioses y Demonios 1: El Nacimiento del Guerrero Prodigio
Adventure✡ Primer volumen de la saga "Guerra de Dioses y Demonios" Esta es la legendaria historia de Raidel, un muchacho con grandes poderes y habilidades que irá a recorrer el mundo entero en busca del mayor y más preciado tesoro que la humanidad haya tenid...