Dos Hombres, Una Elección.

La carta de despedida de Trevor.

~La mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella.~ Oscar Wilde.

Después de otro largo pasillo llegamos a lo que creo es nuestro destino. Entramos en una habitación bastante amplia. Y para mi sorpresa hay una puerta más. La abre y al entrar me deja en el suelo. Mis ojos no pueden creer lo que estoy viendo. Esto es realmente lo más hermoso que he visto. Hay una cama enorme en medio de la habitación. El techo para mi sorpresa es de cristal lo cual permite ver al cielo. La noche se ve preciosa con todas esas estrellas y esa luna tan brillante.

¬Jamás había visto algo igual. ¬Susurro.

Estoy impresionada.

¬Esto no es nada comparado con lo que te haré sentir. ¬ Me respondió con su voz de seductor.

Mierda, mierda mierda. ¿Lo dije en voz alta?... Pff

¬...Te compensare. Gemiras y me suplicaras que te folle eso te lo aseguro. ¬ Se que sus palabras prometían mucho.

Me estoy excitando demasiado con toda esta situación.

¬Dudo mucho que me guste lo que me hagas mientras me tienes retenida.

¬¿De verdad quieres irte?¬ Su voz es apenas un susurro. Parece dolido.

Antes de que pueda responder suena un celular. Y maldijo en voz baja.

Esa melodía...¿es mi celular y lo tiene él?.

¬¿Qué haces tú con mi celular?. ¬ Le reclamo rompiendo la tensión sexual que hace unos segundos estaba por la habitación. El no me responde.

Saca mi celular de sus pantalones. No se quien me llama pero al parecer le molestó porque cambio su semblante, maldijo y arrugó su seño en forma de disgusto. ¿Quien podrá ser que lo molesto?.

¬¡¡Oyee!! ¿Por qué cuelgas?. Es mi celular y yo decido a quién quiero responder y a quien no. Tu no tienes el derecho sobre mi, ni sobre mis cosas.

¬No es nada importante. ¬ Me contesta mientras hace un ademán con la mano para restarle importancia a la llamada, y enseguida comienza a sonar de nuevo. Antes de que pueda colgar le quitó el teléfono de las manos. El trata de quitármelo nuevamente pero antes de que lo logre me subo a la cama cual niña chiquita y contestó la llamada. Es mi forma de desafiarlo y se que esta dando resultado porque parece más que enojado.

¬Hola. ¬Digo menos segura de lo que quisiera sonar. Ni siquiera me fije en quien llamaba solo respondí.

¬Hola hermosa. ¿En dónde estás?. Vine a buscarte a tu hotel en cuanto May me dijo que te habías ido. ¿Por qué no me avisaste para que pudiera llevarte?. ¬La voz dulce de Scott suena del otro lado del teléfono.

Este si que es el peor momento para que llame. No somos nada y aún así me siento culpable. Trevor está tratando de quitarme el teléfono, por lo que me escucho muy agitada cuando le respondo.

¬Perdón estaba cansada y no quería molestar.

¬¿Por qué suenas tan agitada?, ¿En donde estás?. Porque es obvio que en tu hotel no. Me dijeron en recepción que no has llegado. ¬ Suena resentido.

Mierda no se que decirle. No puedo decirle en dónde estoy ni mucho menos con quien.

¬No no he llegado al hotel. Me sentía muy cansada pero cuando salí quise dar un paseo, y aquí estoy caminando, por eso me escuchó tan agitada. ¬ Trevor sigue corriendo tras de mí para quitarme el celular, y yo me siento mal por la mentira que acabo de decir a Scott.

¬¿Caminando dices?

¬Sí, caminando. ¬ Le respondo aún más agitada.

¬¿Por donde?. No se escuchan carros y ademas tu no conoces LA. Te puedes perder. Mándame tu ubicación y voy ahora mismo por ti. ¬Es más una orden que otra cosa.