Capítulo 20: Mooned

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Bella.

Mientras camino adentrándome al enorme bosque alejándome de todo y de todos, respiro intentando controlar mis emociones, cosa que falla estrepitosamente. Estoy furiosa, enojada, decepcionada, son sólo pocas de las muchas emociones que estoy sintiendo en estos momentos, saber que ni en el averno pude mantener a Inna lejos de todo esto, que mis hermanos no la hayan cuidado como me habían prometido es...simplemente frustrante.

Mientras que yo tenía que perder mi dignidad rogando y suplicándole a los estúpidos arcángeles; mi familia dejaba que Inna fuera como yo en algún momento fui, una estúpida zorra que se metía con cuántos encontrara. Tampoco digo directamente que Inna sea una, pero sus maneras de comportarse me han dado mucho de que hablar.

Sé perfectamente todo lo que ha pasado desde que me fui, desde la reacción de Inna al despertar, su momento de calentura y, por último, cuando ha encontrado a Tyler. Mi sobrino.

Es irónico como puede ser la maldita naturaleza.

Pateo furiosa el tronco de un árbol que estaba en el suelo y éste sale volando varios metros lejos de mí.

—Bella.

Suspiro y doy media vuelta hasta estar frente a frente a Lucifer.

—Fer.—Digo secamente. Él camina hacia mi y se detiene a unos pocos metros, me mira con su mandíbula apretada.

—No hagas eso.—Frunzo el ceño sin poder comprender.—Te guardas cada cosa en tu interior, ¡por favor, Bella!—Exclama y doy un pequeño respingo.—¡Deja de guardarte todo a ti, somos familia!

—Si en verdad fueran mi familia, hubieran cumplido lo que les pedí.—Corto la pequeña distancia que nos separaba y le toco el pecho.—Una sola una...¡Una maldita coda que no pudieron cumplir!—Bramo.

—¡Porque eso ya estaba escrito!—Quita mi mano bruscamente de su pecho y él se aleja unos centímetros. Se pasa una mano por su pelo y respira intentando controlarse.—Desde el momento en el que llegó Inna supimos lo que pasaría.—Traga saliva y niega con la cabeza.

Bajo la cabeza y asiento lentamente, me acerco a un gran árbol y me recargo cruzando los brazos.

—Sólo...quería tenerla un tiempo más.—Mis ojos se cristalizan y limpio ferozmente mis lágrimas, sin embargo, éstas vuelven a salir. Lucifer con su velocidad aparece frente a mí y me estrecha entre sus brazos, respondo el abrazo y me aferro a su saco con fuerza.

—Mi pobre Bella, no llores.—Me separa un poco de él y acaricia mi mejilla.—No perderás a Inna, no lo permitiré ni mucho menos ella te dejará.

—Lo sé, sólo que...—Niego con la cabeza.—Es una tontería que esté llorando.

—No es ninguna tontería, Bella. Te has estado guardando tantas cosas por mucho tiempo que...explotaste, no es nada fuera de lo común. Pero, antes que nada, quiero preguntarte algo.

—Hazlo.

—¿Qué hiciste para convencerlos?—Me tenso y Lucifer se da cuenta de ello.—No, Bella.—Recarga su frente con la mía y cierra sus ojos fuertemente.

—Una madre hace cualquier cosa por sus hijos, lo sabes.

—Pudimos haber hecho algo, juntos. No eres la única responsable de Inna.—Toma mi rostro con sus manos.—Estoy yo.

—Lucifer...—Su rostro está tan cerca del mío que siento su respiración.

—¿Si?—Su mirada baja a mis labios e inconscientemente nos empezamos a acercar.

—Yo...

—¡Mamá!

Ambos nos giramos con el grito de Inna, la cual viene corriendo hacia nuestra dirección. Abro mis brazos en cuanto veo su intención y la recibo.

—Mami...—Murmura contra mi pecho.—Perdóname, yo sólo quería ir contigo y...

—No, mi niña, no hay nada que perdonar.—Beso su frente y miro a Lucifer el cual nos observa con una pequeña sonrisa. Estiro mi mano para que se acerque y él, no muy confiado, lo hace; jalo su mano y hago que se una al abrazo.

Sus ojos adquieren ese brillo característico que siempre muestra al estar con nosotras.

—¿Me tengo que sentir ofendido porque no me invitaron al abrazo familiar?—No hace falta voltear para saber quién ha hecho ese comentario.

—Cállate, James.—Protesta Carlos.—Arruinas el momento.

—Ambos lo están arruinando mientras hablan.—Bufa Jake.—Ahora los tres lo estamos arruinando.

Suelto una pequeña risa y les hago una seña para que se unan, lo cual no tardan en hacer, exceptuando a Jake.

—Lo siento, no soy de abrazos.—Mueve sus manos con negatividad, pero Carlos hace que él se una mediante magia.—Maldito brujito.—Se queja, aunque al final termina abrazándonos.

—Los extrañé, imbéciles.

—Siempre tan cariñosa, Bella.—Jake rueda los ojos.

—El cariño es para mí.—Refunfuña Inna.—Sólo mío.

—¿Y yo?—Inquiere Lucifer de broma.

—Y para ti también, querido.—Le sonrió de lado.

—Ahora que ya están todos juntos, ¿nos quieren dar una jodida explicación?

James y Jake gruñen al escuchar la voz de Akin. Nos separamos lentamente y la familia Mooned nos observa esperando nuestra explicación.

¿Es éste momento en el que me transformo y ataco a Akin, en el que la lagartija le escupe fuego, Carlos le arroja sus chispitas y Bella le quema su peludo trasero?

—Por primera vez, no estoy en desacuerdo con James.—Los ojos de Jake se tornan como reptil y James saca sus colmillos.

—Los ojos de Jake se tornan como reptil y James saca sus colmillos

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Averno: Los Cuatro JinetesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora