Capítulo 1: Diamante.

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Actualidad.

Bella.

Camino por todo el castillo hasta la sala de entrenamiento, últimamente Lucifer nos ha exigido más que antes en todos los aspectos, desde cuerpo a cuerpo hasta mágicamente, todos suponemos que la supuesta guerra que nosotros tenemos que vencer está más cerca de lo que esperábamos. Aunque tampoco me quejo, han pasado más de 100 años desde que estoy aquí y nos hemos entrenado cada día para esto.

Desde que llegué aquí muchas cosas han cambiado, tanto en mí como en los demás. Un ejemplo podría ser que aprendí a luchar tanto con armas como cuerpo a cuerpo, también puedo usar varios poderes que se me concedieron gracias a los genes de Ángel y Demonio, no suelo ser muy violenta aunque algunas veces tengo el temperamento de un lobo. También, al poco tiempo de estar aquí descubrí que tenía un par de alas, las cuales Lucifer dicen que son exóticas, tampoco es que se vean un par de alas grises con llamas. Porque sí, tienen llamas, además de que el color gris en las alas nunca había existido, o son negras o blancas, pero Lucifer afirma que son así gracias a que tengo sangre de "El bien y el mal".

Llego a la sala y lo primero que hago es esquivar el cuerpo de James que sale disparado en mi dirección.

—¡Vamos James! ¿Es todo lo que tienes?—Pregunta Carlos en tono de burla mientras crea esferas negras con sus manos.

—Te voy a patear el jodido culo, maldita imitación barata de Voldemort con nariz.—Suelta James intentando levantarse.

  ¿Quién le enseñó Harry Potter al perro? 

—Soy mejor que ese idiota, a mi no me va a vencer un estúpido niñato de porquería.—Contesta con sorna y empieza a lanzar las esferas que tenía en las manos. James se limita a esquivarlas.

Quito mi vista de esos dos y busco a Jake con la mirada, una vez que lo encuentro me concentro y parezco en menos de un segundo a su lado, pero él sigue concentrado en un libro que en la pelea que llevan a cabo los otros.

—¿Tan rápido están peleando ese par de idiotas?—Me siento a su lado y le quito el libro de las manos. Reglamento Oficial de los Dracóm.—¿Es en serio? Teniendo miles y miles de libros...lees un reglamento que ya has leído más de diez veces.

Al estar mucho tiempo juntos todos hemos creado una confianza y amistad inigualable. Somos el cuarteto del mal —palabras de Lucifer—.

—Sabes como son esos dos.—Me quita el libro y lo pone a un lado de él.—Si no están peleando, están comiendo.—Ambos soltamos un par de risas.—Y respondiendo a tu pregunta, ya he leído todo lo que hay en este reino. 

Las puertas se abren nuevamente y todos dirigimos nuestra mirada hacia Lucifer, el cual entra con su típico semblante serio. Aunque todos sabemos que es solamente una máscara, pues él es la mejor persona que alguna vez hemos conocido.

No porque sea el demonio debe de actuar como uno.

—Vengan aquí los cuatro.—Dice firme.

Los cuatro aparecemos frente a él, y cuando nos mira en silencio pienso en todas las cosas que he hecho intentando buscar algo de lo cual podría culparme, pero al no recordar nada siento como si se me fuera un peso de encima. Cosa contraria de lo que les sucede a James y a Carlos.

Apuesto lo que quieran a que ellos se comieron la cena de esta noche.

—No voy a regañarlos de nada.—Habla nuevamente al ver las miradas que se daban James y Carlos.—Pero tampoco se salvarán de un castigo por comerse la cena de ésta noche.

¡Lo sabía!

—¡Fue James/Carlos!—Dicen al unísono.—¡Maldito mentiroso! ¡No me imites!—Ambos se fulminan con la mirada y se cruzan de brazos.

—¿Cuántos años me dijiste que tenían?—Le susurro a Jake.

—Más de medio milenio, aunque...—Susurra devuelta.

—Parecen un par de críos..—Termino.

—Te estamos escuchando Bella.—Vuelven a decir al unísono.

—Cuando hacen eso dan miedo.—Confiesa Jake.

—¿Podrían callarse y escucharme?—Dice Lucifer.

—Podríamos, pero la verdadera pregunta aquí es..¿queremos?—Pregunta James, pero recibe un golpe de parte de Jake y levanta las manos en señal de paz.

—Habla Fer.—Digo.

—¿Fer?—Preguntan todos incluyendo el mencionado.

—Se me hace muy tedioso decir "Lucifer" a cada rato, suena mejor Fer.

—Bien, como quieras, lo que tengo que decir es algo sumamente importante.—Toma una pausa y continúa.—La guerra está cerca.

¡Lo sabía x2!

—Teníamos la sospecha de que eso estaba por ocurrir. Siempre hemos entrenado, mas sin embargo, últimamente nos habías pedido más.—Carlos le resta importancia y se cruza de brazos.

—Aunque, necesito algo...un poco más complicado.—Informa y nos mira a todos con un semblante preocupado.

—Suéltalo ya de una vez.—Jake hablo desesperado. Si de algo estaba segura, es que la paciencia y Jake no se llevaban de lo mejor.

—Necesito un diamante que se encuentra en el séptimo infierno.

Y también de otra cosa que estaba segura, es que de ahí saldríamos sin un brazo y una pierna.

Y también de otra cosa que estaba segura, es que de ahí saldríamos sin un brazo y una pierna

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Averno: Los Cuatro JinetesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora