Capítulo 18: Pelea.

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Jake.

Todos nos quedamos en shock al ver a la chica rubia acariciar a James y verlo como si fuera lo mejor de toda su vida, James tiene la boca ligeramente abierta y tartamudea.

Hermano, estás jodido.—Carlos se burla de James sacándolo del shock.

Éste se aleja de la chica como si fuera la peste gris o lo que sea que hayan tenido lo humanos. Ella intenta acercarse, pero James levanta una pared de fuego que la impide avanzar hacia él.

—¡No!—Con sus manos hace que el fuego de extienda a su alrededor.—No te acerques.

¿James qué carajos te pasa?

Yo...no puedo, no, ella no.

James...—Lucifer se integra a la conversación.—Apaga el fuego antes de que incendies toda la mansión, ahora.

James nos mira y en su rostro podemos ver como está en crisis.

—No puede apagarlo...—Murmuro entrando en razón.

Carlos y yo extendemos nuestras manos y vamos extinguiendo el fuego poco a poco hasta que finalmente sólo queda la marca.

—James.—Él levanta su mano para que Carlos no hable.

—No, Carlos. Puedo tolerar que mi pequeña esté con uno de ellos, pero me rehúso a involucrarme más que eso.—Sonríe de medio lado y baja lentamente su mano, se dirige a la puerta y antes de salir se gira en nuestra dirección.—Quiero suponer que ya debiste de leer mi mente. Así que no hacen falta explicaciones.

—¡Taylor!—Adelina se acerca corriendo a ella y la abraza. Taylor rompe a llorar desconsoladamente y se aferra a su madre.—No, mi niña no llores.

—¿Cómo quieres que no lloré si el amor de mi vida me acaba de rechazar?—Su voz se amortigua con el hombro de su madre.—¿Por qué, mamá? ¿Qué hice mal?

Tyler y Marcus se acercan y la abrazan, Akin mira todo desde una esquina con la expresión afligida. Mientras que nosotros no sabemos que hacer, Inna camina lentamente hasta nuestro lado y mira en dirección por donde se fue James.

—Es por lo que creo, ¿verdad?—Pregunta sin apartar la vista de la puerta.

—Si...—Carlos baja la vista y yo aprieto mis labios. Lucifer, aunque intenta mantenerse tranquilo, sabemos perfectamente que entiende la situación y de una u otra forma le duele.

Los lloriqueos de Taylor se detienen lentamente y levanta la vista dejando caer una última lágrima, nos recorre con la mirada e intenta aparentar que todo está bien.

Los lloriqueos de Taylor se detienen lentamente y levanta la vista dejando caer una última lágrima, nos recorre con la mirada e intenta aparentar que todo está bien

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Averno: Los Cuatro JinetesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora