Acercándome a la verdad

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Nos hicimos grandes amigos con Marcelo aunque el era algo pícaro con las chicas, no creo que sea culpa de el ya que era el chico mas codiciado del salón y yo pues bueno solo un chico mas del montón, a el le gustaba mucho salir a fiestas, a mi me encantaba leer, ver pelis, escribir cartas , y esas cosas que para el mundo ya pasaron de moda, en fin, el decidió ser mi amigo y yo igual, aunque no teníamos nada en común ¡excepto por una cosa! ambos eramos muy buenos actuando, tanto que la señora que servia la comida en la universidad nos daba una porción extra por que habíamos fingido ser extremadamente pobres, y aunque no lo eramos del todo, pues había que ahorrar cierta cantidad de dinero para pagar el cuarto.

El y yo siempre comiendo juntos pero por mi cabeza siempre pasaba "el que voy hacer con mi vida " ciertamente yo era un poco mas maduro que marcelo me concentraba mas en lo que quería, pero por alguna razón el era mas feliz. Con el tiempo volví a ver a la chica de la cafetería resulta ser que ella estudia enfermería, lo cual era una casualidad ya que estaba cerca de la facultad de medicina donde estaba marcelo y yo. 

No supe como hablarle ya que ella era como un ángel y yo pues bueno era tan yo, para todo el mundo yo era muy extraño ya que me gustaban cosas distintas, pero era muy bueno dando consejos y ayudando en clase, no sabia como hablar con aquella mujer, así que le pedí consejos, a la única persona que yo conocía, así es marcelo. 

Después de varias horas hablando con el llegamos al punto de que yo no tenia remedio ni salvación, el me dijo voy a salir con paulina esta noche, quizás el salir un rato te ayude a mejorar tus ideas y dejar de ser tan tímido ¡inténtalo! , decidí ir con el pero se me hacia raro estorbar en su cita, así que cuando ellos no se dieron cuenta me fui a tomar un café un poco lejos de ellos, no me acuerdo el nombre de aquella cafetería, pero lo interesante es que tenia libros y un letrero que decía (lea mientras espera), cojo un libro de narnia, cuando era pequeño amaba aquellas historias pero mas por el león que por los protagonistas en si,  en poco tiempo aquella cafetería se lleno, pero por lo visto a nadie le interesaba leer, hasta que alguien se sentó en la mesa para dos en la que yo estaba, no le tome mucha importancia en mi mente decía quizás, solo esta esperando la orden para llevar o ese tipo de cosas, hasta que me dijo, ese es mi libro favorito, yo baje lentamente el libro de mi cara y era ella, aquella chica con la que no podía hablar, me dijo me llamo mishel y tu.

Momentos de la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora