Libertad. II

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Sentí que alguien me zarandeaba despacio y me susurraba algo.¬Preciosa... Despierta...

¬¡Mmhhm...! 5 minutos más...

¬Nada de 5 minutos más, ya hemos llegado...

¬¡¿A donde?!. ¬Me desperté de golpe abriendo los ojos.

Ya amaneció totalmente, está totalmente claro. Estamos en...

¬Mi casa. ¬Me contesta Trevor con una sonrisa.

¬¿Pues cuentas casas tienes?. ¬Le pregunto con los ojos abiertos como platos.

Cada que lo veo es en una propiedad distinta... ¿Tanto dinero tiene? ¿de qué trabaja?...

¬Muchas. ¬Me sonríe con cara de suficiencia y orgullo.

¬¡Ya veo!. ¬Le contesté alzando ambas cejas.

Mientras entramos a la casa o mejor dicho mansión me doy cuenta que es una réplica exacta de la que tiene en Los Ángeles...

¬¿Te gusta?. ¬Me pregunta enarcando una ceja.

¬Es igual a la de los Ángeles... ¬Le afirmo y él asiente. ¬¿Por qué?.

Se encoge de hombros. ¬No lo sé, me gusta...

Su respuesta realmente no me convence pero no pienso insistir no es algo que me incumba y ahora mismo mis preocupaciones son otras.

¬¿Qué pasará cuando se enteren que ya no estoy ahí?. Le pregunto preocupada.

Se queda pensativo y tuerce la boca en un puchero. ¬La verdad no había pensado en eso hasta ahora, no fue nada fácil planear las cosas para sacarte de la mansión Parker.

¬¿La mansión Parker?. ¬Lo interrumpo con los ojos abiertos de par en par.

Asiente. ¬Sí, así se llama ¿Por qué?.

¬No por nada... ¬Niego con la cabeza.

Total, sería imposible que tuviera algo que ver con...

¬¿Segura?. ¬Pregunta enarcando una ceja.

¬Sí, segura... ¿Cómo está mi hijo?.

¬Está bien, pero ya no está en Las Vegas porque...

¬¡¿SACASTE A MI HIJO DE LAS VEGAS? ¿POR QUÉ? ¿CON QUE DERECHO?...¬Comienzo a gritarle colérica.

¬¡Oye tranquila! Ya no estaba seguro ahí, estaban por dar con él Andrea. No podía permitir que lo encontraran y menos ahora sabiendo que es ¡MI HIJO!. ¬Hizo énfasis en lo último y... el miedo que una vez sentí al pensar que él se enterara y quisiera quitarme a mi hijo regreso instalándose en lo más profundo de mi ser...

¬¡ES MIO!.

¬¿Acabo de salvar tu maldito culo y así me pagas? ¿Gritándome?... Andrea, Emett también es mi...

¬¡NOOOO!

¬¡TAMBIÉN ES MI HIJO!

¬¡ES MIO DE NADIE MÁS!.

¬¡Andrea, por favor cálmate.! Estás temblando y no creo que le haga bien a tu bebé... ¬Me contestó más calmado.

Pero, ¿cómo quiere que me calme? ¿y si quiere quitarme a mi hijo? No, no, y no. Sobre mi cadaver, Emett es solo mio...

Pareció comprender el conflicto mental que se estaba llevando a cabo en mi cabeza porque hablo...

¬No pienso quitarte a Emett... ¬Su voz fue más dulce y relajada. ¬pero entiende que también es mi hijo, Andrea. No se porque no me permitiste estar con él, soy su papá y tengo derecho a verlo, estar con él, compartir...

¬¿Que no te lo permití?...¬Le dije con la voz ronca de tanto gritar, y con lágrimas en los ojos. ¬ Te llame muchas veces Trevor. Después de que me dejarás esa maldita carta de despedida... A los pocos meses supe que estaba esperando un hijo tuyo, yo no sabía que hacer, trate de buscarte pero desapareciste de la faz de la tierra. Cuando me fuí a Las Vegas; durante los primeros 5 meses de mi embarazo seguía buscándote y todo fue en vano, me canse... ¿Qué querías que hiciera? ¿Qué te mandará señales de humo?... ¬Ironice rodando los ojos y poniendo ambas manos en mis caderas. 

Su cara era un sin fin de emociones, no tenía las mismas facciones duras con las que acostumbraba a verlo, pero, estaba como perdido y las lágrimas recorrían sus mejillas...

Nunca lo había visto llorar... Bueno, no es como que nos hubiéramos visto mucho, aunque siento que no es de las personas que se dejan ver vulnerables ante los demás...

¬Y-yo...Yo creí... creí que... era lo mejor para ti... ¬Tartamudeo.

¬¿Lo mejor para mi?. ¬Sonreí melancólica. ¬ ¡Querrás decir lo mejor para ti!. Porque yo no volví a saber nada de ti hasta unos días antes de mi boda, Trevor.

¬No lo entiendes... ¬Sonrío hacía la nada. Fue una sonrisa vació que me provocó escalofríos...

¬¿A qué te refieres?. ¬Mi voz sonó dudosa.

¬Nada. ¬Contestó tajante. Y como por arte de magia, volvió a poner cara de póquer; como si esta charla no hubiese existido nunca. ¬ Nuestro hijo está bien, pronto podrás verlo.

¬¿Está aquí?. ¬Le pregunté cambiando mi ánimo por uno más alegre.

Negó con la cabeza. ¬ Mañana llega... Tu habitación está en el segundo piso, es la última subiendo por las escaleras del lado derecho. ¬Dicho esto, se dio media vuelta y se fue dejándome en medio del recibidor de su casa.

Me quede viendo a la puerta por donde salió durante un largo tiempo. ¿Así iban a ser las cosas siempre entre nosotros?... ¿Pero qué estás diciendo? No es como que vayas a quedarte con él Andrea. ¡Reacciona! ¡Estás casada!. Si, con un hombre que ni siquiera se digno en buscar a su mujer y su bebé... ¬Sonreí de forma triste.

¿Sabrá que su papá me tenía secuestrada?... Y si sabía... ¿Él fue parte de todo?.

¬¡BASTA!¬ Deja de quemarte las neuronas, mejor sube a descansar que mucha falta te hace... me dije a mi misma mientras subía las escaleras y me dirigía a donde me dijo Trevor que estaba mi habitación.

Nada más entrar me di cuenta que la habitación es idéntica a la de Los Ángeles donde concebí a Emett... Por techo tiene el mismo que permite ver el cielo... Es precioso, no creí volver a ver algo así.

Dado que es de día y no podré dormir por toda la luz que entra, me decidí por darme un baño, quizá eso me ayude a relajarme...





CONTINUARÁ...

Dos Hombres, Una Elección.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora